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México

Obispos piden no aprobar Ley de Seguridad Nacional

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México.— La Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS) lamentó el fracaso de las políticas de seguridad y consideró que la violencia se ha disparado de manera grave, por lo que el país está siendo lastimado en algunas regiones por crisis humanitarias que requieren de policías verdaderamente capacitadas que provean de seguridad interna dejando al Ejército en su deber propio de la seguridad nacional.

En su mensaje publicado en el sitio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) bajo el título “Con decisión construyamos la paz, basta de falsas seguridades”, señalan la necesidad de que las Fuerzas Armadas se dediquen a la seguridad nacional y no a actividades que le competen a los cuerpos policiacos, en un contexto en que en el Senado resolvió votar y aprobar entre este miércoles y jueves la Ley de Seguridad Interior, con 12 modificaciones a nueve artículos de la minuta enviada por los diputados.

“Se requieren acciones legislativas que, en un paquete con visión integral, marquen una ruta crítica para resolver las causas, pero también eviten la permanencia de políticas como la de la presencia de las Fuerzas Armadas en funciones policiacas y logren un consenso de todas las fuerzas políticas y sociales en orden a establecer estructuras nacionales, estatales y municipales de seguridad eficaces y respetuosas de los derechos de todos”, señalan los Obispos.

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“Decisiones basadas en acuerdos que lleven a formas de corresponsabilidad y complementariedad y que darán un mejor resultado que las decisiones tomadas desde una perspectiva parcial. Avancemos ya hacia tener instituciones que, con capacitación, coordinación y equipo cualificados, provean nuestra seguridad interna, para así dejar al Ejército en su función de seguridad nacional”, puntualizaron.

En el documento firmado por José Leopoldo González González, Obispo de Nogales; Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia; Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de Tulancingo; Guillermo Ortiz Mondragón, Obispo de Cuautitlán; Andrés Vargas Peña, Obispo Auxiliar de la 8ª. Vicaría Episcopal de la Arquidiócesis de México; Jorge Alberto Cavazos Arizpe, Obispo de San Juan de los Lagos y José de Jesús González Hernández, Obispo Prelado de El Nayar, reiteran su preocupación acerca de los orígenes de la violencia y la inseguridad.

“Lamentamos mucho que las cosas no han mejorado hasta el momento presente y ahora nuestra preocupación es mayor. Desde que el gobierno mexicano decidió́ lanzar su guerra contra el narcotráfico, informaciones fidedignas señalan que se han contabilizado en el país 174 mil homicidios dolosos”, refiere el escrito.

“La escalada de la violencia ha ido en franco ascenso, aún y cuando las cifras oficiales no reflejan totalmente la situación, es notorio el espectro de muerte y otras violencias no denunciadas que se ciernen sobre nuestra nación así como el duelo prolongado que se vive en nuestras familias ante las desapariciones, tanto denunciadas como no denunciadas”.

Los obispos achacan a factores como la corrupción, la desigualdad, el desempleo, la impunidad, la ineficaz procuración de justicia y el abandono al campo, entre otros, los niveles de violencia e inseguridad que “ya se han extendido a casi toda la geografía nacional y algunas de nuestras ciudades forman parte del elenco vergonzoso entre las más violentas del mundo”.

El documento del CEPS expresan además la inquietud de que durante el proceso electoral del 2018 sea utilizada la violencia por los candidatos de forma superficial con la finalidad de atraer votos. “Estamos ya en los umbrales de los procesos electorales que se darán en todo el país rumbo a las elecciones del año próximo. No podemos ocultar una serie de preocupaciones al respecto.

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La primera consiste en la posibilidad de que la agenda política y social abandone los esfuerzos por contener la violencia y por construir la paz, marginándolos del debate político-electoral. El segundo temor consiste en que se pueda distorsionar y manipular la situación de violencia en el país para favorecer intereses partidistas o facciosos. Puede darse un manejo superficial y frívolo de este escenario nacional simplemente para buscar votos.

Animamos y estaremos atentos para promover campañas pacíficas y centradas en los problemas de mayor trascendencia”, apuntaron. “Ofrecemos nuestro servicio para facilitar el diálogo y acercar a las partes en los conflictos, para que se supere la sinrazón de la violencia y mediante el diálogo se encuentren caminos de paz y reconciliación”, concluyen.

emc

 



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Estados

Monseñor Rodrigo Aguilar Nuevo Administrador de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez

Enfatizó que este nombramiento se realiza mientras se espera la designación del próximo arzobispo para la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.

