‘Deportados de Guerrero caerán en la delincuencia’

Chilpancingo, Gro.—  El director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, auguró una “crisis mayor” en Guerrero por las deportaciones masivas de Estados Unidos, y consideró que se corre el riesgo de que los deportados caigan en la delincuencia organizada.

La migración ha sido “un movimiento invisible” para los gobiernos estatales porque nunca ha sido atendido, consideró, por lo que no existe una cifra real de las personas que han salido de Guerrero hacia Estados Unidos, ni hay dependencias dedicadas a registrar o monitorearlos.

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Ese Centro de Derechos Humanos que se ha distinguido a nivel nacional e internacional por su defensa a grupos de indígenas, migrantes y jornaleros no ha sido contactado por el gobierno, que ha publicado sus acercamientos con organizaciones de migrantes por lo que su director consideró que son discusiones unilaterales.

“Están tratando de tener relaciones allá pero si con los locales no lo han hecho; si no se han coordinado para ayudar a los jornaleros agrícolas, con los migrantes internacionales menos”, expresó.

Consideró que no hay manera con la que las familias de los migrantes puedan sobrevivir al llegar a Guerrero pues acá sus familias tienen que sembrar para sobrevivir; dijo que en promedio las familias de migrantes viven con 300 dólares al mes además de que las remesas han contribuido en las comunidades para las obras públicas.

“Se avecina una crisis mayor que puede causar tanto problemas de sobrevivencia, de delincuencia, mayor desempleo, en La Montaña no hay forma de recibir a los migrantes, yo creo que no regresarían a la región, no hay tierras dónde sembrar, no hay alternativa para vivir dignamente, no hay ingresos, va  ser un problema también para las ciudades”, expresó.

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Sobre si hay riesgo de que el desempleo los lleve a las filas de la delincuencia organizada consideró que sí, pues si llegan a un sitio donde no hay empleo se corre ese riesgo.

“La gente se iría a lugares donde hubiera empleo y al no encontrar empleo ahí es donde se corre el riesgo de que pueda más bien la delincuencia generar mayor oferta de trabajo y mano de obra”, aseveró.