Culiacán.- Pese a que se impuso 1-0 (Global 2-2) en el juego de vuelta de octavos de final, Chivas sufrió su primer fracaso en el año, luego de ser superado 6-5 en penales por los Dorados de Sinaloa, que avanzaron a los cuartos de final de la Copa MX.
La única anotación de este duelo fue obra de Cristian Calderón al minuto 23, Mientras que desde los “once pasos”, Luis López fue la figura al detener el sexto disparo de las Chivas que ejecutó Miguel Ponce.
Amaury Escoto. Francisco Contreras , Adolfo Domínguez, Hiram Muñoz, el paraguayo Rubén Monges y José Zúñiga marcaron sus oportunidades desde el manchón penal para darle así el pase a los “culichis”.
La anotación que logró el equipo de Chivas en el duelo de ida le dio una perspectiva muy diferente para este cotejo, ya que solo necesitaba uno para empatar el marcador global y a partir de ahí el juego ya sería otro.
Y esa fue con la consigna con la que salió desde el primer minuto y que lo llevó a terminar con el cero al minuto 23 en un rebote que le quedó a Cristian Calderón después de un tiro de esquina, y que conectó de “media tijera” para batir al portero Luis López.
A los de casa les costó reaccionar, sin embargo, pudieron haber logrado la paridad si el silbante se atreve a señalar una falta dentro del área de Gilberto Sepúlveda que era un claro penal.
Para el complemento, ambos equipos fueron un poco cautos, sobre todo al inicio, pero al final, trataron de definir todo antes de que se cumplieran los 90 minutos.
Fueron los de casa los que más cerca estuvieron al minuto 66 en un balón por izquierda que Francisco Contreras a velocidad tomó para sacar un disparo que Raúl Gudiño con excelente reacción evitó la caída de su marco.
Mientras que del lado tapatío, Sebastián Martínez puso un cabezazo a un costado del poste derecho cuando tenía para mucho más, luego de un centro por izquierda de Javier López.
Ambos lo intentaron, sin embargo, no pudieron hacerse daño y se fueron a penales donde Dorados realizó una ejecución perfecta para así dar la sorpresa y propinarle su primera gran derrota del año a los de la “Perla de Occidente”.
El arbitraje estuvo a cargo de Alan Martínez, quien no marcó un penal a favor de Dorados en el primer tiempo. Amonestó al paraguayo Rubén Monges (28), Pablo Jaquez (48), Francisco Contreras (64) y a Juan Meza (71) por los de casa; Sebastián Martínez (50) vio cartón preventivo por la visita.
Alineaciones:
Dorados.- Luis López, Jesús Chávez, Rubén Monges, Juan Meza (Hiram Muñoz, 75), Carlos Villanueva, Pablo Jáquez, Adolfo Domínguez, Francisco Contreras, Harold González, Amaury Escoto y Rubio Méndez (Samuel López, 83). DT. David Patiño.
Guadalajara.- Raúl Gudiño, Cristian Calderón, Antonio Briseño, José Madueña, Gilberto Sepúlveda, José Vázquez, Dieter Villalpando, Jesús Angulo (Miguel Ponce, 75), Carlos Antuna, Ronaldo Cisneros (Javier López, 57) y Sebastián Martínez. DT. Luis Fernando Tena.
Honolulu.— El nadador mexicano de aguas abiertas, Ezequiel Becerril, cruzó a nado el Canal de Kaiwi, también conocido como Canal de Molokai, localizado en Hawái, después de recorrer 42 kilómetros en un tiempo de 15 horas con 31 minutos.
La hazaña lo convirtió en el primer hidalguense en conseguirlo, para sumar su cuarto mar en el Reto de los Siete Mares.
El cruce inició el sábado 3 de junio a las 16:59 horas tiempo local, al salir de la playa de la Isla de Molokai. Durante su nado, Ezequiel venció varios retos: el fuerte oleaje, vientos, las corrientes, la distancia y conservó la concentración para evitar distracciones durante su trayecto nocturno, que, de acuerdo con él, uno de los momentos más difíciles de cualquier cruce es cuando cae la noche, ya que se nada en la inmensidad y la oscuridad del mar.