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Chiapas

Tuxtla Gutiérrez.- En un importante anuncio que ha resonado en la comunidad católica de Chiapas, porque el Vaticano ha designado a Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, actual obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, como Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, en sustitución del arzobispo Fabio Martínez Castilla.

La noticia fue comunicada por el obispo auxiliar, José Luis Mendoza Corzo.

El obispo auxiliar expresó la gratitud de la comunidad católica por esta designación y manifestó la bienvenida a Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez con los brazos abiertos.

Mendoza Corzo enfatizó que este nombramiento se realiza mientras se espera la designación del próximo arzobispo para la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.

El obispo auxiliar hizo un llamado a la comunidad a unirse en oración para que el Espíritu Santo ilumine a Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez en el desempeño de sus responsabilidades como Administrador Apostólico.

Esta función implica que Monseñor Aguilar Martínez administrará la arquidiócesis durante el período de sede vacante, es decir, sin un arzobispo ordinario.

Mendoza Corzo explicó que, de acuerdo con la tradición y la normativa de la Iglesia Católica, un administrador apostólico es designado por el Papa y tiene la jurisdicción para administrar una diócesis en circunstancias de sede vacante.

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Las responsabilidades y potestades del administrador apostólico, según el documento Apostolorum Successores, incluyen el gobierno de la diócesis en nombre de la Santa Sede, la regulación de la sede vacante y la capacidad para realizar actividades específicas en ausencia del obispo diocesano.

Se debe destacar que algunas potestades, como la convocatoria de sínodos, la conferencia de canonjías y la realización de actos que puedan perjudicar a la diócesis, están excluidas según el Código de Derecho Canónico.

Se espera que Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez asuma su nuevo papel como Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez y guía a la comunidad católica en esta etapa de transición hasta que se designe al próximo arzobispo.

Esta noticia ha generado expectación en la comunidad religiosa local, que guardará con interés los futuros pasos que tomará Monseñor Aguilar Martínez en su nuevo rol y las decisiones que tomará la Santa Sede en relación con la designación del próximo arzobispo para la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.

ARH

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Nacional

¿Tengo derecho a acabar con la vida de mi hijo? El aborto no es un derecho: Diana Gamboa

En el libro “El ‘pretendido’ derecho al aborto”

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planteó Diana Gamboa, maestra en Derecho Constitucional, en el libro de su autoría El “pretendido” derecho al aborto, que se presentará en la Feria del Libro de Guadalajara el próximo 2 de diciembre.

Ciudad de México.- ¿Tengo derecho a terminar con la vida de mi hijo. Realmente tiene calidad de derecho? Fue la pregunta que se planteó Diana Gamboa, maestra en Derecho Constitucional, en el libro de su autoría El “pretendido” derecho al aborto, que se presentará en la Feria del Libro de Guadalajara el próximo 2 de diciembre.

La autora se pregunta en el libro, editado por Tirant, si terminar con la vida humana en su etapa más vulnerable y frágil, cuando necesariamente depende de otro para subsistir, es un derecho.

La especialista responde que no. El aborto no es un derecho.

Antes de la presentación del libro en la FIL Guadalajara, Siete24 charló con la autora.

“Estamos hablando de terminar con una vida humana individual y en función de eso es que yo me pregunto si podemos afirmar conforme a nuestro orden jurídico que eso es un derecho. Mi respuesta es que no porque desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, se estableció que: La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

diana gamboa

En entrevista, Diana Gamboa afirmó que no existen los argumentos jurídicos para poder garantizar como un derecho este acto contra la dignidad de un ser humano, el más vulnerable.

“No, es muy importante tenerlo claro, conforme a nuestro orden jurídico no existe reconocimiento del presunto derecho a terminar con la vida, manifestándose como un derecho al aborto”.

diana gamboa

Olvidan la dignidad humana

En El “pretendido” derecho al aborto se encuentra la reflexión profunda e informada sobre un tema que, a decir de la autora, lastima a la sociedad. Diana Gamboa cuestionó: ¿realmente queremos que las mujeres afirmen como derecho terminar con la vida de sus hijos en gestación? ¿Queremos ir en contra de lo que nos permite evolucionar y crecer como humanidad?

