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Cómo disfrutar de una sonrisa radiante con poco esfuerzo
El cuidado de los dientes está íntimamente relacionado con la salud. Aunque muchas personas suelen dejarlo de lado hasta el momento en el que se genera un verdadero conflicto. Para tener una sonrisa radiante solo hay que establecer hábitos diarios correctos que pueden ser cumplidos en pocos minutos cada día.
Son muchas las cosas que se dicen por ahí sobre la importancia de tener una sonrisa en buen estado. En general, aunque tiene un marcado valor estético. Esta es una situación que debería preocupar más por su relación con la salud bucal que por lo que a belleza se refiere. Pero, sea cual sea el objetivo, no está de más conocer las técnicas recomendadas por los especialistas.
La limpieza de los dientes
El primer asunto que hace falta mencionar en este tema es el que está relacionado con la limpieza diaria de los dientes. Lo primero es el cepillado con una buena crema dental, el uso de hilo dental para eliminar cualquier resto de comida que haya quedado adherido y la aplicación de enjuague bucal para completar el proceso. De hecho, en este artículo leerás sobre los beneficios del Listerine explicados con detalle.
Generalmente, el cepillado lo hace la gran mayoría de las personas (aunque no siempre con la técnica apropiada), un porcentaje menor utiliza el hilo dental y una cantidad todavía inferior se aplica enjuague bucal. Es un hecho que el enjuague no puede suplantar el cepillado, pero sí merece la pena saber los beneficios que ofrece:
- Se encarga de eliminar las bacterias que quedan dentro de la boca, así como reduce aquellas que se encargan de producir las molestas caries.
- Su aplicación es totalmente segura y, de hecho, es uno de los dos enjuagues recomendados por la Asociación Dental Americana para reducir las molestias a quienes sufren gingivitis.
- Regala un aroma y aliento fresco que resulta agradable, tanto para el propio usuario, como para los que se encuentran en el entorno.
- Es un apoyo de valor para frenar la aparición de otras enfermedades bucales, como la halitosis y la periodontitis.
- Resulta seguro para aquellas personas que poseen implantes dentales, reduciendo las posibilidades de que aparezca la biopelícula dental.
Visitas regulares al especialista
Para complementar todo lo anterior, es indispensable que se realicen visitas habituales al especialista en la materia. Este será quien podrá hacer una valoración clínica provechosa y establecerá la ruta a seguir para lograr esa sonrisa perfecta. En ocasiones, se puede requerir la aplicación de tratamientos como uso de flúor o limpiezas para mejorar la estructura.
De hecho, se tienen estadísticas que avalan que el blanqueamiento dental es uno de los procedimientos más frecuentes que realizan las personas cuando asisten a una consulta odontológica. La razón es sencilla: es un tratamiento estético que genera buenos resultados y que no es invasivo, por lo que apenas se sentirá el trabajo, pero este sí será visible en cualquier espejo.
Ahora bien, merece la pena reconocer que una visita (mínimo una vez cada año) al odontólogo puede ser útil para:
- Detectar la presencia de caries antes de que avancen mucho en el diente y después sea más complejo eliminarlas, o incluso, lleve a la pérdida de la pieza dental.
- Valorar el estado de salud bucal en general y establecer procedimientos en caso de que se esté desarrollando alguna enfermedad bucal.
- Recibir orientaciones profesionales sobre los métodos correctos de cepillado, uso del hilo dental y del enjuague bucal. A veces, esta parte educativa es lo que marca la diferencia para tener una higiene dental apropiada en lo sucesivo, y evitar así la aparición de enfermedades.
Con todo esto, ya se tendrá una idea más segura de las pautas que hay que seguir para que la sonrisa sea cada vez más hermosa y se llegue al ideal de la imagen perfecta. En ocasiones no parece tan fácil, pero el establecimiento de hábitos continuos es lo que puede marcar la diferencia.
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