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Terrible trifulca en juego en Honduras
Tegucigalpa.- Una batalla campal se desató hoy en el estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, ciudad del norte de Honduras, en el partido de ida entre el Real España y Marathón por la semifinal del torneo Apertura de fútbol, tras una decisión arbitral.
En el minuto 76 del segundo tiempo, en un contragolpe del Real España, el árbitro sancionó penalti una jugada en el área del Marathón, cuyos jugadores le reclamaron airadamente.
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Mientras tanto, los ánimos se caldeaban en la grada sur del estadio, donde enardecidos aficionados del Marathón que sacudían un portón superaron este obstáculo y se metieron en la cancha.La turba lanzó piedras y otros objetos contundentes, sin que se conozca si hubo lesionados.
Imágenes de la lamentable gresca:
¡BOMBAZO! Caos en San Pedro Sula en el partido del Real España y Marathón; niños gaseados, jóvenes y ancianos. Nahúm Espinoza: “Irresponsables las autoridades del futbol por programar partidos sabiendo la situación que estamos viviendo los hondureños”. pic.twitter.com/fePJtQm7NQ
— Noti Bomba (@notibomba) 14 de diciembre de 2017
El árbitro del partido, Armando Castro, no pudo llevar la pelota al punto de penalti después de que los jugadores del Marathón se le echaran encima, en tanto que los aficionados se afanaban en abrir el portón para acceder al terreno de juego.
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Desde otra grada, en el extremo este del estadio, hacían lo mismo aficionados del Real España, que también entraron a la cancha e intentaron enfrentarse a los del Marathón, lo que fue evitado por efectivos del Batallón “Cobras” de la Policía Nacional hondureña que disolvieron la manifestación con gas lacrimógeno.
El secretario de la Liga Nacional del Fútbol No Aficionado Roque Pascua ha sido enfático que se suspende el partido Olimpia-Motagua y Real España -Marathon por recomendaciones de la secretaria de Seguridad ya que personas ajenas al fútbol siembran el caos. pic.twitter.com/F4wpUlZX7Z
— Monitor de Noticias (@mnoticiashn) 14 de diciembre de 2017
Los gases afectaron a muchos aficionados, entre ellos decenas de niños, algunos de muy corta edad, acompañados de sus padres; jugadores y periodistas, entre otros. El partido, que iba ganando el Real España por 2-0, fue suspendido debido a los disturbios.
Cuando los aficionados del Marathón comenzaron en la grada sur a sacudir el portón, de alambre y cerrado con candado, los cuatro policías que estaban apostados enfrente se abstuvieron de intervenir, quizá previendo que lo podían romper y que ellos no estaban en condiciones de controlar a la enardecida turba.