Deportes
Destacan obispos mexicanos valores de solidaridad, disciplina y pluralidad en JJOO
Ciudad de México.— La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó los valores de solidaridad, disciplina y pluralidad que existen detrás de la gesta deportiva de los Juegos Olímpicos que este viernes se inauguran en la capital francesa de París.
En el mensaje “El Deporte: camino de unidad, humanidad y construcción de paz”, los obispos mexicanos destacan que la actividad deportiva conjuga el sentido y la virtud en las personas al desarrollar tanto sus talentos físicos como los espirituales.
“Supone no sólo el dominio de habilidades personales, sino también relacionales, pues implica la asimilación de contextos sociales, reglas, autoridades, así como del manejo de tiempos y movimientos”, explican en el documento.
Los líderes católicos reconocen que la disciplina deportiva, al mismo tiempo de exigir constancia, perseverancia, sabiduría y gracia, requiere “el manejo positivo y conjunto de nuestras facultades más humanas: la inteligencia, nuestra voluntad y pasiones, la memoria y la imaginación, así como el necesario sentido de la concreción y síntesis”.
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Por ello, exhortan a comprender el deporte como un camino educativo fundamental para la formación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes: “Gracias a todas estas actividades humanas, la persona entra en una dinámica de superación constante, de consolidación de relaciones pacíficas y, sobre todo, le permite que emerja todo lo que hay de noble, verdadero y bueno en ella”.
DIGNIDAD EN MEDIO DE LAS DIFERENCIAS
El episcopado mexicano manifiesta que la celebración de los Juegos Olímpicos es una “oportunidad para demostrarnos que, como humanidad, es posible vivir dignamente en medio de nuestras diferencias, haciendo a un lado los conflictos y construyendo relaciones de fraternidad, de paz”.
En un saludo a todas las delegaciones deportivas del orbe, pero especialmente a la representación mexicana ante los Juegos Olímpicos, los obispos desean que el encuentro deportivo en París sea un espacio de pluralidad, solidaridad humana, disciplina y grandeza porque los Juegos “abrazan, en un mismo acontecimiento, los esfuerzos de deportistas, entrenadores, espectadores, organizadores y gobiernos, evitando toda exclusión de raza, lengua, estatus social, religión”.
“Nos unimos, con profunda admiración y respeto, a cada uno de los deportistas mexicanos que participarán en este encuentro deportivo mundial. Les aseguramos nuestra cercanía, cariño y oración”.
Finalmente, retoman del papa Francisco la vocación de esta actividad deportiva para la civilización contemporánea: “El deporte tiene también una gran fuerza social, capaz de unir pacíficamente a personas de diversas culturas. Deseo que este evento pueda ser un signo del mundo inclusivo que queremos construir y que los atletas, con su testimonio deportivo, sean mensajeros de paz y modelos válidos para los jóvenes”.
Información de VCNoticias
ebv