México
En 4T van siete religiosos asesinados; víctimas de la delincuencia
Tan sólo en el actual sexenio, suman siete los homicidios perpetrados en contra de los hombres de la iglesia, en su mayoría católica.
Ciudad de México.- Además de los periodistas y las mujeres, los sacerdotes y religiosos también son víctimas frecuentes de la delincuencia que opera en el país.
Tan sólo en el actual sexenio, suman siete los homicidios perpetrados en contra de los hombres de la iglesia, en su mayoría católica.
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El 2022 se ha caracterizado por ser un tiempo violento para la labor pastoral ya que además del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Chihuahua hace dos días, apenas el 15 de mayo pasado se localizó en un rancho de Tecate, Baja California.
El cuerpo del padre José Guadalupe Rivas, quien era el responsable de la Casa del Migrante de Nuestra Señora de Guadalupe y el cual previo a perder la vida fue “levantado” y golpeado a manos de sus asesinos.
El resto de los asesinatos contra sacerdotes sucedieron en agosto del 2019 cuando se privó de la vida de manera violenta al padre José Martín Guzmán Vega, en la diócesis de Matamoros.
Dos años más tarde, en el 2021 los crímenes contra clérigos volvieron a ocurrir en distintas fechas y lugares del país.
Es el caso del padre Gumersindo Cortés González, quien estaba adscrito a la diócesis de Celaya, Guanajuato y fue muerto a balazos en marzo del 2021.
El 12 junio del año pasado, fray Juan Antonio Orozco Alvarado fue víctima de un fuego cruzado en la comunidad tepehuana de Pajaritos y en Mezquital, en Durango.
Otro caso documentado fue el del padre José Guadalupe Pococa Soto, quien estaba adscrito a un templo en San Nicolás, Galeana, en el estado de Morelos, y fue asesinado en agosto del año pasado dentro del templo donde predicaba.
Desde hace más de un año el Centro Católico Multimedial (CCM) dijo que Veracruz, Michoacán, Ciudad de México, Guerrero, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, Puebla, Estado de México, Morelos y Oaxaca “están en línea de fuego como zonas de alta incidencia, regiones en donde los sacerdotes viven violencia como en tiempos de guerra”.
Documentó que en el sexenio de Enrique Peña Nieto los sacerdotes muertos alcanzaron la suma de 24, sin contar a 2 que están desaparecidos.
ARH