México

“Propuestas como la ‘Ley Barbosa’ generan incertidumbre y sospecha contra Morena”

Entrevista con Alejandro Rojas Díaz-Durán, aspirante a la dirigencia nacional de Morena

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Ciudad de México.- Morena busca ser una izquierda progresista, moderna y democrática, “deseamos construir un nuevo régimen político y un nuevo modelo de desarrollo sustentable”, sin embargo, planteamientos como la llamada Ley Barbosa, que vienen, en este caso, directamente del gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa, generan incertidumbre y sospecha contra Morena, partido que llevó a la Presidencia de México a Andres Manuel López Obrador.

En entrevista con Alejandro Rojas Díaz-Durán, político de izquierda, lopezobradorista y aspirante a la dirigencia nacional de Morena, indicó que en este momento, en medio de la pandemia donde hay urgencias muy diversas y cuando no había ninguna razón válida ni legal, ni jurídica ni política o educativa, para modificar la ley de tal forma como lo plantea la llamada Ley Barbosa, lo único que se genera es incertidumbre y sospecha en contra del partido gobernante.

Al dirigirse a la comunidad académica y educativa de Puebla que se cimbró con esta ley promovida por el gobernador poblano, Alejandro Rojas aseguró que esta reforma no pasará en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque va en sentido contrario a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y porque es contraria a la Ley General de Educación que rige con precisión los alcances de las inversiones y el Sistema Educativo Privado en México.

Rojas Díaz-Durán señaló que más allá de lo educativo, esta reforma define el perfil de un gobierno que fue postulado por Morena pero de un personaje que no es militante del partido.

Miguel Barbosa, explica Alejandro Rojas, fue postulado por Morena pero no se afilió al partido, se sumó en la campaña cuando se le postuló como candidato a gobernador por primera vez, y luego lo impusieron como candidato la segunda ocasión a través de una encuesta patito promovida por Yeidkol Polevnsky, cuando estaba en funciones de presidenta nacional.

Ella (Yeidkol Polevnsky) y otros personajes de la nomenclatura radical de Morena, que son los que ahorita controlan el movimiento, son una minoría, pero esa minoría de izquierda radical, autoritaria y antidemocrática, son quienes confunden a la gente y a la opinión pública, porque la inmensa mayoría de los morenistas-lopezobradoristas que formamos este movimiento, somos los que hicimos que ganara la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, destacó Alejandro Rojas.

Morena y su ala radical 

Para Alejandro Rojas Díaz-Durán, la Ley Barbosa se suma a propuestas como la hecha recientemente por el actual presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien planteó facultar al INEGI para “entrar sin impedimento a los domicilios” para verificar el patrimonio y las cuentas bancarias de todos a fin de evitar las grandes concentraciones de riqueza.

Este tipo de propuestas son características de esta nomenclatura radical, sin embargo no se dan cuenta que afectan a Morena, consideró.

“Yo siempre he dicho que la extrema izquierda radical trabaja realmente en favor de la derecha radical, porque ambas se justifican; la izquierda radical dice que va a haber un golpe blando de Estado contra el Presidente, y la derecha dice que hay una izquierda muy radical y por lo tanto buscan desestabilizar al país”.

Este radicalismo político, explica Rojas Díaz-Durán, en este caso de la izquierda que hoy gobierna, porque somos partido en el gobierno, está muy distante de la filosofía y de la ideología política de la inmensa mayoría de los que votaron por el presidente López Obrador y por Morena, entonces en el momento en el que esta “nomenclatura radical” anuncia e impulsa su propia agenda política, lastima y daña electoralmente a Morena por lo que la gente se siente decepcionada.

La gente repudia esas tesis y evidentemente no fue lo que se ofreció en campaña, yo he repetido que si lo hubiera dicho en campaña, si Barbosa hubiera dicho en campaña que iba a reformar la ley para esto, y además perseguir a sus adversarios políticos, amenazar y ver temas de nepotismo y corrupción no hubiera ganado, él ofreció en campaña reconciliar a Puebla.

Las elecciones intermedias de 2021

Han hecho todo lo contrario y eso afecta a Morena, entonces trabajan para la derecha que dicen combatir porque los que se van a beneficiar en el 2021 no es Morena; están alejando a millones de electores, cada “barbosada” que dice en Puebla se las pone más difícil y el reto que tenemos en Morena es enorme, porque en el 21 además de jugarse 14 gubernaturas se juega lo más importante, que es conservar la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados.

En el 2021 la crisis se habrá agudizado y veremos las consecuencias de la devastación económica mundial. Con la recesión mundial y sus efectos perniciosos en México, evidentemente tendremos un ánimo social muy diferente al de 2018. 

