
Celebridades
Creo en Dios: Jaime Lorente, Denver de “La Casa de Papel”
el actor español revela su reconexión con la fe
Ciudad de México.- Jaime Lorente, actor español conocido en todo el mundo por su papel de Denver en La Casa de Papel, sorprendió a sus seguidores con un anuncio muy personal: su regreso a la fe católica. En una entrevista reciente, el también cantante y escritor compartió un testimonio de transformación y esperanza.
Nacido en Murcia en 1991, Jaime Lorente creció en un hogar profundamente católico. Sus padres eran parte de un movimiento dentro de la Iglesia católica enfocado en la formación de la fe. “Dios era una certeza”, recordó el actor durante una charla íntima. Dice que su madre y su padre no solo hablaban de fe: la vivían.
A los 14 años, Jaime se alejó de la comunidad. Sentía que no encajaba, que su libertad no encontraba espacio. Eligió tomar distancia. “Yo necesitaba romper para saber porque eran así”. Sus padres respetaron su decisión, pero lo sembrado en casa quedó grabado.
Su etapa más oscura
A los 24 años llegó el éxito. La Casa de Papel lo catapultó a la fama internacional. Fue Denver, un personaje querido por el público, pero que terminó por saturar al propio Lorente. “He llegado a odiar a Denver”, declaró tiempo atrás.
Con la fama vinieron también momentos difíciles, durante ese tiempo se sintió perdido, vacío, desconectado. Abrazó su “sombra”, creyendo que podía con todo. Pero no era así.
“Fue una etapa muy oscura de mi vida, llena de sufrimiento. Los actores somos valientes cobardes que usamos máscaras”.
Llegó al límite y Jaime decidió arrodillarse. “Lo único que me quedó fue echarme de rodillas”. Ese gesto marcó el comienzo de un nuevo camino. Desde entonces, dice que su vida cambió.
Comenzó a leer la Biblia todos los días, al despertar o al irse a dormir. Esa práctica, simple pero poderosa, le dio orden y propósito. “Me coloca en mi lugar”, afirmó. Para él, la fe ya no es una idea lejana, es algo tangible. “No es fe en algo que no ves. ¡Es que lo ves!”, explicó.
La transformación también se refleja en su vida familiar. Hoy está casado con Marta Goenaga, con quien tiene dos hijos: Amaia y Luca. Marta no profesa su misma fe, pero juntos han formado una familia “desde el amor”. Jaime reconoce que su nueva vida espiritual lo ha hecho mejor esposo, mejor padre, mejor hijo.
Asegura que ahora conversa con Dios a lo largo del día. Que la oración es parte de su rutina. Que su fe no lo hace perfecto, pero sí más consciente de sus actos. “Nunca alcanzaré la perfección”, dice, “pero quiero hacer acciones perfectas, aunque sean pequeñas”.
npq
Celebridades
Tras dejar La Arrolladora, Vincen Melendres encuentra en la familia su verdadera fortaleza
Un testimonio que no suele contarse
Ciudad de México.— Pocas veces se habla de lo que hay detrás del éxito. Vincen Melendres, exvocalista de La Arrolladora Banda El Limón, rompió el silencio.
En entrevista para el podcast RadioShow conducido por Akio Annechini, Vincen Melendres habló con la verdad que nace del dolor, al reconocer que atravesó una depresión profunda antes y después de dejar la agrupación que marcó su carrera, y que fue su familia el refugio esencial para volver a encontrar sentido, estabilidad y paz.
La fama no impide la caída
Vincen tenía 19 años cuando se unió a la banda, en 2014. Estuvo en los escenarios durante casi ocho años, hasta que en enero de 2022, tomó la decisión de salir. “Ya sabía que tenía que retirarme, pero me estaba haciendo daño quedarme ahí”, confesó.
A su salida, se sumergió en un periodo de oscuridad emocional. Dejó de interactuar en redes sociales. Suspendió transmisiones en vivo. Su voz, antes en los escenarios, se silenció. “Me sentía achicopalado”, recordó. No habló con nadie sobre lo que le ocurría. La tristeza ya lo había alcanzado incluso antes de dejar la banda.
La familia: ancla, refugio y medicina
Fue entonces cuando entendió que su verdadera fortaleza estaba en casa. “Bendito Dios, tengo una bonita familia. Mis hermanos, mis padres, gente que Dios te manda en el camino”, dijo.
Su madre, a quien considera su mundo entero. Su padre, quien le enseñó que la paciencia es la mejor arma del hombre. Su familia se convirtió en la red que lo sostuvo durante el silencio y el dolor. “He sido un buen hijo y buen hermano”, afirmó.
