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Piloto corre el Dakar por promesa a su papá, quien murió en 2005

La similitud física entre padre e hijo es sorprendente, y cuando Gioele habla de él, parece que su padre está a su lado.

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Italia. – Gioele Meoni, un apasionado piloto italiano, está decidido a cumplir la promesa que le hizo a su padre Fabrizio Meoni, quien fue un destacado competidor del Rally Dakar y ganó la competencia en las ediciones de 2001 y 2002.

Antes de perder la vida en un trágico accidente durante la edición de 2005 en Mauritania.

La promesa era clara: completar la legendaria carrera en el desierto, siguiendo los pasos de los pioneros y sin recibir asistencia mecánica.

El apellido Meoni es ampliamente reconocido en el mundo del Dakar, y Fabrizio era una figura respetada y admirada en la competición.

Gioele, su hijo, recuerda con cariño el acuerdo que hicieron cuando él tenía tan solo 10 años, poco después de que su segundo padre obtuviera su título en 2002.

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“Nos entrenábamos juntos, y me dijo: ‘Gioele, cuando cumplas 18 años, Podremos hacer el Dakar juntos’. Era nuestra promesa”, relató el piloto toscano.

Han pasado 19 años desde la trágica muerte de su padre, pero Gioele finalmente tiene la oportunidad de enfrentar las desafiantes dunas y cañones rocosos del desierto saudita, aunque lo haga en solitario.

Después de completar la segunda etapa, el italiano llegó al vivac de Al-Duwadimi, donde se dispuso a revisar y reparar su moto KTM 450 naranja, el mismo color que solía utilizar su padre.

La similitud física entre padre e hijo es sorprendente, y cuando Gioele habla de él, parece que su padre está a su lado.

“Quizás no es igual porque no está ya aquí esencialmente, pero le siento a mi lado, en mi cabeza”, dijo emocionado.

Gioele compite en la categoría más difícil del Dakar, conocida como ‘Original by Motul’, en la que los participantes no tienen acceso a asistencia mecánica.

Esta decisión fue tomada por Gioele como una forma de honrar la memoria de su padre. “Cuando me decidí a hacerlo (el Rally), me dije que debía hacerlo así, porque si lo acabo, estará aún más orgulloso”, afirmó.

En su equipaje, no falta una botella de aceite de oliva, un tributo al hábito de su padre.

ARH

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