Se les olvida que en la Cámara de Diputados Morena no ganó con el 53%; Morena obtuvo poco más del 40% de los votos, somos mayoría porque tenemos una coalición, lo que quiere decir no en ese momento fuimos mayoría absoluta y repetir la hazaña sin llevar en la boleta a nuestro principal capital político que es el Presidente López Obrador, significa que la vamos a tener que ganar a pulso.

Tendremos que perfilar a los mejores cuadros, hombres y mujeres de todo el país para que compitan y puedan ganar, pero si esta izquierda radical sigue metiéndonos el pie con sus propuestas, ocurrencias y su agenda personal, será muy difícil obtener buenos resultados.

Tienen todo el derecho a hacer sus propuestas, a lo que no tienen derecho es a imponernos ese modelo y hablar a nombre de todos nosotros, porque nos afectan, porque eso no está en los documentos básicos ni en los principios y en el proyecto de la Cuarta Transformación, así que digan dónde viene escritas esas barrabasadas que han promovido.

Hacia dónde debe ir Morena

Morena tiene que regresar a sus orígenes que es retomar el proyecto de nación donde está claramente qué ideario tenemos, que es una izquierda democrática, progresista, incluyente, plural, respetuosa de las libertades públicas, de los derechos políticos, de las leyes y la Constitución, y esos principios volverlos a poner por encima de las visiones personales o de grupo.

Qué bueno que en Morena hay mucha pluralidad. Morena es el mosaico de la pluralidad política de México y así tiene que conservarse, no solamente que se escuche la voz de esta minoría radical que ensombrece toda la riqueza que Morena encierra. 

Primero necesitamos refrendar nuestros principios de izquierda democrática, progresista y moderna; segundo, organización territorial con una institucionalidad interna, política, que permita debate, que permita el diálogo democrático; tercero, tenemos que ser eficientes gestores entre la sociedad y los distintos niveles de gobierno, Morena tiene que ser promotor de iniciativas, proyectos, propuestas, ideas, tesis, que puedan hacerse políticas públicas, programas de gobierno y agendas legislativas.

Alejandro Rojas criticó que Morena no ha hecho ni un foro; eso es ridículo, que después de haber ganado el 2018 no hizo ningún foro para enriquecer el proyecto de gobierno del presidente López Obrador, y ahorita en medio de la crisis tampoco ha convocado a foros regionales para proponerle al Presidente de la República enriquecer sus propuestas de reactivación económica, por ejemplo.

Esta nomenclatura radical se apropió del movimiento, lo secuestró literalmente, porque después del 2018, Morena no salió a organizar a nadie, ni siquiera a nosotros mismos, no hicieron ni siquiera un padrón, no sabemos cuántos ni quiénes somos ni dónde estamos, el padrón que tienen es patito, no credencializaron a nadie, no organizaron a Morena a nivel de secciones electorales, a nivel de comunidades, barrios, pueblos, colonias, comunidades.

Tuvimos todo el tiempo después del 18, prácticamente dos años que tiraron a la basura porque no organizaron a nadie, simplemente se atrincheraron, se apoderaron del aparato y están generando estás tesis que son las que provocan que la gente diga “esos de Morena” van por otro lado.

Entonces Morena debe democratizar su estructura, formalizar una estructura que no la tiene, es la única manera de organizarse democráticamente, para que tengamos estructuras organizativas electorales políticas en todo el país, poder desplegar la gran fuerza del movimiento, porque tenemos un caudal de millones de simpatizantes que podrían estar haciendo alguna tarea específica.

El objetivo, puntualizó el líder morenista, es que Morena sea un factor de unidad, porque ofrecimos reconciliar al país, hay que incluir a quienes no votaron por nosotros, que estaban escépticos y convencerlos; el objetivo de un partido es ir convenciendo a más para refrendar esa mayoría o nueva mayoría en la que la sociedad mexicana en el 18 expresó su hartazgo hacia la corrupción, la impunidad y la ilegalidad, y que no desea que regrese una clase política corrupta del PAN o del PRI y que nos han dado el beneficio de la duda.

Como Presidente de Morena yo no les voy a fallar, voy a defender el estado de derecho y que este tipo de iniciativas ni siquiera lleguen a los congresos, ni mucho menos las ocurrencias de esta minoría radical, que aunque tienen todo el derecho expresarse, no tienen derecho a expresarlas a nombre de todo el movimiento.

En el caso de Puebla y sus diputados locales, puntualizó Alejandro Rojas, si hubiera un liderazgo efectivo y democrático, para empezar, esa agenda legislativa del Congreso debería haber sido consultada también con la dirigencia del partido y evidentemente hubiéramos evitado que se hubiera aprobado, porque los diputados no son empleados de Barbosa, representan a un movimiento y tienen que ser consecuentes con los principios, con su plataforma política y con lo que se ofreció en campaña, no andar de levantadedos de las iniciativas del gobernador.

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