En ese sentido, la constitucionalista recordó que en septiembre de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ignoró el parámetro constitucional que debía utilizar para resolver un asunto y adoptó un activismo judicial para construir el presunto derecho al aborto.

Por ello, en El “pretendido” derecho al aborto se demuestran dos premisas para reconocer la necesidad de proteger al ser humano en gestación: la premisa fáctica esencial, es decir su humanidad y pertenencia a la especie que son demostrables; y  la premisa teórica fundamental que es la dignidad humana como base y fundamento de los derechos humanos.

“Entonces (en el libro) explico por qué la Suprema Corte erró, primero privándonos de un debate constitucional de primer orden, porque nunca respondieron: ¿Tiene derecho un individuo humano, léase la mujer embarazada, a terminar con la vida humana en gestación? No. La Corte dijo ese valor no lo tenemos todos. La Corte nos dijo, desde el poder, quiénes valen y quiénes no”.

diana gamboa

El libro también aborda, desde el ámbito jurídico, las complicaciones sociales del embarazo, los argumentos del activismo y los castigos penales.

“Un derecho se promueve, se fomenta, se busca que suceda. Entonces debemos preguntarnos ¿queremos promover, fomentar que las mujeres aborten o queremos inhibir esta conducta que realmente tiende a ser una decisión sumamente compleja para la mujer? Porque sucede que es una mujer que normalmente se ubica en una situación de soledad, de vulnerabilidad, por la falta de políticas  públicas de acompañamiento. En función de cómo se califique desde el derecho la conducta del aborto, vamos a determinar la política pública. Este es el paso previo. Yo no quiero que las mujeres vayan a la cárcel por abortar. La cárcel no soluciona nada”.

diana gamboa

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El aborto es un lucrativo negocio

Explica Diana Gamboa en entrevista que la idea del aborto se ha vendido a las mujeres más jóvenes como un acto de liberación, de empoderamiento femenino, cuando en realidad “es un negocio sumamente lucrativo en el cual hay quienes se benefician económicamente del exterminio de los más vulnerables”.

Al mismo tiempo se trata de deshumanizar al ser humano en gestación comparándolo con un tumor, un cúmulo de células o hasta con un coágulo.

Siembran, especialmente en las jovencitas, esta idea de que abortar es un acto de liberación, de empoderamiento femenino y de manera correlativa deshumanizan al ser humano en gestación.

“El negocio es más lucrativo cuando se disfraza de derecho, y más aún si está apoyado por el Estado”, denuncia la especialista en Derecho Constitucional.

Finalmente la autora se refirió al activismo de grupos feministas que está vinculado inherentemente a la búsqueda del “derecho” al aborto.

Argumenta Diana Gamboa, autora de El “pretendido” derecho al aborto que este feminismo activista promotor del aborto es sumamente pernicioso y no es representativo de todas las mujeres. Esta postura es dañina para el ser humano en el vientre de su madre, pero también para las propias mujeres, porque las hace creer que aquello que las hace únicas, la capacidad de dar vida, es un defecto.

“Me parece sumamente pernicioso. Yo creo que este feminismo contemporáneo, primero, es importante tener claro, no es representativo de las mujeres. Es representativo de un grupo de mujeres que consideran que un mecanismo para generar igualdad con los hombres, es ponernos en la misma situación de irresponsabilidad frente a las consecuencias de nuestros actos. En México la ausencia paterna aumenta, la mujer se siente sola, abandonada frente a un embarazo que tiene que vivir sola.

DIANA GAMBOA

“Tendríamos que reivindicar eso que nos hace únicas, la posibilidad de traer vida al mundo y la maternidad”, reflexiona la especialista.  Alerta que la maternidad se está convirtiendo en un capricho, como lo es actualmente el aborto. A algunas mujeres lo que les interesa es el tema de la igualdad con el hombre por encima de la humanidad del bebé en gestación.

El “pretendido” derecho al aborto, de Diana Gamboa Aguirre, se presenta el próximo 2 de diciembre  en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

npq

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