México
Seguir la voz de la conciencia, garante de la libertad religiosa: obispo Acero
Ciudad de México.— En el marco de la mesa de diálogo sobre la libertad religiosa en México y el mundo sostenido en la Primera Jornada de Formación de Agentes de Pastoral de Cultura, Educativa, Universitaria y del Deporte, el obispo Francisco Javier Acero Pérez reflexionó sobre la importancia de la libertad religiosa y de conciencia como “una experiencia real en la que todo ser humano desde su concepción tiene una dignidad que nadie se la puede pisotear o quitar”.
En la presentación de una mesa internacional de reflexión sobre libertad religiosa donde participaron el arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede; Jesús Avezuela Cárcel, letrado del Consejo de Estado en España y director de la Fundación Pablo VI; y Rafael Estrada Michel, jurista mexicano, ex director del Instituto de la Judicatura Federal, el obispo auxiliar de México sintetizó que toda persona tiene derecho a dicha libertad y que, si bien es deseable que dicha libertad le oriente hacia una conciencia recta y verdadera, “se debe respetar a quien de buena fe piense que está en la verdad, aunque objetivamente no lo esté. El ser humano tiene derecho a seguir la voz de su conciencia, aunque esté equivocado”.
El obispo invitó por ello a los cristianos a “promover esta verdad en los países en los que somos mayoría” pero también “reclamar que se practique en los países en los que somos minoría”. Recordó a los creyentes, que la libertad religiosa tiene “una fundamentación metafísica y antropológica común a todos los hombres. Es decir, nadie puede combatir la libertad religiosa o matar en nombre de Dios, excusándose en que no es cristiano y su religión lo permite”.
Abocándose a la experiencia mexicana, Acero Pérez hizo votos para que la reflexión actualizada de la libertad religiosa “sirva para iniciar un proceso de renovación y creación de acuerdos, superando las distancias de otros tiempos” especialmente en lo referente al largo debate político y cultural en el país respecto a los conceptos de laicismo y laicidad, cuyas lecturas confrontadas afectan materias de objeción de conciencia o educación.
“En México –acotó el obispo Acero–, la libertad religiosa es un derecho en plena gestación que, junto a la concepción y ejercicio de la laicidad, debe transitar, aunque sea a regañadientes, de una visión restrictiva fundada en las circunstancias históricas que la explican a una que se adecue mejor al pluralismo y la diversidad religiosa, cada vez más crecientes de nuestro países”.
El obispo compartió breves aproximaciones de los papas católicos contemporáneos respecto a la libertad religiosa como “una cuestión ligada a la verdad de la persona humana” donde no están excluidos ni los creyentes de otras religiones ni los no creyentes; como “fundamento de todas las demás libertades… que no es un derecho entre otros sino la garantía de todas las libertades que aseguran el bien común de las personas y de los pueblos” y también como “síntesis y ápice de los demás derechos fundamentales” que garantiza la realización de un auténtico desarrollo humano integral.
Javier Acero alertó que, cuando no se respeta la libertad religiosa en la vida individual, comunitaria, civil o política no sólo se ofende a Dios sino “a la misma dignidad humana y se crean situaciones de desarmonía social”.
El obispo abogó por una “laicidad positiva en las instituciones estatales para promover la educación religiosa” y que a su vez, las religiones entren en una dinámica de “purificación y de conversión” puesto que, como apuntó el papa Francisco “el tema de la libertad religiosa no pretende preservar una subcultura como desearía un cierto laicismo, sino que constituye un precioso don de Dios para todos, una garantía básica de cualquier otra expresión de libertad, un baluarte contra el totalitarismo y una contribución decisiva a la fraternidad humana”.
El obispo Javier Acero exhortó a los gobierno a tutelar, proteger y defender los derechos humanos y la libertad de conciencia y la religiosa; al mismo tiempo, hizo señalamientos orientados a mejorar el marco jurídico vigente en México sobre la ley de Asociaciones Religiosas: “sigue sometida a debate en la medida en que algunos de sus 36 artículos pueden contener aspectos que formalmente no respeten la libertad religiosa” y también al sistema educativo nacional: “Nuestro sistema educativo cada año escolar más frágil y desbordado necesita comisiones interdisciplinarias para lograr que el pacto educativo global se haga realidad, respetando siempre la diversidad de las culturas. Sólo desde el diálogo provocaremos consensos y grandes acuerdos”.
Finalmente, el obispo Acero en el marco de la Primera Jornada de Formación para Agentes de Pastoral de Cultura, Educativa, Universitaria y del Deporte hizo un llamado a preparar una comisión interdisciplinar “que ayude a elaborar diferentes acuerdos para favorecer la libertad religiosa, de conciencia, de educación, de opciones fundamentales y de culto: en donde el sacerdote pueda atender integralmente al enfermo que está en el hospital público, al joven que está privado de su libertad en un CEFERESO, o al militar que quiere que su familia tenga una educación católica”.
ebv