Agradeció también a aquellas personas que, sin llevar su sangre, llegaron en el momento justo para ayudarle a sanar. “Hay personas que llegan a tu vida y te tienden la mano más fuerte que tu propia familia”, explicó. Pero dejó claro: la presencia de sus padres y hermanos fue el suelo firme al que pudo volver.
Dejarlo todo para recuperarse
Salir de una agrupación tan popular como La Arrolladora no fue una decisión sencilla. Pero Melendres subrayó que su salud mental valía más que cualquier contrato.
“Empecé a dormir mejor, a alimentarme mejor. Conocí a una buena mujer. Empecé a estar más cerca de mi madre, más cerca de mi padre, a disfrutar más de mis hermanos”, relató. A cambio de perder parte de sus ingresos, ganó algo más valioso: estabilidad emocional.
Mensaje para los jóvenes
Hoy, Vincen está en una nueva etapa. Será papá por segunda vez. junto a su esposa esperan un niño que llegará a hacerle compañía a su hija Sofía.
Pidió a los jóvenes que cuiden a sus padres y a sus hermanos, y que valoren la familia como lo más importante.
“La familia es la base más importante del éxito en la vida. Es la base de la felicidad”, dijo en el podcast. Una afirmación nacida no de la teoría, sino de la experiencia vivida en carne propia.
Cuando la familia cura lo invisible
El testimonio de Vincen Melendres revela algo que muchos viven en silencio: el peso emocional que se arrastra en medio del éxito, y cómo la familia, cuando es refugio y no carga, puede ser la medicina más poderosa. En tiempos donde la salud mental se vuelve tema urgente, su historia es también un llamado a regresar a lo esencial.
Porque más allá de los reflectores, la fama o el dinero, hay un hogar. Uno que, cuando se fortalece, puede salvar la vida de quienes parecen tenerlo todo.
ebv
Celebridades
Cuando el amor no basta: el testimonio de Yahir y el desafío de miles de padres frente a las adicciones
Ciudad de México.— El cantante Yahir rompió el silencio en televisión sobre el dolor que vivió con su hijo Tristán por el consumo de drogas. Reconoció que ningún centro, palabra o consejo puede sustituir la voluntad personal. Su historia refleja una crisis que golpea a miles de familias mexicanas: la fragilidad del vínculo entre padres e hijos cuando las adicciones entran en casa.
La adolescencia, etapa de decisiones solitarias
“Todo es increíble de niño hasta que cumple once”, relató Yahir en el programa Miembros al Aire. “Ahí empieza la adolescencia, y nuestros hijos comienzan a escuchar más a sus amigos que a nosotros”. Para el cantante, ese punto marca un camino donde los padres quedan fuera de escena y sólo queda esperar que los círculos de amistad sean positivos.
La pérdida de una comunicación cercana, a pesar de un ambiente amoroso y estable, puede ser el inicio del distanciamiento. Yahir lo expresó con crudeza: “El ejemplo, el amor, el estar, no siempre son suficientes”.
Ayuda profesional, esperanza con límite
Cuando el problema de adicciones llegó a su hogar, Yahir recurrió a todos los recursos disponibles: centros de rehabilitación, anexos, especialistas, terapias. Hubo esperanza, información, pero también hubo recaídas. “Nos dimos cuenta de que todo eso sirve, pero llega un momento donde si la persona no quiere salir, no hay fuerza externa que baste”, compartió.
El caso de su hijo Tristán lo confirma. Aunque recibió múltiples tratamientos, su recuperación sólo comenzó cuando él mismo decidió cambiar. “Fue hasta que él quiso”, aseguró su padre.
Reencuentros, heridas y reconciliaciones
Después de una pelea pública entre padre e hijo a mediados de 2024 por una presunta recaída, las fiestas decembrinas trajeron un reencuentro. Tristán llegó por sorpresa a Hermosillo, Sonora, La visita fue un respiro emocional para ambos. “Lo disfruté y gocé mucho”, expresó el cantante.
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Tristán también empezó a hablar desde otra perspectiva. En su participación en un programa televisivo dijo sentirse pleno, aunque no oculta el reto que implica estar en recuperación.
Familias que no se rinden
Historias como la de Yahir y Tristán son el reflejo de lo que viven muchas familias. Aunque el dolor y la impotencia pueden parecer más fuertes, hay comunidades y escuelas que han empezado a construir redes de prevención. Iniciativas basadas en la escucha, el acompañamiento, la orientación oportuna y la intervención profesional han logrado contener el avance de esta crisis en varios entornos.
Hay familias que, lejos de esconder el problema, han hecho de su experiencia una voz de alerta para otros.
