Ahora sí, a enfrentar la realidad presupuestaria

Déjense ya de chillar, sean serios

 Si uno recordare el ambiente que privaba poco antes de empezar las discusiones del Paquete Económico de los últimos diez o quince años, difícilmente encontraría un ambiente tan ríspido y complicado como el actual.

Hoy, no es únicamente la caída de los ingresos del erario y los montos de la deuda pública que rayan en una irresponsabilidad a todas luces condenable sino también, la lucha adelantada y abierta por la candidatura presidencial en los principales partidos políticos.

Esta mezcla de temas -pocas veces vista en gobiernos anteriores-, hace que la discusión de la iniciativa de Ley de Ingresos y del Proyecto de Presupuesto de Egresos enviados al Congreso por el Ejecutivo, vaya a incluir un buen número de elementos políticos los cuales, espero no se salgan con la suya los promotores de esa barbaridad, van a dominar la discusión por encima de la parte técnica o si lo prefiere usted, de lo que es hoy la realidad de nuestras finanzas públicas y de la economía en su conjunto.

La demagogia reinará en ambas Cámaras del Congreso, donde el espectáculo que darán no pocos de los legisladores con sus intervenciones fruto de su ignorancia en materia económica será, por decir lo menos, grotesco.

Uno de ellos, que se distinguirá por expresar las mayores tonterías en materia económica será, sin duda, el senador Barbosa; ignorante de todo lo que huele a economía y finanzas públicas, será el hazmerreír en las sesiones. Ya lo verá y escuchará.

Además, usted no se aburriría en caso de que decidiere seguir las discusiones en el Canal del Congreso porque, aquél, no estará solo en eso de hablar de lo que ignoran. Cada partido aportará a varios de los integrantes de sus bancadas, en el concierto de burradas económicas que veremos.

(En relación con el senador Barbosa, ¿acaso carece de un amigo verdadero y leal, que le aconseje abrir un restaurante donde, el platillo principal del menú sería el chile en nogada? Por lo que se le ha visto en televisión -en relación con este histórico y emblemático platillo-, dicho establecimiento sería todo un éxito).

¿Qué esperar de esa mezcla de demagogia y ambiciones políticas en la que se convertirá la discusión de la Ley de Ingresos, y del Presupuesto de Egresos de la Federación 2017? ¿Qué Ley de Ingresos y qué Presupuesto resultaría de la pequeñez, mezquindad e ignorancia de los que integran ambas Cámaras del Congreso de la Unión?

Además, por si hiciere falta algo que vendría a complicar la discusión de ambos documentos, ¿qué esperar de una discusión que debería ser supuestamente técnica, al mezclar los chillidos y gritos quejumbrosos de éste o aquel suspirante de la candidatura presidencial, que se siente agredido porque el Proyecto de Presupuesto incluye un recorte del monto asignado al gobierno que encabeza?

¿Así se comportaría frente al Congreso? ¿Llorón y con quejidos como de La llorona, en caso de ganar la Presidencia, y debiere enfrentar una realidad financiera complicada? ¿Qué diría si debiere, recortar partidas presupuestales las cuales, hoy al igual que mañana, sólo servirían para granjearse simpatías de ésta o aquella clientela política?

¿Lo imagina usted allá por los alrededores de San Lázaro, gritando ¡Ayyyyy mis recursos presupuestales!?

¡Qué chulo país!

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