Nohemí llegó a la Ciudad de México siendo niña proveniente de una comunidad mazahua del estado de México junto con sus padres. Al igual cientos de miles de indígenas en la capital tuvo que luchar contra la discriminación, el idioma, la falta de empleos, acceso a vivienda digna y oportunidades para estudiar.
Con mucho esfuerzo se convirtió hace unos meses en la primera profesionista de una familia de artesanos textiles. Terminó su carrera en Finanzas y realizó su servicio social en el despacho de contadores IPS. Sus familiares cuentan que estaba muy feliz, entusiasmada porque la habían citado en esa empresa para acudir el 19 de septiembre a las 13:00 para firmar su primer contrato laboral.
Ella decía que con este empleo ayudaría a sus padres y sobre todo a sus dos hermanos menores a salir adelante, a estudiar como ella lo había logrado. A las 13:14 horas de ese día el sueño se desvaneció.
El edificio de Álvaro Obregón 286, en la Colonia Roma Norte, sede del despacho IPS no soportó el sismo del 19 de septiembre y terminó con la vida casi medio centenar de personas junto con la de Nohemí Manuel García, originaria de San José de la Laguna, municipio de Donato Guerra, cuyo cuerpo fue rescatado 10 días después del colapso.
Por 10 días familiares de Nohemí esperaron pacientes un milagro. Nunca ocurrió. El saldo final en Álvaro Obregón 286 fue de 28 personas con vida y 49 fallecidas. 19 eran mujeres y 30 hombres. La joven mazahua que emigró a la Ciudad de México con la esperanza de una vida mejor fue una de las 228 personas, por lo menos oficialmente, que fallecieron más que por los 7.1 grados Richter, por la corrupción y permisibilidad del Gobierno de la Ciudad de México en la construcción de edificios en zonas de riesgo y sin las normas de seguridad adecuadas.
Este caso es emblemático, pero la tragedia pudo haber cobrado más vidas de migrantes, ya que cientos de miles de indígenas mazahuas, triquis y de otras etnias viven en viejos edificios, vecindades o terrenos en las colonias Roma, Guerrero y en el Centro Histórico, entre otras zonas, que fueron dañados o están a punto de colapsarse, por lo cual están viviendo a la intemperie sin ningún tipo de apoyo por parte de autoridades delegacionales o de la Ciudad de México.
De acuerdo a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, hasta 2010, se tenía registro de 336 mil 546 mazahuas; de estos, 161 mil 59 eran hombres, 175 mil 487 mujeres, 34 mil 174 niños de 0 a 4 años y 37 mil 512 niños de 5 a 9 años.
Prácticamente todos los estados del país tienen población mazahua, sin embargo, son el Estado de México y Distrito Federal las entidades que más tienen con 283 mil y 22 mil, respectivamente.
Paradójicamente los mazahuas que emigran a la Ciudad de México se dedicaban en sus comunidades a la agricultura y tuvieron que dejar esa actividad porque la presas del sistema Cutzamala, que abastece 25 por ciento del agua potable al Valle de México, les ha impedido acceder al vital líquido para sobrevivir en el campo y seguir sembrando frijol, maíz, calabaza y hortalizas.
El 84 por ciento de la población mazahua se encuentra en el Estado de México, principalmente en municipios como Atlacomulco, lugar de origen de la mayoría de la clase que gobierna el país actualmente y de San Felipe del Progreso.
El portal de noticias “Plumas Libres” expuso en una nota que grupos de otomíes y mazahuas habitan “baldíos delimitados por bardas o edificios, dentro de los cuales los indígenas viven en casas de lámina y de cartón. Y son precisamente esas bardas las que sufrieron afectaciones con el último sismo, por lo que de caerse aplastarían a las casitas improvisadas”.
El campamento más grande se encuentra en el número 18 de la calle Roma, esquina con Medellín, a unas cuantas cuadras de Paseo de la Reforma. En ese sitio, aparentemente fueron menores las fracturas en las bardas laterales, pero los habitantes están a la espera de que Protección Civil les confirme la gravedad de las fisuras para poder regresar, señaló Clara Domínguez, líder de la asociación civil Unidad por el Derechos Indígena y Campesino.
