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Alista peregrinación la Arquidiócesis de Tulancingo a la Basílica de Guadalupe
Los interesados en unirse a esta emotiva peregrinación, pueden dirigirse directamente a las oficinas de sus respectivas parroquias.
Hidalgo.- Como es tradición cada año, la Arquidiócesis de Tulancingo se prepara para su Peregrinación Anual a la Basílica de Guadalupe, un evento de gran significado espiritual que reúne a fieles, presbiterios y su Arzobispo para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe en su día patronal, el 12 de diciembre.
La celebración, que tiene lugar el 8 de diciembre, en el marco de la Inmaculada Concepción, es una de las manifestaciones de fe más destacadas de la Arquidiócesis de Tulancingo.
Congregando a millas de personas de la región que se unen en esta peregrinación hacia la Villa de Guadalupe, en la Ciudad de México.
El Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, encabeza esta emotiva procesión.
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Filiberto Monter, vocero de la Arquidiócesis, explicó: “Es la Peregrinación Anual Diocesana a la Basílica de Guadalupe, un acto de devoción en el que participan fieles de todas las edades”.
Agregó que algunos caminan largas distancias a pie, otros optan por la bicicleta, algunos más llegan en automóvil, mientras que el presbiterio también se suma a esta manifestación de fe.
Uno de los elementos distintivos de esta peregrinación es la ofrenda espiritual que cada parroquia lleva consigo.
Se trata de las “salves”, una oración católica dedicada a la Virgen María que comienza con las palabras “Dios te salve, reina y madre”. A lo largo del año, las parroquias acopian estos “salves” y las reportan a la Curia Diocesana en días previos a la peregrinación.
Todas estas ofrendas se suman y son presentadas como un ramillete espiritual ante la Virgen Morena en la Basílica de Guadalupe.
La misa en la Basílica tiene lugar a las 11 de la mañana, y antes de la ceremonia, es costumbre que los fieles y sacerdotes se reúnan en el atrio del majestuoso templo para compartir un momento de convivencia y fraternidad.
Para aquellos interesados en unirse a esta emotiva peregrinación, pueden dirigirse directamente a las oficinas de sus respectivas parroquias.
Por lo general, se organizan autobuses que forman parte del contingente que parte desde Tulancingo hacia la Ciudad de México por la carretera federal México-Tuxpan.
La Peregrinación Anual de la Arquidiócesis de Tulancingo a la Basílica de Guadalupe es un testimonio conmovedor de la fe y devoción del pueblo católico, así como un recordatorio de la importancia de Nuestra Señora de Guadalupe en la vida espiritual de México.
Cada año, esta tradición perdura y sigue siendo un evento de profundo significado religioso para la comunidad.
ARH