Expertos mexicanos identifican biomarcadores para detección temprana de cáncer de mama

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se registraron 2.3 millones de nuevos casos de cáncer de mama y 665 mil defunciones a nivel mundial.

En México, la situación es alarmante: aunque la incidencia de esta enfermedad es similar a la de Estados Unidos, las tasas de mortalidad son el doble, en gran parte debido a diagnósticos tardíos, según la especialista Zentella Dehesa.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 se reportaron 8,034 muertes por cáncer de mama en la población de 20 años y más, de las cuales 7,992 (95%) ocurrieron en mujeres.

La mayoría de las defunciones se presentaron en el grupo de 60 a 74 años, con un total de 2.598 casos. La tasa de mortalidad en mujeres de 20 años y más fue de 17,9 por cada 100.000 habitantes.

Aunque la tasa de incidencia ya no crece al ritmo de años anteriores.

Sin embargo, el investigador advierte que el número de casos sigue aumentando, presentándose incluso antes de los 40 años, y, en algunos casos, entre los 15 y 20 años.

Frente a esta problemática, especialistas del Instituto de Investigación en Biomedicina y Oncología (IIBO) han identificado biomarcadores que permiten la detección temprana del cáncer de mama a través del Programa de Investigación en Cáncer de Mama (PICM).

Este programa, que desde 2014 investiga la enfermedad desde perspectivas biológicas, moleculares y genéticas, colabora con diversas instituciones para abordar la problemática de manera integral.

Relación entre obesidad y cáncer de mama.

Zentella Dehesa explica que se han llevado a cabo estudios traslacionales para investigar la relación entre la obesidad y el cáncer de mama, destacando que el exceso de peso es un factor de riesgo significativo.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición publicada el 22 de agosto de 2024, entre 2020 y 2023, la prevalencia de obesidad en adultos de 20 años y más fue del 37,1% (41% en mujeres y 33% en hombres).

El investigador señala que, entre 1990 y 2022, la prevalencia global de obesidad se duplicó, convirtiendo a México en uno de los países con cifras alarmantes, especialmente en mujeres, donde se incrementó del 24.9% al 35.2% entre 1999 y 2012.

En este contexto, aproximadamente el 50% de los pacientes con cáncer en México tiene sobrepeso u obesidad.

El programa ha desarrollado líneas celulares para comparar el cáncer de mama en pacientes con y sin obesidad, encontrando que las células en un ambiente de obesidad son más agresivas y eficientes en la formación del cáncer.

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Estos hallazgos son cruciales para identificar factores y hormonas que podrían servir como marcadores médicos útiles.

Importancia de la detección temprana.

Zentella Dehesa explica que, si se detecta a tiempo, las células cancerígenas pueden ser atacadas y eliminadas mediante tratamientos adecuados.

Marcela Agudelo Botero, académica de la UNAM, resalta que el cáncer de mama no solo impacta a los pacientes, sino también a sus familias y comunidades.

A medida que se diagnostican más casos en edades tempranas, se genera una carga significativa en la salud de las mujeres, quienes más del 90% de los casos.

Estrategias de detección y prevención.

Para la detección del cáncer de mama, se recomiendan tres pruebas principales: la autoexploración mensual para mujeres a partir de los 20 años.

Por ello, el examen clínico anual es recomendable a partir de los 21 años y la mastografía anual para mujeres de 40 años o más.

ARH