CDMX
Aplausos, a un año de la tragedia en Álvaro Obregón 286
México.— Con un minuto de aplausos y otro de silencio, organizaciones sociales recordaron a las víctimas y damnificados por los sismos del 19 de septiembre de 1985 y el de hace un año, en las afueras del predio de Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma.
La presidenta del Colectivo 19-S-17, Erika Barrientos Pantoja, leyó a nombre de las organizaciones un pliego petitorio dirigido a las autoridades capitalinas electas para que el predio sea convertido en el Instituto de Información, Documentación, Gestión, Prevención y Reducción de Riesgos y Desastres de la Ciudad.
En la banqueta de lo que fuera un edificio de oficinas, ante unas 50 personas, pidió la abrogación de la Ley de Reconstrucción y la supresión de la Comisión de Reconstrucción.
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Demandó justicia para los deudos de quienes perdieron la vida y de los damnificados, con el castigo de los culpables de las muertes por derrumbes que pudieron evitarse y edificaciones de construcción reciente con daños estructurales irreparables.
En el predio de 784 metros cuadrados, la también concejal electa por Morena en Cuauhtémoc dijo que debe haber transparencia en el uso de los recursos y aseguró que el protagonismo no debe ser del gobierno, sino de los damnificados.
A su vez, el presidente de la Asamblea Popular de Personas Damnificadas, Francisco Alvarado, señaló que del predio de Alvaro Obregón 286 hay unos mil 800 damnificados de 380 terrenos en Cuauhtémoc, Benito Juárez, Iztapalapa, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco.
En el lugar donde murieron más de 40 personas, cercado con unas tablas blancas, donde algunos han colocado grafitis pidiendo justicia, sólo el padre de una de las víctimas estuvo presente en la ceremonia.
Martín Estrada García, quien tímidamente levantó la mano para pedir el micrófono a los dirigentes sociales, ninguno de los cuales es damnificado, y comentó que ahí, en el cuarto piso murió su hijo Martín Estrada Zárate, de 30 años de edad.
“A mi hijo lo rescataron al día 11 después de que se cayó el edificio, estaba muerto, era contador, yo sí soy padre de una de las victmas”, comentó con la voz entrecortada.
Con un vaso desechable de café en la mano que le temblaba cada hablaba, dijo que tuvo que recurrir al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustin Pro para que lo asesoraran y saber qué puede hacer “para que me reparen el daño”.
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“Que castiguen a los dueños del edificio porque las columnas estaban dañadas por el temblor del 29 de septiembre de 1985 y después construyeron otro piso”, pidió.
Otras personas que se dijeron damnificados de la colonia Obrera, Guerrero, Benito Juárez también demandaron apoyo y que se esclarezca el destino de los recursos públicos y privados para la reconstrucción, a un año de la tragedia que enlutó a muchos hogares como la de don Martín Estrada.