Formas literarias y tradiciones que encantan a todo público

Las formas literarias son perfectas para enamorarnos de la lectura, aprender cosas nuevas y maravillarnos con la inventiva de sus creadores. Por otro lado, hay tradiciones que encierran el idioma castellano, provenientes de diferentes países que crean un sentido de identidad y pertenencia que también es de gran valor. 

Fábulas cortas famosas, con mensajes profundos 

Las fabulas cortas son estructuras literarias que cuentan una historia de manera divertida y siempre dejan un mensaje de enseñanza o moraleja. Gracias a su técnica sencilla es ideal para que los niños aprendan lecciones llenas de valores y criterios positivos de la vida. 

Todos de pequeños escuchamos alguna fábula o cuento por parte de nuestros maestros, padres, tíos o abuelos y es muy probable que aún, ya siendo mayores, las recordemos con cariño y entusiasmo porque de una u otra manera, se reviven gratos recuerdos. 

Hay algunas fábulas populares, cuyos mensajes y moralejas nunca pierden vigencia y por eso queremos hacer una breve recopilación de estas. La intención es que las recuerdes y de ser posible, apuntes las que más te gusten para contarlas a tus hijos. 

Si eres docente o estás a cargo del cuidado de niños y niñas, también te servirán como material de apoyo para que los entretengan por un rato con estas historias, porque todas son divertidas y ofrecen un mensaje para analizar y aprender.

Moralejas de algunas fábulas populares

• El pastorcito mentiroso: la historia habla de un niño que siempre decía mentiras a su pueblo, en relación con el ataque de un lobo a sus ovejas. Lo hacía por aburrimiento. Cuando de verdad sucedió, nadie en el pueblo le creyó y el lobo logró comerse a varias ovejas. La moraleja son las consecuencias que trae decir mentiras.

• El cuervo y el zorro: esta fábula cuenta la historia de un cuervo que se encontraba descansando en un árbol, tras lograr robar un pedazo de queso de una casa cercana. Un zorro se acercó adulando su plumaje, lo que le hizo sentir tan bien que al cantar soltó el pedazo de queso y el zorro se lo quitó. Es un mensaje claro sobre la confianza y la adulación.

• El lobo con piel de oveja: el cuento trata de un lobo que no tenía éxito al intentar cazar las ovejas de un pastor. Ante tanto fracaso, tuvo la idea de disfrazarse con la piel de ovejas y logró mezclarse entre el rebaño. Al finalizar la jornada, el animal estaba feliz porque podría comer algunas ovejas, pero no se esperaba que el pastor llegará al rebaño para llevarlo en sacrificio, pensando que era una de ellas. El mensaje de la historia hace señalamiento sobre los malos actos que se llevan a cabo y sus consecuencias.

La historia de los pregones cortos mexicanos

Los pregones cortos mexicanos no son más que frases que se dicen en voz alta. Se suelen usar para llamar la atención del público que se encuentra en las calles para dar anuncios o información en general. Quienes se encargan de llevar a cabo esta acción son llamados pregoneros y se hallan en plazas y lugares concurridos. 

La historia de estos personajes tiene su origen en Nueva Esparta, en donde se solían transmitir las noticias y decretos por parte de reinos y autoridades de la época. Pero esta figura surge muchos años atrás en la época medieval, entre los siglos XVI y XIX. Sin embargo, es en ese país de América donde se acentuó la práctica trayendo consigo famosas frases o lo que conocemos como pregones. 

La mayoría son divertidos y llenos de genialidad popular. Una característica particular que los hace adherirse a la memoria colectiva es su rima y porque además, son jocosos y ocurrentes. Podemos hacer mención a algunos famosos. 

• Los vendedores de pasteles u otros alimentos, solían decir: ¡lleve pasteles calientes, son los mejores para quienes no tienen dientes!
• ¡Lleve pan bien calentito, para alegrar el corazoncito de jóvenes y viejitos!

Hay muchos pregones populares. Estos eran utilizados además, por vendedores de periódicos, de zapatos, de fruta y demás productos que, por lo general, eran adquiridos en mercados a cielo abierto o en plenas calles a muy buenos precios, mucho más baratos que en la economía formal. 

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