Celebridades
Roberto Gavaldón, melodrama negro
Guadalajara, Jalisco.- A Roberto Gavaldón (1909-1986) lo reconocemos en el panorama del cine nacional como el realizador de la burguesía nacional, en los años del alemanismo; pero estudios recientes de su producción fílmica hacen ver que el contenido de sus películas fue más allá del mero retrato complaciente de una época determinada.Junto a otros especialistas, el crítico e investigador cinematográfico Carlos Bonfil han acuñado el término melodrama negro, para referirse al contenido de las películas de Gavaldón, quien además logró filmar con un estilo que hoy conocemos como “cine de autor”, pues se supo rodear de expertos o verdaderos artistas en áreas de producción como escenografía, fotografía y desde luego guión.
El resultado del trabajo de investigación de Carlos Bonfil fue presentado en la edición 30 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a donde asistió con su libro Al filo del abismo, Roberto Gavaldón y el melodrama negro.
“El melodrama es el género por excelencia en México –nos dice el autor-, es lo que le dio sustento a la llamada ‘Epoca de oro del cine nacional’. En ese contexto, Gavaldón supo abrirse paso para desarrollar una sería de películas en las que cuales logró retratar la decadencia de la burguesía del país, la corrupción imperante y la desigualdad de la sociedad. Esas premisas aún son vigentes, de hecho me parece que estamos en uno de los puntos más altos de nuestra historia”.
Roberto Gavaldón dirigió a María Félix y Arturo de Córdova (La diosa arrodillada, 1947; Miércoles de ceniza, 1958), Dolores del Río y Jorge Mistral (La otra, 1946; La casa chica, 1949; Deseada, 1950), Pedro Armendáriz (La noche avanza, 1950; El rebozo de soledad, 1952), Libertad Lamarque (Acuérdate de vivir, 1952; Historia de un amor, 1955; Los hijos que yo soñé, 1964) o Ignacio López Tarso (Rosa Blanca, 1961; Días de otoño, 1962).
Carlos Bonfil nos dice: “Este libro surgió por una invitación que me hizo el hijo del cineasta, Roberto Gavaldón Arbide, quien me dio total libertad para abordar el tema. Así que decidí centrar mi investigación en un aspecto poco tratado de su filmografía, no quiero decir con esto que existe una bibliografía abundante ni de él ni de otros cineastas contemporáneos suyos, sino que dentro de lo poco que hay, este es un tema inédito, por lo que espero las nuevas generaciones descubran una faceta muy interesante”.
Cabe recordar que el llamado cine negro surgió en Francia en 1950, tuvo un periodo de auge luego de la Segunda Guerra Mundial gracias al trabajo de realizadores europeos que migraron a Estados Unidos, donde el propio Roberto Gavaldón estudió cine.
“Así que a su regreso a México, me gusta pensar que fue inevitable que sus producciones estuvieran influidas por aquellos colegas suyos, claro, tuvo que adaptarse al nuevo contexto y echar mano de lo que tenía. Trabajar por ejemplo con guionistas como José Revueltas no fue algo gratuito. Tampoco tener a Gabriel Figueroa como director de fotografía ni a María Félix o Dolores del Río en los papeles centrales. Como guionista tuvo a Javier Revueltas, y las colaboraciones de Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. Por todo ello, podemos decir que fue el primer realizador en filmar cine de autor en México, pues logró tener a esos grandes artistas en sus filmes, y al mismo tiempo controlar todo su contenido.
“De ahí viene esta otra parte muy interesante que tiene qué ver con la mira aguda y crítica de un periodo específico en la historia de nuestro país. Es cierto, él perteneció a la burocracia, pero por eso sabía cómo funcionaba, cómo era por dentro… por ello pudo criticarla. Nada de lo que hizo fue una coincidencia, algo fortuito, sabía muy bien lo que quería contar, así que se rodeó de todos estos importantes personajes. Por ello su cine aún es vigente. Realizadores como Luis Estrada, Amat Escalante o Michel Franco cabe muy bien en esta denominación de melodrama negro, por la forma en que cuentan sus historias, pero sobre todo, por la forma en que critican a la sociedad actual, aún llena de corrupción y desigualdad, con una burguesía corrupta”.
Tanto en el cine de Roberto Gavaldón como en el de los otros cineastas mencionados, el melodrama queda ensombrecido por temas como la muerte, la fatalidad, los amores imposibles y el azar.
“Las consecuencias de su cine son una actitud, una manera de ver la realidad, relacionada con la sátira política y el thriller policiaco.
Roberto Gavaldón
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