Suspenso por ‘El Chico sin Nombre’

México.— Estudió Ingeniería en Sistemas en el Tec de Monterrey, pero Ricardo Zárate comprendió a tiempo que “la vida te cobra las facturas” de tu destino y decidió entonces abandonar los números y la calculadora para dedicarse a lo que siempre quiso. Escribir.

El chico sin nombre, es su primer libro, una novela de suspenso que le publica el sello Alfaguara de Penguin Random House, tras haber debutado hace un año como escritor con el guión de la película La niña en la mina, producida por Televisa.

“Este thriller es la historia de Alex, un adolescente hijo de un senador que aspira a ser Presidente de México, quien tiene un hermano mayor de nombre Dante y que lleva 10 años desaparecido… Alex se pregunta por qué con el poder que tiene su padre no han podido encontrar a su hermano plagiado”, cuenta Ricardo Zárate.

P. ¿Por qué escribir sobre secuestro, un tema que duele en México?

R. Sin duda el secuestro es una herida abierta en México que produce un dolor tremendo. Hay una cantidad impresionante de desaparecidos en el país, que es imposible no encarar esta situación.

P. ¿Quién és el El Chico sin Nombre?

R. El chico sin nombre responde a Alex, un adolescente que pasa por una crisis y reflexiona sobre que en el mundo no hay palabras para muchas cosas, como describir la muerte de tu hermano, alguien muy muy cercano a ti.  Por ejemplo si pierdes a tus padres eres huérfano o a tu pareja viudo, pero no se enfocan al dolor de un adolescente cuando pierde a su hermano… y en esa identidad personal, reside el reconocimiento del otro.

P. ¿Dejas de ser ingeniero  y te vuelves escritor?

R. Me di cuenta que no iba a ejercer la ingeniería, que mi vida era escribir, entonces emprendí de esa forma mis estudios en cine y llegó la oportunidad con La niña de la mina, una película de misterio que impulsó y produjo Televisa, ahí en ese proceso le fui dando forma al texto de El chico sin nombre que también iba a ser una película, pero entonces comencé a pensarla como una novela. 

P. ¿Qué escritores te han influenciado? ¿Por qué escribir suspenso?

R. Soy un lector muy agradecido de Stephen King. Para mi sus novelas me dejaron una impronta muy fuerte, sobre todo las novelas de adolescentes en desafíos…  y así un autor te va llevando a otro y de las novelas de Stephen King pasé por Hermann Hesse con Demian, Siddhartha y El lobo estepario, y más recientemente estoy redescubriendo la literatura de José Revueltas, su oficio ha sido muy impactante, incluso trabajé en un documental sobre él para Clío.

P. ¿Por qué escribir en la era Millennial?

R. Me gustaría ser leído, encontrar lectores, hallar un nicho de mercado. Sé que los hay, es un compromiso como escritor llegar a ellos, a los jóvenes. Después ya será producto de la calidad del trabajo, con todos sus aciertos y limitaciones claro.

P. ¿Qué vamos a descubrir en tu novela?

R. Van a encontrar una novela con conflictos reales, no hay fantasía. Así se potencian las posibilidades diversas de la historia de cada personaje, temas fuertes pero que a la vez permiten a la persona una expresión más amplia, con acidez y una realidad que entramos en contacto. El chico sin nombre es una experiencia emotiva de entretenimiento inteligente.

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FRAGMENTO

“Álex sostenía que podía hacer desaparecer a cualquier persona en cualquier momento, y que con borrar su rastro del mundo digital era suficiente para que, en el mundo real, nadie volviera a saber nada de esa persona nunca jamás. Sólo se necesitaban las líneas de código adecuadas.

—¿Y de verdad no hay manera de que te encuentren?

—No, ni en internet ni en la deep web, ni en ningún otro lado.

—¿Deep web?

—La deep web es como el lado oculto de internet, la cara que no se ve —dijo Álex—. Es como Jano, ¿lo conoces?

—No me lo han presentado todavía.

—Es un dios mitológico.

—…

—Es un tipo de dos caras, una adelante y otra atrás. Así es internet. La cara que conocemos, la que nos ve de frente, sólo nos dice la información que él quiere que conozcamos, la que encontramos a partir de los buscadores que todo mundo usa. Pero la cara oculta es la que sabe casi todo. Ésa es la deep web. Más de noventa por ciento de lo que hay en internet está oculto. Y ahí hay cosas que no te imaginas. Puedes contratar asesinos, comprar y vender armas, drogas, esclavos, puedes ver pornografía que al Marqués de Sade le daría asco —Ana no sabía quién era el Marqués de Sade y se reprochó el ser tan inculta. Álex se dio cuenta de eso al ver la expresión del rostro de su amiga, pero lo dejó correr, y continuó—: Muchos gobiernos guardan en la red profunda sus secretos más preciados. Y yo sé cómo hacerle para que ni en la deep web puedan saber de ti.”

emc