Ciudad de México.- El piloto británico Lewis Hamilton, campeón por cuarta ocasión del Mundial de Fórmula Uno este año, consideró difícil llegar a igualar los siete titulos del alemán Michael Schumacher, por lo que está fuera de sus objetivos.
Con la época dorada que tiene Mercedes desde 2014, Hamilton ha empezado a establecer nuevos records en la Fórmula Uno, y uno de los que suena es el de igualar al mítico “Schumi”, quien conquistó cinco títulos para Ferrari, además de otros dos para Benetton en los comienzos de su carrera.
“No me va a ser posible superar a Schumacher, cuatro títulos más. Si me ha costado diez años ganar los cuatro que tengo. No tengo ese objetivo en la mente, de superar a Schumacher, aunque alcanzar a (el argentino Juan Manuel) Fangio estaría bastante bien”.
Esto último, explicó al portal f1aldía.com, “sobre todo, porque el objetivo principal es continuar manteniendo al menos el nivel durante dos años más de competencia, lo que espero es conseguir eso”.
Hamilton no se ve a sí mismo eterno en la máxima categoría del automovilismo, por eso piensa en disfrutar ahora todo lo posible y retirarse de las competencias probablemente en 2020.
“He hablado con pilotos que ya se han retirado y cada uno ha tardado más o menos en retirarse, pero todos coinciden en aconsejarme que me quede lo máximo posible. Pero eso no va a pasar. Las temporadas cada vez son más y más largas, y ya sabéis todo lo que hago fuera de la pista, que también me quita mucha energía”.
Honolulu.— El nadador mexicano de aguas abiertas, Ezequiel Becerril, cruzó a nado el Canal de Kaiwi, también conocido como Canal de Molokai, localizado en Hawái, después de recorrer 42 kilómetros en un tiempo de 15 horas con 31 minutos.
La hazaña lo convirtió en el primer hidalguense en conseguirlo, para sumar su cuarto mar en el Reto de los Siete Mares.
El cruce inició el sábado 3 de junio a las 16:59 horas tiempo local, al salir de la playa de la Isla de Molokai. Durante su nado, Ezequiel venció varios retos: el fuerte oleaje, vientos, las corrientes, la distancia y conservó la concentración para evitar distracciones durante su trayecto nocturno, que, de acuerdo con él, uno de los momentos más difíciles de cualquier cruce es cuando cae la noche, ya que se nada en la inmensidad y la oscuridad del mar.
Los primeros rayos de sol asomaron cerca de las 5:30 de la mañana, ya cerca de lograr la meta. Pero los últimos kilómetros se convirtieron en los más complicados para Ezequiel debido a una fuerte picadura de medusa que le provocó mucho dolor por el resto de la travesía.
Llegar a la otra orilla no fue fácil. Ya que la corriente en contra y el oleaje aumentaban, pero eso no fue obstáculo para conseguir la hazaña.
El reloj marcaba las 8:30 de la mañana tiempo local del domingo 4 de junio, cuando pisaba la playa de la Isla de Oahu para terminar el cruce con éxito.
Ezequiel demostró que su fuerza física y mental ha crecido gracias a los retos que ha enfrentado durante su carrera deportiva. En su Reto de los Siete Mares le faltan tres para conseguirlo.
“En comparación con otros cruces, este ha sido el más difícil por la complejidad de sus aguas. Cada cruce tiene sus retos, este de Kaiwi fue su oleaje, aunque también recuerdo lo difícil que fue cruzar el Canal de la Mancha o el Canal de Catalina”, señaló.
El atleta realizó este nado en solitario y fue resguardado por una embarcación. A bordo estuvieron su entrenadora, la experimentada Nora Toledano, quien encabezó el equipo técnico, su médico deportivo, cuatro miembros de la tripulación y parte de su familia.
Es importante destacar que El Canal de Kaiwi, también conocido como Canal de Molokai, separa las islas de Oahu y Molokai en Hawái y cuenta con 42 kilómetros de ancho, su nombre significa “El Hueso”.
Se caracteriza por sus aguas turbulentas y agitadas provocadas por el fuerte viento característico de la zona, además, de contar con una diversa fauna marina como medusas y tiburones, entre otros.
LA META: El reto de los siete mares
Ezequiel sumó su cuarto mar, que lo ubica a tan sólo tres de alcanzar su objetivo y completar el Reto de los Siete Mares, que es el equiparable a lograr las Siete Cumbres del alpinismo.
El reto de los Siete Mares consiste en llevar a cabo siete cruces en aguas abiertas de larga distancia y de alto grado de dificultad en cinco continentes:
El Canal de la Mancha
El Canal de Catalina
El Estrecho de Gibraltar
El Canal del Norte
El Canal de Kaiwi o Molokai
El Estrecho de Cook
El Estrecho de Tsugaru Hasta el momento el atleta hidalguense ha cruzado:
Ciudad de México.— El Sermón de la Montaña, es un libro que trata del testimonio, del encuentro y transformación de una mujer que lo arriesgó todo para encontrarse a sí misma, afirmó Rossana Ayala, al presentar esta obra de la escritora cubano-mexicana Gabriela Guerra Rey.
“Gabriela se define a si misma como transterrada, palabra que cuando la leí me impactó y al mismo tiempo me encantó. Transterrada porque tuvo que dejar su tierra amada para crecer, para abrir sus alas y dar rienda suelta a sus ansias de libertad; para reinventarse y dejar atrás vicios y hábitos”, añadió Ayala.
Al abandonar Cuba. Guerra encontró en México un refugio para sanar su alma, se dispuso a compartir con el mundo su “Sermón de la Montaña”.
“La misma Gabriela reconoce que su libro es mucho más que palabras impresas, es un llamado a la manada, a otras mujeres y hombres. Lobos, lobas, a liberar su espíritu y encontrar, en las entrañas de la naturaleza, su verdadero instinto y su camino”, expuso.
El texto versa sobre los desafíos emocionales y físicos de recorrer la Sierra Tarahumara con los Rarámuris. Carreras que cumplen metas, pero se transfiguran en objetivos interminables en el terreno del descubrimiento emocional y la superación personal.
Un texto literario de Gabriela Guerra Rey que describe el camino del autoconocimiento y el triunfo sobre los desafíos personales a través del descubrimiento de las carreras de montaña
El Sermón de la Montaña es un libro narrado desde el ser humano común y corriente. Sin grandes talentos atléticos, ni ambiciones deportivas, pero armado de voluntad y resistencia para transitar por los caminos de la montaña de la sierra Tarahumara.