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Hace ‘malabares’ para ayudar a damnificados

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Ciudad de México.— Víctor Serrano Hidalgo es un joven de 23 años que salió de su casa en Coacalco, Estado de México, desde el pasado martes 19 de septiembre, con el objetivo de hacer lo que fuera para ayudar a aquellas personas que lo perdieron todo derivado de este sismo de 7.1 grados en la escala de Richter.

Ese mismo día, acompañado de sus primas, compraron todo para hacer tortas y las llevaron a los damnificados de Ecatepec. Cuando se les acabaron los recursos se pusieron a vender paletas, incluso a hacer malabares en los semáforos, para poder seguir ayudando a los afectados por el terremoto.

Víctor no tiene piernas y aún así desde aquel martes no ha dejado de ir a los lugares colapsados para colaborar como voluntario en las labores de rescate y acopio de víveres para quienes lo perdieron todo o casi todo.

Hoy Víctor estuvo en la zona del edificio colapsado en Álvaro Obregón 286, alegre y optimista, invitando a la gente a cooperar y traer víveres para apoyar, porque esto, dijo, apenas está empezando.

Con escoba y recogedor en mano, Víctor y sus primas formaron parte de una campaña para barrer el lugar y mantener limpios los espacios en los que se desarrollan las labores de rescate.

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“A las familias trato de darles ánimos porque la verdad si te rompe el corazón, pues gracias a Dios a uno no le pasó nada, pero ellos que perdieron su vivienda y sus pertenencias, es muy duro por el trabajo de años para poderse hacer de sus cosas y que las pierdan en minutos; yo trato de darles ánimos y ver quién nos puede ayudar a conseguir apoyo para que puedan recuperar algo de sus pertenencias”.

El martes pasado Víctor llevó ayuda para los damnificados en Jojutla, Morelos, ¿cómo?; como cualquier voluntario, movido por el ánimo e interés de ayudar a sus semejantes que se encuentran en desgracia.

Estuvo recogiendo escombros en Jojutla, donde nos comentó que no hay muchas manos, y había más mujeres que hombres, lo que, aseguró, no le sorprendió porque sus primas son mujeres y desde el primer día junto con él estuvieron recogiendo escombros.

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Subraya Víctor que le ha ayudado a su hermano a poner pisos y a tirar bardas, por lo que este trabajo de recoger escombros, no fue algo difícil en lo absoluto para él.

Al hablar sobre la tragedia que ocasionó este sismo del 19 de septiembre, Víctor nos dijo que desde el primer día que vino a esta zona de Álvaro Obregón y que vieron el edificio les impactó.

“Mis primas estaban impactadas, yo también porque hasta que lo vives ves la realidad; conocimos a mucha gente adentro, rescatistas que nos decían que todavía había vida porque habían hecho pruebas y aún había calor”.

“Te sientes impotente porque hay muchos muertos, es muy difícil, esa impotencia de no poder salvarlos, quisiera hacer muchas cosas pero lamentablemente no se puede, porque puedes arriesgar tu vida y no encontrar nada”.

Esta tragedia no se va a olvidar, no se va a pasar tan fácilmente, sólo echándole ganas y teniendo el corazón abierto es como se podrá pasar este difícil momento que está viviendo la gente, afirma.

Víctor ahora está consiguiendo apoyo porque quiere llevar ayuda a Oaxaca. Asegura que lo puede hacer todo y conoce sus límites; “sé hasta donde puedo llegar”.

Nos contó que a los cuatro años le dio una enfermedad que se llama “púrpura fulminante”, por lo que le tuvieron que amputar las piernas para salvar su vida.

Desde ese entonces su vida cambió y, asegura, decidió vivirla normal y esforzarse más todavía.

“Nunca me limité a hacer nada, desde niño la gente que me conoce sabe que soy igual que cualquier persona, soy una persona normal, es lo que soy”.

ebv

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