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Refuerza seguridad en Bangkok por amenaza

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Bangkok.—  Las autoridades tailandesas reforzaron la seguridad en Bangkok y las provincias colindantes después de que se difundiera una alerta policial ante la posibilidad de un atentado con coche bomba en la capital.
Efectivos de la Policía fueron desplegados en zonas turísticas de la metrópoli, cerca de las embajadas y en los aeropuertos de la ciudad, informa el diario “Bangkok Post”.

El Subdirector de la Policía Nacional, Srivara Ransibrahmanakul, confirmó a la fuente que han recibido informes de inteligencia que apuntan a la planificación de atentados con explosivos en tres localizaciones de la capital y provincias cercanas que se cometerían a finales de mes.

El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, declaró este martes que es necesaria una investigación más exhaustiva de los informes de inteligencia y pidió que no se divulgaran aún más datos sobre la alerta.

A primeras horas de hoy, las autoridades detuvieron en Bangkok a diez personas sospechosas de colaborar con la insurgencia musulmana que actúa en el sur del país, grupos a los que se le atribuye la serie de atentados bomba perpetrados en varias provincias meridionales el pasado agosto.

En otro operativo en la provincia de Samut Prakan, al sur de Bangkok, la policía arrestó a un técnico sospechoso de modificar teléfonos móviles para su uso como detonador, informa el canal “Thai PBS”.

Entre el 11 y 12 de agosto, 14 bombas estallaron en seis provincias de Tailandia, incluidos los destinos turísticos de Phuket y Hua Hin, y causaron cuatro muertos y 35 heridos, entre ellos diez extranjeros.

Esos ataques fueron reivindicados semanas después por el Barasan Revolusi Nasional (BRN), el mayor grupo armado de rebeldes musulmanes que opera en el país.

Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos se suceden casi a diario en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala, que ocupan el sur de Tailandia, pese al despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción desde 2005.

Más de 6.500 personas han muerto en esta región de mayoría malaya y musulmana desde que el movimiento separatista reanudó la lucha armada en 2004, después de una década aletargado.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista y exigen la creación de un Estado que integre a las citadas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani y que Tailandia anexionó hace un siglo. Efe

agch

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