Cultura
Ara Malikian y su increíble historia
Ciudad de México.- El violinista Ara Malikian, quien se ha destacado en el mundo musical por su personalidad extravagante, su virtuosa técnica y su mezcla de géneros y ritmos, dará su primer concierto en el Auditorio Nacional, el próximo lunes 11 de septiembre.
El músico español de origen libanés estará acompañado por la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, para presentar un repertorio que será una suerte de recorrido por los 25 discos que ha grabado en su carrera, incluida su más reciente producción, titulada La increíble historia de violín (2016).
En el espectáculo Ara Malikian Sinfónico, el violinista hará gala de su estilo único que fusiona la música clásica con géneros como flamenco, pop, rock, soul y tango, con un programa en el que habrá desde música de Wolfgang Amadeus Mozart y otros clásicos hasta piezas de Led Zeppelin y Radiohead.
El músico, quien nació en Líbano a finales de los años 60, dio su primer concierto importante a los 12 años y, tras iniciar su carrera profesionalmente, ha tocado en algunos de los más prestigiosos escenarios y festivales de todo el mundo.
Como solista, es poseedor de un amplio repertorio que incluye la ejecución total de las grandes obras escritas para violín (conciertos con orquestas, sonatas y piezas con piano y música de cámara) y ha estrenado obras de compositores actuales, como Franco Donatoni, Malcom Lipkin, Luciano Chailly y Lawrence Romany. Como músico invitado ha participado con la Orquesta Sinfónica de Tokio, Orquesta Sinfónica de Bamberg, Orquesta Sinfónica de Madrid y Orquesta de Cámara de Toulouse, entre otras.
A la par del género clásico, el violinista ha investigado también las tradiciones musicales de Medio Oriente, Europa Central y Mediterránea, colaborando con artistas de otros géneros, montado diversos espectáculos teatrales y presentando programas culturales en Televisión Española.
La increíble historia de violín
Ara Malikian nació en Líbano en 1968 pero a los 15 años, cuando su país estaba en medio de la guerra, el director Hans Herbert-Jöris le consiguió una beca del gobierno alemán para estudiar en la Hochschule für Musik und Theater und Medien Hannover, tras escucharlo.
“En Europa encontré a músicos muy jóvenes y buenos, todos con violines hechos por grandes lauderos italianos del siglo 18 (Amati, Guarneri, Stradivari). Un día me preguntaron quién había construido el mío y les dije: ‘es un Ravioli del siglo 18’, fue el nombre más italiano que se me ocurrió. Ellos contestaron ‘¿Ravioli al pesto?’, y yo dije: ‘no… Alfredo… Alfredo Ravioli, el laudero más grande de todos los tiempos, pero también el más romántico, así que sólo hizo cinco violines, por eso no es tan conocido”.
Durante su juventud, Ara Malikian siguió inventando historias sobre Alfredo Ravioli y su violín, para que a sus compañeros de estudios les pareciera más importante y glamoroso, había olvidado que ya tenía una historia de la cual debía estar orgulloso, cuenta el músico: “Mi violín es muy importante para mí y mi familia. Al inicio perteneció a mi abuelo, él nunca tocó este instrumento, pero en 1915 lo ayudó a sobrevivir el Genocidio Armenio en el que murieron más de un millón y medio de personas”.
Su abuelo perdió a toda su familia, pero pudo salvar la vida gracias a este violín. Alguien se lo dejó para que fingiera ser parte de un grupo musical y así logró pasar la frontera para llegar a Líbano, donde hizo su vida: “Cuando tuvo su primer hijo –que era mi padre-, por respeto a este violín se empeñó en que aprendiera a tocarlo. Lo mismo hizo mi padre conmigo cuando nací”.
En 1984 Líbano estaba en guerra y era muy difícil salir del país, pero gracias a este mismo violín y a la música, Ara Malikian pudo ir a Europa a estudiar y trabajar para tener una vida digna, afirma. En esta serie de conciertos, a través de música que incluye composiciones de Mozart, Bach, Led Zeppelin y temas propios, el violinista narra esta increíble historia de redención a través de la música.
“Cuento esta historia para decir que hoy en el mundo hay más de 65 millones de desplazados, refugiados o inmigrantes y ojalá cada uno de ellos tuviera un violín como éste, para poder salvar su vida y mejorarla”.
Ara Malikian
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