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Sin migración, comunidades del río Suchiate mueren

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Suchiate.- Con el despliegue de la Guardia Nacional y operativos de la Marina y el Ejército en los límites con Guatemala para contener a migrantes indocumentados, comerciantes de abarrotes de Ciudad Hidalgo, municipio de Suchiate, y otras localidades fronterizas temen que su economía se vea afectada.

La razón es que sus principales clientes son habitantes de Guatemala, quienes no cuentan con documentación legal, pero cruzan todos los días por el río Suchiate para traspasar mercancía de contrabando, productos de la canasta básica en su mayoría, que por el tipo de cambio en territorio nacional son más baratos.

El comerciante de abarrotes, Sergio Brayan Cruz Paz, declaró que a finales de 2018 y principios de 2019, con el arribo de caravanas masivas de migrantes, sus ventas se afectaron por miedo a saqueos y los almacenes cerraron. Hoy, con la presencia de militares, el flujo de clientes en las últimas semanas también disminuyó, menos personas cruzan el río para consumirles.

“Yo sé que los militares vienen a mandar órdenes, pero son para los migrantes, pero van a afectar el mercado porque la gente (de Guatemala) viene a comprar, no vienen a hacer otro daño, pero ellos no tienen papeles para entrar.

“Las caravanas sí nos afectaron a las ventas, el cambio bajó, el comercio se cerraba por lo mismo de los saqueos, sí afectaba a la gente, bajaron las ventas”, manifestó.

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A las orillas del río Suchiate se localizan alrededor de 20 pasos informales por donde transitan día a día decenas de balsas, armadas con tablas y cámaras de grandes neumáticos, que transportan a personas y mercancía que no paga ningún tipo de arancel.

Desde las 6:00 horas, los balseros llegan a los pasos para alistar sus viajes, en los que ciudadanos de México y Guatemala pagan entre 20 y 50 pesos por cruzar de un país a otro para ir a trabajar, también cruzan migrantes centroamericanos, caribeños y transcontinentales.

Alrededor de las 07:00 horas comienzan a llegar los triclicleros con motocicletas adaptadas con una plataforma de carga, llenas de mercancía que traen de las tiendas cercanas al cauce y que pasan de contrabando a Guatemala.

Cajas y paquetes de papel higiénico, frijol, galletas, aceite, cerveza, leche, huevo, refresco, pasta de dientes, chocolate, champú y café, son descargadas de los triciclos y montadas sobre las balsas; en ocasiones se requiere de dos vehículos para cruzar toda la mercancía que llevan los comerciantes guatemaltecos.

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Los cruces más conocidos sobre el Suchiate son El Coyote, Las Hamacas, Palenque, Armadillos, Rojos, Limón y Cruz Blanca, en todos ellos trabajan unos mil balseros y cerca de dos mil 500 tricicleros, de acuerdo con los comerciantes locales.

Sobre las calles Palenque; Central, Primera y Tercera Calle Oriente; Tercera Sur que son paralelas al cauce del río Suchiate se localizan tiendas y almacenes donde los tricicleros surten los productos.

La locataria, Juana del Carmen Romero Solís, manifestó que en los últimos tres meses sus ventas disminuyeron, pues antes sus clientes acudían tres veces por semana y ahora lo hacen una cada semana. Sin embargo, confió en que las autoridades militares entiendan su actividad económica y permitan el libre paso de mercancías.

“En un principio quizá afecte. Son autoridades y tenemos que respetarlas, si ellos nos dicen pues ya no pasamos, pero eso será unos días, ellos van a entender que nosotros no tenemos productos extranjeros, vendemos puros productos mexicanos.

“Ahorita están muy bajas las ventas, pero esperamos que de septiembre a diciembre ya se componga, eso esperamos porque de unos tres meses para acá ha estado bajo”, reiteró Romero Solís.

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También, compartió que los consumidores guatemaltecos llevan por viaje entre 10 y 20 cajas de cada producto de la canasta básica. Comentó que el ingreso depende del tipo de cambio entre las monedas, pues cuando el dólar baja, el quetzal también baja, y aunque el peso tiene ganancia a ellos les perjudica, porque dejan de pasar a comprar mercancías a Chiapas.

