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La voz de la igualdad, reseña

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México.- Quizá para fuera de Estados Unidos, el nombre de Ruth Bader Ginsburg no signifique nada, más en una generación donde damos por hecho todo lo que vivimos. Sin embargo, estamos frente a una mujer que logró inspirar a toda una generación para luchar por una mayor equidad e igualdad de género en la lejana década de los 60 en la Unión americana.

La película La voz de la igualdad se sitúa en 1956, en los inicios de quien hasta el día de hoy se desempeña como jueza de la equivalente a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos.

Conocemos cómo logró salir adelante en la Universidad de Harvard, con una matrícula de hombres, en una época en que la carrera de Derecho no aceptaba mujeres.

Ruth Bader Ginsburg sufrió de discriminación por el simple hecho de ser mujer, puesto que se les consideraba como un ser inferior.

A pesar de haber sido la mejor alumna de su generación, Ruth Bader Ginsburg no consiguió un trabajo acorde a sus estudios, aunque intentó entrar a más de 10 bufetes de abogados.

Es así que debe conformarse con ser profesora, sin saber que ahí encontraría el gran impulso para continuar, puesto que el espíritu activista de sus alumnos la inspiró a querer generar el cambio y trabajar, junto a su esposo Marty que también es abogado, en casos de inequidad de género y luchar por los derechos de las mujeres.

En un momento crítico del cine, donde todas las salas están plagadas de secuelas, remakes innecesarios y franquicias interminables, resulta gratificante encontrar propuestas novedosas como esta.

Si bien el tema que trata sucedió se ubica en los años 50, se trata de una lucha que está más viva que nunca, ya que las mujeres buscan conseguir a toda costa tomar su propio lugar en la sociedad machista y luchan porque se les considere iguales a los hombres.

La forma en que es tratado el tema también merece una mención especial. Hoy en día, al momento de hablar del empoderamiento de la mujer, inmediatamente lo asociamos a una persona que no necesita de alguien más a su lado y que incluso lo reta y humilla, pero eso no ocurre en La Voz de la Igualdad.

Ruth Bader Ginsburg es una mujer que, si bien lucha porque se le reconozcan sus derechos como tal, nunca dejó a un lado a su esposo y siempre buscó la manera en que ambos salieran adelante.

La actriz Felicity Jones se adueña del personaje y logra transmitir todos los sentimientos que la rodean, haciendo que el espectador sienta una conexión inmediata con ella y sufra con cada obstáculo que se le presenta.

La Voz de la Igualdad es una película conmovedora, que nos invita a reflexionar sobre los tiempos en que vivimos y darnos cuenta de que todo cambio se logra sólo a través de la perseverancia y lucha constante, de nunca rendirnos cuando las cosas van mal, de cuestionar todo lo que nos rodea. Solo así podremos ser una mejor versión de nosotros mismos, solo así lograremos vivir en igualdad.

Por Rodríguez Anguiano Omar Alejandro

La voz de la igualdad

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