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Inicia tercera etapa del Diálogo Nacional por la Paz tras asesinatos en la Sierra Tarahumara

En estos dos años, hemos recorrido los estados recogiendo más de 60,000 testimonios que reflejan un diagnóstico comunitario.

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Ciudad e México.- Hoy se cumple el segundo aniversario de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, junto al guía de turistas Pedro Palma, en la Sierra Tarahumara.

Este trágico evento no solo conmocionó a la comunidad local, sino que también resonó en todo el país, recordándonos la alarmante realidad de la violencia en México.

En memoria de estos mártires y de las innumerables víctimas de la violencia en todo el país, damos inicio a la tercera etapa del Diálogo Nacional por la Paz.

Invitamos a todas las personas de buena voluntad a sumarse a nuestras acciones, centradas en dos ejes principales“.

Diálogos por la Paz: Espacios de encuentro entre funcionarios públicos y ciudadanos, diseñados para dar seguimiento a los Compromisos por la Paz.

Estos diálogos buscan construir puentes entre diferentes sectores y niveles de gobierno, con el objetivo de forjar acuerdos que nos permitan imaginar y construir un futuro de paz.

Proyectos Locales de Paz: Procesos locales que articulan diversas acciones impulsadas por la ciudadanía.

Estas iniciativas buscan contribuir a la construcción de condiciones de paz desde las familias, escuelas, barrios y empresas.

Con estas acciones, nos proponemos implementar la Agenda Nacional de Paz, un horizonte consensuado entre diferentes actores y una ruta de trabajo basada en buenas prácticas identificadas.

En los Proyectos Locales de Paz, se concretan catorce acciones locales impulsadas en conversatorios y foros.

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Los Diálogos por la Paz promueven siete acciones nacionales enfocadas en el tejido social, seguridad, justicia, cárceles, juventudes, gobernanza y derechos humanos.

El asesinato de los padres Javier y Joaquín nos ha llevado a resignificar el dolor que reside en los corazones de muchos en nuestro país.

Este trágico evento ha sido un punto de partida para construir un movimiento compartido que tiene la paz como objetivo y a las víctimas de la violencia como guía.

Nos comprometemos a no claudicar hasta que cada rincón de nuestro país sea habitable y seguro.

En estos dos años, hemos recorrido los estados recogiendo más de 60,000 testimonios que reflejan un diagnóstico comunitario, cientos de buenas prácticas y acuerdos de colaboración, todos plasmados en la Agenda Nacional de Paz y el Compromiso por la Paz.

Este recorrido nos ha dejado la convicción de la necesidad de articularnos, la certeza de compartir objetivos comunes y la corresponsabilidad para asumir el reto de exigir y construir acciones concretas en materia de seguridad, justicia y tejido social.

Desde la Red Nacional de Paz, con sus diversos nodos en el país, donde se articulan iglesias, universidades, sociedad civil, empresas, colectivos de víctimas y comunidades vecinales.

Por ello se organizarán tanto las mesas de diálogo como los proyectos locales de paz.

ARH

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