Cuando los vínculos pesan más que el consumo
La historia de Yahir y Tristán pone sobre la mesa una verdad incómoda: los padres no siempre pueden salvar a sus hijos. Pero sí pueden mantenerse cerca, disponibles, presentes. La voluntad de cambiar no se impone, pero sí puede despertarse cuando existe un vínculo que, aunque golpeado, no se rompe.
El testimonio de Yahir envía un mensaje: aunque el amor no baste, nunca deja de ser el punto de partida para la esperanza.
ebv
Celebridades
¿Por qué el mensaje de la hija de Bruce Willis conmovió a millones?
El valor de la memoria, incluso cuando comienza a desvanecerse
Ciudad de México.- La carta que escribió Rumer Willis, a su padre, el actor Bruce Willis, conmovió profundamente a miles de personas. Su mensaje compartido después en redes sociales, no solo fue un gesto íntimo. Se convirtió en una ventana abierta al dolor, la gratitud y la reflexión que muchas familias enfrentan cuando un padre o madre vive con demencia.
Bruce Willis enfrenta un diagnóstico de demencia frontotemporal, una enfermedad progresiva que afecta la capacidad de comunicación y memoria. Frente a este proceso, su hija compartió palabras que resonaron en muchos hogares:
“Ojalá te hubiera hecho más preguntas mientras aún podías contármelo”, escribió.
Y también: “Daré las gracias por cada momento contigo”.
No habló desde el drama. Lo hizo desde el amor que no claudica, desde la nostalgia de lo no dicho. Desde el deseo profundo de seguir conectando con su padre, incluso en el silencio.
¿Por qué conmovió tanto este mensaje?
La carta de Rumer no se viralizó solo porque es hija de una celebridad. Conmovió porque retrata con sinceridad un momento que muchas personas viven: ver cómo un padre deja de ser el mismo, sin dejar de serlo por completo.
Su mensaje toca una fibra universal: el anhelo de volver atrás y preguntar más, abrazar más, escuchar más. Su dolor es también el de quienes cuidan, esperan y agradecen cada instante que aún pueden compartir.
Estas palabras conectan porque nos recuerdan que el amor no desaparece con la enfermedad. Permanece, incluso cuando la memoria se borra.
¿Cómo acompañar emocionalmente a un ser querido con demencia?
Acompañar a un padre con deterioro cognitivo no significa solo cuidar. Implica estar presente, incluso cuando la respuesta no llega.
Significa hablar aunque no haya respuesta. Tomar la mano aunque no se sepa quién la sostiene. Escuchar una canción que antes unía, aunque ahora haya silencio.
Implica también permitirse llorar y agradecer. Valorar cada gesto, cada mirada. No medir el vínculo por lo que se recuerda, sino por lo que permanece: el afecto.
¿Qué tipo de apoyo pueden ofrecer los hijos adultos?
Los hijos pueden ofrecer mucho más que asistencia física. Pueden sostener el entorno emocional del hogar. Ser puentes entre el pasado que se desvanece y el presente que aún respira amor.
La carta de Rumer es un recordatorio de eso. No es necesario tener todas las respuestas. Basta con estar, mirar con ternura, nombrar sin esperar confirmación, recordar por ambos.
Acompañar a un padre en la fragilidad es, también, un acto profundo de dignidad humana.
Una lección más allá del Día del Padre
Aunque el mensaje se publicó con motivo del Día del Padre, su valor trasciende una fecha. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras relaciones familiares mientras hay tiempo.
Preguntarnos hoy ¿Estoy agradeciendo cada momento? Puede evitar que mañana tengamos que decir “ojalá”.
npq
Ciudad de México.- El cantante Carlos Rivera sorprendió a sus seguidores al presentar públicamente a su hijo León y compartir un momento íntimo: le cantó al nacer. La noticia no solo conmovió a sus fans, sino que también es un testimonio de paternidad amorosa y comprometida.
El cantante, conocido por su talento musical y sus valores, reveló que, en el preciso instante en que su hijo llegó al mundo, lo recibió con una canción. Una muestra de ternura y sensibilidad que muchos celebraron como un ejemplo poderoso de lo que significa estar presente desde el primer momento en la vida de un hijo.
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Carlos y Cynthia habían guardado celosamente la identidad de su hijo
Junto con la conductora Cynthia Rodríguez, su esposa, Carlos Rivera mantiene una vida familiar reservada. Esta apertura y los detalles sobre su nacimiento reflejan también el deseo de compartir la alegría de la paternidad.
En una cultura donde la paternidad muchas veces ha sido asociada al rol de proveedor, el gesto de Rivera rompe con esos estereotipos. Su decisión de cantar a su hijo en el parto no es un simple detalle, es un mensaje profundo sobre los vínculos entre padres e hijos.
Desean tener otro hijo
La idea de agrandar la familia con la llegada de otro bebé también es un proyecto importante para los esposos.
npq
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