Estados
Capturan a dos sicarios en Michoacán
Morelia.— Las autoridades detuvieron en el estado de Michoacán a dos presuntos narcotraficantes del cártel de Los Caballeros Templarios acusados del secuestro de cinco policías indígenas y del intento de asesinato de un alcalde.
La policía de Michoacán informó que los detenidos son Fernando Cruz Virrueta y José Antioco Calvillo García, a quienes las autoridades identifican como jefes de grupos de sicarios en los municipios michoacanos de Aquila y Coahuayana, en la costa del Pacífico.
Por si no lo viste: Aparecen muertos elementos de la Fiscalía de Puebla
Ambos fueron detenidos la mañana de este sábado cuando viajaban a bordo de un vehículo sobre la carretera costera número 200, que une los puertos internacionales de Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
Fernando Cruz es hermano de Jesús Cruz Virrueta, alias “el Chuy Playas”, señalado por ser uno de los líderes de Los Caballeros Templarios y de haber ordenado el 5 de febrero el secuestro de cinco policías indígenas de la etnia náhuatl en Aquila.
Los policías, exintegrantes del Grupo de Autodefensa que en 2013 se levantó en armas contra la organización criminal, fueron liberados cuatro días después, después de que la comunidad entregara rifles de asalto a los narcotraficantes.
Te puede interesar: Enfrentamiento en Veracruz deja 14 muertos
José Antioco Calvillo se infiltró en 2013 en el Grupo de Autodefensa del poblado de Huahua, en Aquila, donde se convirtió en líder, aunque fue detenido el 30 de mayo del 2015 acusado de dos atentados contra Cemeí Verdía Zepeda, comandante indígena que expulsó a Los Caballeros Templarios de Aquila.
Calvillo García también ha sido acusado ante la Fiscalía de Michoacán por José Luis Arteaga Olivares, actual alcalde de Aquila, por haber perpetrado un atentado a balazos en su contra en abril del 2016, del cual salió ileso.
Las autoridades han identificado células del cártel de Los Caballeros Templarios que operan en la costa de los municipios de Aquila y Coahuayana, donde reciben cargamentos de cocaína provenientes de Suramérica.
La organización criminal ha sido acusada de asesinar a 32 indígenas y desaparecer a siete más con el objetivo de tomar el control de la explotación de minas de hierro, cuyo mineral era exportado de forma ilegal a países asiáticos.
AGP