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Políticas públicas basadas en evidencia científica mejorarían calidad de vida en mexicanas embarazadas

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Ciudad de México.— El Ranking Nacional de Salud Materna presentado recientemente por MELISA Institute refiere que México podría reducir sus tasas de mortalidad materna mediante ajustes basados en evidencia científica en algunas de sus políticas públicas.

El estudio, desarrollado por científicos de universidades de Chile, México y Estados Unidos, es coordinado por el epidemiólogo chileno Prof. Elard Koch y apunta que las causas de muerte materna en México tienen distintas problemáticas dependiendo de cada uno de los 32 estados de la República.

La elaboración de políticas de salud pública es fundamental para la promoción de la salud materna a nivel mundial ya que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso ocho objetivos de desarrollo del Milenio como guía para las políticas públicas de países miembros, entre los cuales se encuentra México.

El quinto de estos objetivos pretendía reducir la mortalidad materna en 75% para el año 2015; sin embargo, en aquella fecha, la mortalidad materna mundial sólo se redujo poco menos de 50%.

Tan sólo en la Ciudad de México mueren 48.7 mujeres por cada 100 mil bebés nacidos vivos y uno de los factores que han afectado la tasa de mortalidad es que se ha incrementado la edad de embarazos en el grupo de 35 a 45 años, según el ranking presentado por el profesor Koch.

La violencia contra la mujer, por ejemplo, es un mal que pega a las tasas de mortalidad materna: En la capital del país 20.9% de las mujeres son víctimas de la violencia durante el embarazo por cambios demográficos como la disminución de matrimonios, consumo de alcohol y drogas, y aumento de uniones informales. Por ello, un gobierno de perspectiva social puede mejorar la salud materno-infantil con políticas públicas eficientes y basadas en criterios científicos aseguró el investigador.

El Ranking Nacional de Salud Materna revela índices por cada estado de la República Mexicana sobre escolaridad de la madre, acceso a agua potable, violencia contra la mujer, atención obstétrica de emergencia y nivel de los servicios de salud locales, entre otros. Se sabe, por ejemplo, que en Sonora se debe aumentar el número de unidades médicas de emergencia obstétrica, ya que mueren 8.7 mujeres al año por cada 100 mil habitantes únicamente por esa causa.

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Sobre el caso de Tamaulipas el informe arrojó que sólo tienen acceso a drenaje 88.1% de los hogares; y ese es uno de los factores que colocó a la entidad en el séptimo lugar del ranking nacional.

En Guerrero, que se podría considerar el estado de México con mayor peligro para la salud materna por la muerte de 64.4 mujeres embarazadas por cada 100 mil habitantes, se determinó que debe apuntalarse el incremento a visitas de control prenatal y la atención profesional del parto a la población local.

En tanto en Nuevo León es el lugar más seguro para las mujeres cuando de mortalidad materna se habla, ya que cuenta con la incidencia más baja del país; en este estado del norte del país mueren 21.2 mujeres gestantes por cada 100 mil habitantes al año, siendo la tasa más baja del ranking que estudia los 32 estados del país.

El Ranking Nacional de Salud Materna elaborado por MELISA Institute cuenta con el respaldo del doctor Fernando Pliego del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México; apoyo del University Medical Center en Durham, así como de la University of Utah of Medicine de Salt Lake City, ambas en Estados Unidos.

El MELISA Institute, con sede en Chile, es un centro privado de investigación biomédica enfocado en la investigación de vanguardia en epidemiología, biología molecular y genómica con el objetivo de promover soluciones integrales para la salud materna, fetal y embrionaria.

ebv

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