En la calle, las dos carpas blancas que fueron levantadas por otomíes y mazahuas no alcanzan para el resguardo de las 50 familias y decenas de niños que corren y juegan sin entender qué los mantiene en esa situación. Ante el arribo inminente de la lluvia, los más jóvenes colocaron una lona azul para dormir por segunda noche en la calle.
Las mujeres esperan dentro de las carpas, donde colocaron colchones y cobijas, y en medio de las dos casas de plástico se encuentra la pila de víveres que han recibido de vecinos y asociaciones civiles.
De acuerdo con Clara Domínguez, los afectados de “la Roma” no han podido trabajar, porque la mayoría se dedica a la venta de artesanías en el Zócalo, Bellas Artes y la Zona Rosa. También venden dulces en las plazas populares, pero la ciudad todavía es un caos.
Cabe destacar que la falta de empleos en amplias zonas del estado de México y otras entidades como Oaxaca, Chiapas y Guerrero ha obligado por décadas a cientos de miles de indígenas a emigrar a la capital del país.
De acuerdo a la encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la capital habitan ocho millones 918 mil 653 personas, de las cuales el 8.8 por ciento se auto adscriben como indígenas, es decir, cerca de 785 mil. De ellos se calcula que 129 mil personas hablan alguna lengua indígena, lo que representa el 1.5 por ciento de la población.
En la Ciudad de México se hablan 55 de las 68 lenguas indígenas nacionales; las de mayor presencia son el náhuatl, cuyos hablantes representan casi el 30 por ciento del total; el mixteco con el 12.3 por ciento; otomí 10.6 por ciento; mazateco 8.6 por ciento; zapoteco 8.2 por ciento y mazahua con 6.4 por ciento.
La mayor parte de los hablantes de alguna lengua indígena en la ciudad se concentran en la delegación Iztapalapa, con 30 mil 266 personas; seguida por la Gustavo A. Madero, con 14 mil 977.
En una declaración llena de entusiasmo, la Sedema informó que los recién nacidos se encuentran en óptimas condiciones.
El equipo de cuidadores de animales y médicos veterinarios de Chapultepec está dedicando todos sus esfuerzos para garantizar el cuidado de los felinos.
Aunque por ahora los cachorros permanecerán resguardados junto a su madre.
Se prevé que en las próximas semanas comenzarán a explorar el mundo que les rodea bajo su atenta mirada.
Estos cachorros de jaguar 🐯 son los nuevos habitantes del Centro de Conservación de la Fauna Silvestre de #Chapultepec 😍 Son dos hembras y un macho, hijos de África y Locki 🐆🐈⬛ pic.twitter.com/HeWAAlXMh8
— Secretaría del Medio Ambiente (@SEDEMA_CDMX) April 21, 2024
El nacimiento de estos jaguares es más que un simple evento; representa una luz de esperanza para la conservación de una especie emblemática que se encuentra en peligro de extinción.
La Sedema señaló que los jaguares enfrentan amenazas constantes en su hábitat natural, desde la pérdida de territorio hasta la caza furtiva.
Con el tiempo, estos tres cachorros se convertirán en embajadores excepcionales de la fauna silvestre del bosque tropical de Chapultepec.
Su presencia servirá para sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la conservación y protección de los animales en peligro de extinción.
El nacimiento de estos pequeños jaguares nos recuerda la responsabilidad que todos compartimos en la preservación de la biodiversidad y la protección de las especies en riesgo de extinción.
Ciudad de México.- En un momento crucial para nuestra sociedad, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ofreció un mensaje donde hace un llamado apremiante a la paz y al rechazo total de la violencia.
“Reiteramos nuestro compromiso de trabajar incansablemente por la construcción de una sociedad más justa, fraterna y pacífica”, expresó el comunicado.
Señaló que El Papa Francisco nos recuerda que cuanto más oscura es la noche, más debemos abrir el corazón a la luz que viene de lo alto.
“En medio de la adversidad, estamos llamados a ser testigos de esperanza y a intensificar nuestros esfuerzos de diálogo, compasión y reconciliación”.
Advirtió que la propagación de la cultura de muerte y violencia, a través del narcotráfico y de cultos distorsionados como el de la Santa Muerte, junto con el amedrentamiento digital y la glorificación de la violencia en las redes sociales.