Los primeros rayos de sol asomaron cerca de las 5:30 de la mañana, ya cerca de lograr la meta. Pero los últimos kilómetros se convirtieron en los más complicados para Ezequiel debido a una fuerte picadura de medusa que le provocó mucho dolor por el resto de la travesía.
Llegar a la otra orilla no fue fácil. Ya que la corriente en contra y el oleaje aumentaban, pero eso no fue obstáculo para conseguir la hazaña.
El reloj marcaba las 8:30 de la mañana tiempo local del domingo 4 de junio, cuando pisaba la playa de la Isla de Oahu para terminar el cruce con éxito.
Ezequiel demostró que su fuerza física y mental ha crecido gracias a los retos que ha enfrentado durante su carrera deportiva. En su Reto de los Siete Mares le faltan tres para conseguirlo.
“En comparación con otros cruces, este ha sido el más difícil por la complejidad de sus aguas. Cada cruce tiene sus retos, este de Kaiwi fue su oleaje, aunque también recuerdo lo difícil que fue cruzar el Canal de la Mancha o el Canal de Catalina”, señaló.
El atleta realizó este nado en solitario y fue resguardado por una embarcación. A bordo estuvieron su entrenadora, la experimentada Nora Toledano, quien encabezó el equipo técnico, su médico deportivo, cuatro miembros de la tripulación y parte de su familia.
Es importante destacar que El Canal de Kaiwi, también conocido como Canal de Molokai, separa las islas de Oahu y Molokai en Hawái y cuenta con 42 kilómetros de ancho, su nombre significa “El Hueso”.
Se caracteriza por sus aguas turbulentas y agitadas provocadas por el fuerte viento característico de la zona, además, de contar con una diversa fauna marina como medusas y tiburones, entre otros.
LA META: El reto de los siete mares
Ezequiel sumó su cuarto mar, que lo ubica a tan sólo tres de alcanzar su objetivo y completar el Reto de los Siete Mares, que es el equiparable a lograr las Siete Cumbres del alpinismo.
El reto de los Siete Mares consiste en llevar a cabo siete cruces en aguas abiertas de larga distancia y de alto grado de dificultad en cinco continentes:
El Canal de la Mancha
El Canal de Catalina
El Estrecho de Gibraltar
El Canal del Norte
El Canal de Kaiwi o Molokai
El Estrecho de Cook
El Estrecho de Tsugaru Hasta el momento el atleta hidalguense ha cruzado:
Ciudad de México.— El Sermón de la Montaña, es un libro que trata del testimonio, del encuentro y transformación de una mujer que lo arriesgó todo para encontrarse a sí misma, afirmó Rossana Ayala, al presentar esta obra de la escritora cubano-mexicana Gabriela Guerra Rey.
“Gabriela se define a si misma como transterrada, palabra que cuando la leí me impactó y al mismo tiempo me encantó. Transterrada porque tuvo que dejar su tierra amada para crecer, para abrir sus alas y dar rienda suelta a sus ansias de libertad; para reinventarse y dejar atrás vicios y hábitos”, añadió Ayala.
Al abandonar Cuba. Guerra encontró en México un refugio para sanar su alma, se dispuso a compartir con el mundo su “Sermón de la Montaña”.
“La misma Gabriela reconoce que su libro es mucho más que palabras impresas, es un llamado a la manada, a otras mujeres y hombres. Lobos, lobas, a liberar su espíritu y encontrar, en las entrañas de la naturaleza, su verdadero instinto y su camino”, expuso.
El texto versa sobre los desafíos emocionales y físicos de recorrer la Sierra Tarahumara con los Rarámuris. Carreras que cumplen metas, pero se transfiguran en objetivos interminables en el terreno del descubrimiento emocional y la superación personal.
Un texto literario de Gabriela Guerra Rey que describe el camino del autoconocimiento y el triunfo sobre los desafíos personales a través del descubrimiento de las carreras de montaña
El Sermón de la Montaña es un libro narrado desde el ser humano común y corriente. Sin grandes talentos atléticos, ni ambiciones deportivas, pero armado de voluntad y resistencia para transitar por los caminos de la montaña de la sierra Tarahumara.