Ciudad Hidalgo tienen alrededor de 14 mil habitantes, su principal actividad económica está constituida por comercios, de abarrotes, de alimentos frescos, ropa y calzado. Los negocios son familiares y cada local tiene entre tres y diez trabajadores. Lo que significa una derrama económica para la población.

Manuel de Jesús es un triciclero, lleva mercancías de los locales a las orillas del río. Al día realiza entre 10 y 15 viajes y gana 300 pesos; Manuel tampoco está de acuerdo con la entrada de la Guardia Nacional, pues recuerda que hace un par de años del lado de Guatemala implementaron un operativo en ese país para frenar la mercancía y la economía de las familias de Suchiate sufrió.

“Prácticamente yo ni nadie está de acuerdo que venga la Guardia Nacional acá, ellos (los comerciantes) piensan que van a quitar lo que es trabajo, porque almacenistas, abarroteros, tricicleros, balseros, todo eso es trabajo, es una cadena.

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“Mientras tanto vamos a seguir igual, ya si no se ponen de acuerdo, pues la gente se va a levantar”, expresó Manuel de Jesús.

En este sentido, el pasado 17 de junio, elementos de la Marina intentaron instalar un puesto de vigilancia en las orillas del río Suchiate, sin embargo, ante el rumor de que frenarían el tránsito de mercancía de contrabando, los balseros los confrontaron y los corrieron del lugar.

El aumento de militares en la frontera ha generado incertidumbre entre los habitantes de Ciudad Hidalgo, comerciantes en su mayoría, quienes esperan que sus ventas se estabilicen y su actividad mercantil continúe tal como era antes del arribo de caravanas masivas de migrantes y de las acciones del gobierno para contenerlas.

Al respecto, el catedrático del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Abdiel Camargo Martínez, comisionado en el Colegio de la Frontera Sur, explicó que los cambios en la dinámica social y económica a causa de los flujos migratorios, no se debe a la presencia de personas de otras nacionalidades, sino a las gestiones de las autoridades por contenerlos o registrarlos.

“No es por culpa de los migrantes, ni es la presencia de los migrantes lo que provoca cambios, sino la gestión gubernamental y política asociada a la presencia de los migrantes.

“Siempre los flujos migratorios, ya sea de forma clandestina o regular van haciendo que se desenvuelva la economía, ya sea de mala manera, en términos del desarrollo de sistemas de intermediación (coyotaje) y por los servicios beneficiados”, aseveró.

Describió que el impacto a la economía local de la frontera sur de México en el fenómeno migratorio por el que pasa el país, se puede explicar desde la presencia de tres principales grupos: Los centroamericanos, los caribeños y los trasnacionales.

“Los cubanos tomaron la ciudad en el sentido de que eran los que se hospedaban en los hoteles, rentaban cuartos, casas, habitaciones, porque se empezó a prolongar más la estancia, se sabía que tenían muchos más recursos; ahí el derroche para la ciudad es favorable en términos de economía, servicios, alimentación”, comentó.

El académico apuntó que en estos casos también provoca un abuso por parte de las estructuras locales, por ejemplo, los servicios de transporte, alimentación y hospedaje elevan sus precios.

“Los africanos por su lado también empezaban a tomar espacios en la ciudad, pero un poco más precario, básicamente ellos se enfocan a las afueras de la estación migratoria, pero en situaciones más precarias”, expresó.

Por otra parte, señaló que el flujo centroamericano sí representó un gasto para las autoridades locales debido a que fueron contenidos.

“Su intención inicial no era quedarse aquí, al verse bloqueados tienen que comer, alimentarse, servicios de salud, eso ya empezó a tener un gasto, pero no es por los migrantes, es por la acción gubernamental o por la política de gestión que se empezó a aplicar”, aseguró.

Camargo Martínez puntualizó que la migración siempre va a traer derrama económica y generar abuso hacia los extranjeros por parte de los locales. Sin embargo, cuando las autoridades implementan acciones de contención, el impacto negativo a la economía se ve más marcado.

“Deberíamos de tener un poco de memoria, al menos de corto plazo, porque durante décadas pasaban y no representó ninguna situación para la economía, en cambio la política empezó a tener impacto y empezó a generar gasto”, afirmó.

ebv

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