México
Presenta CEM proyecto global pastoral
Ciudad de México.- El pueblo mexicano “está herido por una guerra fratricida” y las autoridades están rebasadas por el crimen organizado, alertó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la publicación “Proyecto Global de Pastoral hacia 2031-2033”.
En este documento, el Episcopado sostiene que a pesar de que la democracia del país es una de las más caras del mundo, México está sumergido en “las plagas de la corrupción y la impunidad” y señaló que el fortalecimiento alarmante del crimen organizado ha provocado que el panorama social se ensombrezca y se haya creado una “narcocultura” donde lo que predomina es el dinero rápido, fácil y de cualquier forma.
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“Los escándalos de corrupción, los salarios estratosféricos de políticos y funcionarios, la superficialidad de las plataformas de los partidos, la manipulación del voto y los escasos resultados hacen que los mexicanos se sientan insatisfechos y desilusionados”, citó el documento de 74 páginas, leído por Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM.
En el documento, elaborado por obispos durante dos años y en el que se analizan la realidad del país y de la vida eclesiástica, el Episcopado sostiene que muchas veces el desarrollo ha quedado en “manos deshonestas y gente sin escrúpulos”.
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Por ello, el Episcopado considera que los políticos tienen que recuperar la confianza de la ciudadanía y el verdadero sentido de la política que lleve a construir sociedades justas y en paz; por eso llamó a los mexicanos a dar seguimiento y exigir que se cumplan las promesas de campaña.
TRES PARTES CLAVE PARA ENTENDER EL PROYECTO
Tal y como se lee en el documento de presentación, esta iniciativa pastoral ha sido estructurada en tres grandes partes siguiendo una metodología propia del ejercicio pastoral latinoamericano.
Una primera parte para mirar la realidad como pueblo redimido por Jesucristo y amado por Santa María de Guadalupe, “con nuestro corazón pleno de agradecimiento y teniendo presente lo que el Dios Padre Bueno ha realizado en nuestra Patria a lo largo de estos siglos”.
Una segunda parte, en la que el foco central residirá en precisar y responder al núcleo problemático que aglutinó toda esa realidad, expresada en lo que denominamos el problema antropológico-cultural.
Y una tercera parte, que plantea un desafío fundamental: “Dios nos está llamando a generar esperanza y a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para todos sus hijos, especialmente los descartados por estos nuevos fenómenos, una vida que refleje en cada persona a Cristo el hombre perfecto y se manifieste en condiciones dignas para cada uno”.