México
Firmar sin entender: Cómo el lenguaje jurídico en México afecta tus derechos
Ciudad de México.— En México, el lenguaje jurídico complejo se ha convertido en un obstáculo para el acceso a la justicia, generando barreras que profundizan las desigualdades en la sociedad.
La falta de claridad en los términos legales lleva a muchas personas a firmar contratos sin comprender su contenido, dejándolas en una posición de vulnerabilidad.
Diego Valadés Ríos, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua e investigador emérito de la UNAM, planteó un principio contundente: el lenguaje claro debería ser un derecho humano fundamental.
La posibilidad de comprender las normas y leyes que rigen una sociedad es indispensable para que las personas puedan ejercer sus derechos plenamente.
“El lenguaje claro es el mejor instrumento que podemos tener para ejercer nuestros derechos y nunca los podremos ejercer si previamente no los conocemos”, afirmó Valadés, y enfatizó la urgencia de convertir el lenguaje claro en un derecho universal.
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Valadés advirtió que la complejidad del lenguaje jurídico en México no solo dificulta el acceso a la justicia, sino que también profundiza las desigualdades. Al ser excesivamente técnico y detallado, este lenguaje impide a muchos ciudadanos comprender sus derechos y deberes.
“Tanto en lo individual como en lo colectivo, sólo se puede ser titular de un derecho cuando se conoce y comprende el conjunto de normas y potestades”, explicó, destacando la relación entre el entendimiento de las leyes y la equidad en la sociedad.
Además, Valadés recordó que las sentencias judiciales en México están entre las más extensas y complicadas del mundo. Este fenómeno, señaló, tiene raíces históricas, pues desde la época colonial existe una desconfianza hacia la pérdida de información en los archivos judiciales, lo que ha derivado en una redacción exhaustiva que sobrecarga de detalles cada fallo judicial. Esta práctica, además de dificultar el entendimiento, genera un sistema legal que no resulta accesible para la mayoría de la población.
La problemática no solo afecta al ámbito público. Valadés advirtió que en el sector privado también se necesita un lenguaje claro, por ejemplo, los contratos de adhesión ya que estos documentos suelen ser firmados sin una lectura detallada, lo cual expone a las personas a compromisos que no siempre comprenden.
Finalmente, Valadés llamó a combatir lo que denominó la “babelización de las sociedades”: un fenómeno donde el uso de lenguajes técnicos y específicos crea barreras de comprensión que provocan exclusión y confusión.
ebv