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De la explotación infantil a la fábrica de campeones

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Ciudad de México.— El secreto del éxito deportivo de China se guarda celosamente en las escuelas de Shichahai, donde cientos y miles de niños se preparan para continuar con esta buena racha.

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Un estudio de la organización Save the Children sobre la explotación infantil en el deporte reveló aspectos preocupantes en la carrera por convertir a niños indefensos en grandes campeones del deporte Chino.

El informe destaca flagelos importantes como es el de los entrenamientos, demasiado intensivos para los jóvenes deportistas que pueden ser dañados físicamente. La mayoría de los casos se dan en la gimnasia rítmica.

La explotación de niños en el deporte

En ese sentido, China, es uno de los países en el que más se manifiesta este problema. En aquel país asiático, los pequeños atletas llegan a entrenarse de 6 a 8 horas por día, además de vivir en academias y lejos de sus familias.

Abierta en 1958 y que se encuentra al lado mismo del cuartel general del Partido Comunista de China, 600 jóvenes de todo el país se forman mental y físicamente para ganar en la escuela de alto rendimiento.

Previo a la justa olímpica del 2008. El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín invitó a un grupo de periodistas extranjeros a conocer el lugar. Donde se esconden los grandes secretos del deporte Chino, todo sigue oculto, ya que China no quiere dar pistas a sus grandes rivales en el medallero , como los son Estados Unidos o Rusia.

Entrenamientos intensivos, aislamiento y trastornos alimenticios son algunos de los aspectos del deporte Chino

En cada una de las nueve salas de entrenamiento y gimnasios, se pueden observar trabajando a diario a gimnastas de apenas 8 años o adolescentes consagrados al voleibol, el bádminton o el judo, a los cuales se les costea los estudios a cambio de que lo den todo por el país.

El sistema que seguimos es un riguroso proceso de selección”, asegura con sencillez Shi Fenghua, subdirectora de la escuela, quien explica que cada año se hacen pruebas físicas a los niños que quieren entrar y se escoge a los mejores.

Shi cuenta que aunque la escuela está pensada principalmente para los estudiantes chinos, no está cerrada solo a ellos. Niños de Estados Unidos, Bélgica o Australia también llegan allí para intentar convertirse en deportistas de elite.

Sin embargo, los cursos para extranjeros no suelen durar más de tres meses, mientras que los niños chinos pasan en este tipo de centros de entrenamiento toda su infancia y adolescencia. 

Foto cortesía

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