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Fin a la era Rousseff
La muerte política de Dilma
El 2016 comenzó con la investigación de parlamentarios a la presidente de Brasil Dilma Rousseff, por graves irregularidades al acumular una deuda con la banca pública realizadas por su Gobierno en 2014.
Foto: Efe/Ap Archivo/Web
Temer, ¿el conspirador?
Los principales impulsores del llamado impeachment fueron los representantes del PMDB, Eduardo Cunha y el entonces vicepresidente de Brasil, Michel Temer, quienes tomaron el protagonismo para pedir la separación del cargo a Rousseff.
Fotos: Web
Dilma, cada vez más sola
En marzo, la presidenta Dilma Rousseff advierte que está en curso un “golpe de Estado” en su contra.
A su vez más de un millón de personas se movilizan en contra el gobierno de la mandataria; la culpan de la severa recesión que atraviesa el país.
Senado acerca a Rousseff al impeachment
En mayo, el pleno del Senado debatía sobre la admisibilidad o no del proceso de juicio político presidencial contra Dilma Rousseff
Rousseff sería apartada del poder por 180 días, cargo que debería asumir en forma interina el vicepresidente Michel Temer.
‘Es un golpe de estado’
Para el 12 de mayo el pleno del Senado aprobó el inicio del juicio político contra Dilma Rousseff, separándola temporalmente de su cargo, con lo cual Michel Temer sería presidente interino.
En su último discurso Dilma Rousseff, advirtió: ‘es un verdadero golpe de estado’… están cometiendo el peor crimen… condenar a una inocente’.
La ofensiva de Roussef
A finales de mayo, miles de brasileños se movilizan por las calles de Río de Janeiro en la marcha denominada “Mujeres por la democracia” a favor de Dilma Rousseff.
Mientras que en junio Rousseff presentaba por escrito su defensa ante el Senado, en el que incluía pruebas de un complot deTemer, su vicepresidente para quitarla del poder.
La Consumación
En agosto: El senado brasileño inició a la sesión histórica del juicio político para destituir o confirmar a la suspendida presidenta Dilma Rousseff.
Por su parte, Dilma en su competencia, pidió al Senado no dar lugar a “un gobierno usurpador“.
Sin embargo, finalmente el 31 de agosto, el Senado de Brasil aprueba la destitución de Dilma Rousseff.
