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Expulsan de Rusia a sacerdote mexicano; es originario de Monterrey

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Foto AsiaNews

Ciudad de México.— Autoridades rusas expulsaron de ese país y de la parroquia moscovita de los Santos Pedro y Pablo, al sacerdote mexicano Fernando Vera.

Sin permitirle celebrar las liturgias de la Vigilia y del Día de Pascua, al párroco mexicano del Opus Dei, que lleva siete años de servicio en Rusia, le retiraron el permiso de residencia sin brindar ninguna explicación.

De acuerdo con testimonios de católicos rusos, al padre Fernando Vera, originario de Monterrey, no se le respetó el preaviso de 48 horas que reciben los diplomáticos antes de ser expulsados.

“Se le otorgó sólo un día para regresar a su país (México). Es muy probable que al sacerdote se le impida regresar a su misión en Rusia”, detallaron.

“El padre Fernando tiene la costumbre de llamar a las cosas por su nombre, pero esto ha dejado de ser una virtud en nuestro país. Aunque se tomen todos los recaudos necesarios, hoy en día es difícil no caer en el delito de “difamación de las autoridades y del ejército”, aunque sólo se mencione la “guerra” que se está librando en Ucrania. Mientras que esto puede costar a los ciudadanos rusos fuertes multas o incluso la detención y el encarcelamiento, para un misionero extranjero significa la pérdida del derecho a permanecer en su puesto”, refirieron.

La partida del sacerdote mexicano es muy dolorosa para los católicos moscovitas: hace pocos meses había sustituido al Padre Igor Kovalevsky como titular de la histórica Iglesia de los Santos Pedro y Pablo; que junto con la Iglesia de San Luis de los Franceses y la Catedral de la Inmaculada Concepción, constituye todo el patrimonio arquitectónico y cultual de la Iglesia Católica Romana en la capital rusa.

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Consideran los fieles católicos que la expulsión de misioneros no es una novedad en Rusia; en los primeros años del régimen de Vladimir Putin hubo varios casos, lo que muestra el deseo de alejar las “influencias extranjeras”.

A los 29 años, el sacerdote Fernando Vera ingresó al seminario del Opus Dei en Roma y fue ordenado en 2001; después regresó a México donde se desempeño como capellán en la Ciudad de México y Guadalajara.

Años atrás, en entrevista con Home From Home narró que cómo inició su misión católica en Moscú y la búsqueda de la unidad de los cristianos a través del diálogo, la comprensión y el amor.

Entonces mi obispo me preguntó: “¿Quieres ir a Rusia?”, ¿Por qué no?, respondió.

¿Qué pensaba que le esperaba?

La verdad es que no lo pensé mucho cuando decidí venir porque dije que quería partir de inmediato. El sacerdote que me preguntó, en nombre del Prelado del Opus Dei, me dijo: “Bien, Fernando, lo tendrás que pensar, y me puedes decir en una semana o algo así”. Y yo dije “¿Por qué lo tengo que pensar?, estoy listo, emprendamos el camino, ¡vamos!”.

¿Y qué le dijo su instinto cuando llegó aquí?

Que había tomado la decisión correcta.

¿Cuáles fueron sus primeras impresiones?

Bueno, cuando crucé la frontera –vine en tren desde Finlandia– recuerdo que en Vyborg, la primera vez que el tren se detuvo en tierra rusa, bajé, me hinqué, puse un poco de tierra en mi mano, la besé y pensé: “¡grandioso!, por fin en Rusia”.

¿Por qué el obispo católico en Moscú necesita ayuda?, ¿qué trabajo le dieron cuándo llegó aquí?

Bueno, el obispo católico, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz quería que el trabajo del Opus Dei iniciara aquí, y él le pidió a mi obispo, al Prelado del Opus Dei, que iniciara el trabajo.

¿Y cuál es ese trabajo?

El trabajo del Opus Dei es decirle a todos que podemos encontrar a Dios en nuestro propio trabajo, en nuestra propia vida familiar, en nuestra propia vida ordinaria. Que Dios nos espera, que está cerca de nosotros, que nos está bendiciendo, que nos está perdonando continuamente, pero que nosotros tenemos que voltear a verlo.

¿Entonces está en una misión evangélica?

Se podría decir eso, sí. Yo trato de encontrar a Dios en mi propio trabajo sacerdotal, y a través de ese trabajo ayudar a otras personas a encontrar a Dios en sus labores ordinarias.

¿Qué tan perceptivos o receptivos ve a los rusos al mensaje de la Iglesia católica romana?

Por supuesto que Rusia es un país ortodoxo, y los católicos son católicos. Y es algo muy injusto que la Iglesia de Dios esté dividida porque el Señor fundó una Iglesia, pero hace mil años nosotros dijimos “tú no eres mi hermano; tú, ortodoxo, no eres mi hermano”. Y la gente ortodoxa dijo: “Tú, católico, no eres mi hermano”. Luego continuamos diciendo eso por mil años… El Señor fundó una Iglesia y nos dio un mandamiento: “ámense los unos a los otros”. No estamos cumpliendo ese mandamiento. No tenemos una Iglesia.

Entrevista completa aquí

Información de AsiaNews y Opusdei.org

ebv

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