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Mexicanos domesticaron el maíz hace 9 mil años
México.— Hallan en una cueva en Tehuacán, Puebla, vestigios de maíz del tiempo en que empezó a domesticarse la semilla hace 9 mil años por hombres prehistóricos.
Científicos mexicanos identificaron que la historia del maíz y el hombre empezó hace 9 mil años, cuando el teocintle de Balsas comenzó a ser controlado por los primeros grupos humanos en la zona. El maíz era consumido con carne de venado, frijol, calabaza y chile, explicó Ángel García Cook, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En el trabajo difundido en el Proceedings of the National Academy of Sciencias (PNAS) en Estados Unidos, investigadores del Cinvestav recolectaron en cuevas de Caxcatlán maíz ancestral consumidor por los primeros pobladores del centro de México.
“Fue formidable regresar. Como han hecho autopistas me dijo el doctor Rafael Montiel (otro de los coautores) que probablemente la cueva había desaparecido, y les dije ‘no lo creo porque está en una barranca’, cuando llegamos afortunadamente aún estaba ahí. Es necesario revisar otras cuevas en la región para tratar de encontrar más vestigios”, compartió al Foro Consultivo Científico y Tecnológico el especialista.
Entre 2012 y 2015, los investigadores colectaron evidencias de maíz primigenio que al ser analizados con herramientas genéticas modernas, revelaron que son las segundas semillas más antiguas de nuestro país.
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Los resultados fueron comparados con las secuencias genéticas de otros tipos de maíz moderno que fueron secuenciadas anteriormente, y encontraron que esos granos eran menos dulces que los actuales, además de que se encontraban a la mitad del proceso de domesticación.
Por su parte, Jean Philippe Vielle Calzada precisó que el trabajo les ha permitido identificar una serie de genes que ofrecían a estos granos una resistencia a la sequía o a plagas, y que deben ser estudiados como una opción de mejoramiento para el maíz moderno.
“Se podría lograr mediante los procesos tradicionales de mejoramiento de maíz, como la combinación de semillas que realizan los campesinos. Al hablar de mejoramiento no necesariamente debemos pensar en transgénicos”, precisó el investigador.
Los restos encontrados miden unos tres centímetros, por lo que para examinar el proceso de domesticación, los científicos esperan seguir colaborando con el INAH para realizar nuevas exploraciones y análisis de semillas primigenias, añadió Vallebueno Estrada.
El estudio sugiere por la constitución genómica del maíz de San Marcos que es el intermediario entre el teocintle del Balsas y el maíz actual, manteniendo rasgos de la diversidad genética de su antepasado silvestre, pero no con el maíz moderno.
Vallebueno explicó que una de las principales interrogantes es justamente cómo se dio este proceso y la forma en que pasó de una planta de no más de 50 o 60 semillas a las mazorcas que se siembran y comercializan en la actualidad.
En el trabajo participaron además de los especialistas ya citados, Isaac Rodríguez Arévalo, Alejandra Rougon Cardoso y Javier Martínez González.
emc