Misma que está corroyendo los valores que nos identifican como nación y está socavando el tejido social.
Como Iglesia, denunciamos enérgicamente esta glorificación de la violencia y hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se unan en un rechazo total a estas prácticas destructivas.
Es imperativo recuperar y restaurar los valores: la fe, la familia, las tradiciones, la convivencia, el arte y la belleza de nuestro país.
Nuestra nación debe destacar por sacar lo mejor del ser humano, no por hundirse en la oscuridad de la violencia.
UN URGENTE LLAMADO A LA PAZ Y AL RECHAZO DE LA VIOLENCIA No podemos ignorar la preocupante realidad que enfrenta nuestra sociedad con la implementación de una cultura de muerte y violencia, cultos distorsionados como el de la Santa Muerte y amedrentamientos digitales. pic.twitter.com/eUM9KjP0pE
Reafirmamos nuestra convicción en la defensa de los derechos humanos como pilar fundamental para la dignificación de cada persona.
Hacemos un llamado a una profunda conversión de los corazones y a optar por un cambio radical, pasando de una cultura de muerte a una cultura propia de la Civilización del Amor.
La CEM explicó que en este año jubilar, al celebrar los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial.
“Encontramos en su latido de amor y misericordia la fuerza vivificante capaz de sanar las heridas de nuestra sociedad”, añadió.
Invitamos a todos los fieles y personas de buena voluntad a unirse en oración y acción, siendo instrumentos de reconciliación y esperanza en sus comunidades.
Que nuestro testimonio de fe y compromiso social sea luz en medio de las tinieblas, y que juntos podamos forjar un futuro más luminoso para México.
Que la Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre y Reina de México, nos cobije con su manto de amor y nos guíe por el camino de la paz y la justicia.
Este mensaje de la CEM busca llamar a la reflexión y a la acción, recordando que la paz y la justicia son responsabilidad de todos los mexicanos.
Es hora de unirnos en un esfuerzo colectivo para construir un país donde prevalezcan el respeto, la solidaridad y la dignidad humana.
Ciudad de México.— Abraham Oseguera Cervantes, alias ‘Don Rodo’, hermano del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera ‘El Mencho’, permanecerá en prisión preventiva.
Un juez federal determinó la medida cautelar y programó para el 27 de abril la continuación de la audiencia que inició este martes.
Lo anterior, debido a que ‘Don Rodo’ se acogió a la duplicidad del término constitucional.
Previamente, el presunto narcotraficante permanecía en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) en la Ciudad de México.
‘Don Rodo’ fue detenido la madrugada del pasado domingo en Autlán de Navarro, en Jalisco, según el reporte disponible en el Registro Nacional de Detenciones (RND).
El Ejército mexicano aseguró al presunto delincuente dos armas de fuego con cargadores, además de cartuchos y dosis de presuntas drogas.
Apenas en diciembre de 2022, las autoridades mexicanas detuvieron a Antonio Oseguera Cervantes, alias Tony Montana, otro de los hermanos de El Mencho.
Ciudad de México.— El Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla fue testigo de una tarde llena de alegría y baile, gracias al sonido “La Changa”, que hizo vibrar a más de 100 mujeres privadas de la libertad junto con sus familiares.
Al compás de salsa y cumbia, las mujeres y sus seres queridos disfrutaron de un momento de diversión y conexión, destacando cómo la música sigue siendo un puente vital para fortalecer los lazos familiares y fomentar la reinserción social.
Durante la presentación, Ramón Rojo Villa, fundador del sonido “La Changa”, expresó su agradecimiento a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana por hacer posible este encuentro beneficioso para las mujeres del centro.
Además, destacó la energía y entusiasmo con los que todas compartieron la pista de baile, creando un ambiente de alegría y familiaridad.
Esta iniciativa no solo proporciona un momento de distracción y esparcimiento, sino que también refuerza la importancia de programas que promuevan la integración social y el apoyo emocional en centros de reinserción.
La música, una vez más, se erige como un poderoso medio para generar sonrisas y fortalecer los lazos entre las personas, incluso en circunstancias desafiantes.
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