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Revelan el mito de Juan José Arreola

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México.- A un siglo del natalicio del escritor mexicano Juan José Arreola (1918-2001), su hijo, Orso Arreola indicó que aún “hay muchos mitos” sobre la vida y obra de su padre, como “que él nada más estudió hasta tercer año o cuarto de primaria”, lo que ha desmentido tras años de investigación.

“Vamos a puntualizar aquí que Juan José Arreola sí estudió, porque hay un mito de que era autodidacta”, señaló Orso al explicar que el autor de Confabulario (1952) estudió en el Instituto Nacional de Bellas Artes y, como becario, en Francia.

Tras vivir su infancia en Zapotlán el Grande (hoy Ciudad Guzmán), en el estado occidental de Jalisco -donde nació-, Arreola buscó estudiar teatro en Guadalajara, la capital estatal, pero debido a que no existía la carrera que él deseaba viajó a Ciudad de México el 1 de enero de 1937.

Casi de inmediato, Arreola ya era alumno de la Escuela de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, rodeado de grandes personajes y maestros en la historia del teatro en México como Celestino Gorostiza y Rodolfo Usigli, importantes dramaturgos.

Otro de sus maestros fue Xavier Villaurrutia, con quien tuvo una buena amistad y fue uno de los primeros lectores del Arreola cuentista, además de que había sido un importante guía de Octavio Paz, ganador del Premio Nobel de Literatura 1990.

“Villaurrutia fue muy importante en la vida de Arreola, no solo como maestro. Hizo teatro con él. Villaurrutia era poeta y además escribía teatro, dirigía teatro y montó, con Arreola, teatro”, destacó Orso.

A partir de 1937, Arreola se encontraba inmerso en la escuela de teatro, representando las corrientes importantes del teatro nacional y europeo, hasta que en 1940 inició una gira con Rodolfo Usigli y crearon la compañía Teatro de Media Noche

La etapa dedicada al teatro en la escuela culminó. Pero pronto, en 1944, Juan José Arreola conoció a Louis Jouvet, actor y director de la Comedia Francesa, quien le abriría las puertas al medio intelectual francés.

Luego de recorrer las capitales latinoamericanas con un repertorio de teatro francés clásico, Jouvet conoció en Guadalajara al entusiasta Arreola, quien con su amplio conocimiento de la cultura y literatura francesas le expresó su interés en el teatro.

Incluso, menciona Orso, hay una parte que suele olvidarse de Juan José Arreola: su segunda lengua era el francés. “Se dice que aprendió a hablarlo viendo las películas de Jouvet”, refirió, hasta que formalmente tuvo una maestra.

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Después de escribir en un papel los datos de Arreola, Jouvet le dio la indicación de esperar una carta al término de la Segunda Guerra Mundial, pues aunque París no había sido bombardeada, sí sufría los estragos del conflicto.

En la carta, que efectivamente llegó al finalizar la guerra, se le indicó a Arreola presentarse en la embajada de Francia en México a realizar el trámite de una beca que le otorgaría el Gobierno francés para estudiar, con Jouvet, en París.

“Yo creo que ese día Arreola no durmió”, dice con una sonrisa su hijo, y manifiesta que quizás el escritor saltó de alegría.

Así, pese a algunas complicaciones, Jouvet recibió finalmente a Arreola y, con sus colaboradores, apoyó durante un año la formación de quien sería uno de los más grandes autores de la literatura mexicana y figura clave en el fortalecimiento de la cultura en México por su trabajo en la formación de la nueva generación de escritores y por su activa participación en los medios de difusión.

La vida de estudiante del escritor es un dato que Orso Arreola hace hincapié en recordar y así acabar con el mito de que Juan José Arreola “no había estudiado nada, que se había formado solo, que se había inventado a sí mismo”.

Aún hay más por conocer, investigar y aprender de la vida y obra de Juan José Arreola, por ejemplo, “su pensamiento”, aseguró su hijo y principal aprendiz, quien a 100 años del natalicio de su padre lo recuerda como una persona sabia.

“Como hijo recibí de mi padre lo que él sabía: conocimiento. Esa herencia que me transmitió a mí desde niño, en las etapas largas de vida que compartimos juntos, es lo más hermoso y valioso que ha sucedido en mi vida”, acotó. (EFE)

emc

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