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Francisco publica exhortación juvenil
Ciudad del Vaticano.- Tras el sínodo de la juventud, el papa Francisco ha publicado este 2 de abril la Exhortación Apostólica ‘Christus Vivit’. Se trata de 299 numerales dirigidos principalmente a los jóvenes; de manera inusual, el texto postsinodal está escrito ‘hablándole de tú’ a los millones de jóvenes católicos del mundo: “Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza”.
El documento, sin embargo, también se dirige a los obispos y pastores católicos. En la primera parte, el Papa recopila pasajes bíblicos del Antiguo Testamento donde algunos jóvenes fueron protagonistas de la Historia de la Salvación; y del Nuevo Testamento, donde aclara la postura de Jesús frente a la juventud, la dureza de los adultos frente a los jóvenes de su época y lo fácil que puede envejecer el corazón de un joven cuando éste se apega a riquezas o al ocio.
En el segundo capítulo, la exhortación explora los años desconocidos de la vida de Jesús y el Papa confía: “Su adolescencia y su juventud lo orientaron a esa misión suprema… no hay que pensar que Jesús fuera un adolescente solitario o un joven entusiasmado. Su relación con la gente era la de un joven que compartía toda la vida de una familia bien integrada en el pueblo. Aprendió el trabajo de su padre y luego lo reemplazó como carpintero… Gracias a la confianza de sus padres, Jesús se mueve libremente y aprende a caminar con todos los demás”.
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En el documento, Francisco acusa que hay quienes “quieren avejentar a la Iglesia, esclerotizarla en el pasado, detenerla, volverla inmóvil” y que hay otros “que creen que la Iglesia es joven porque cede a todo lo que el mundo le ofrece, creer que se renueva porque esconde su mensaje y se mimetiza con los demás”.
El pontífice apunta las diferentes tensiones que la sociedad y los jóvenes ven en la Iglesia católica: “disfrutan cuando ven a una Iglesia que se manifiesta humildemente segura de sus dones y también capaz de ejercer una crítica… otros jóvenes reclaman una Iglesia que escuche más, que no se la pase condenando al mundo”.
“No quieren ver a una Iglesia callada y tímida, pero tampoco que esté siempre en guerra por dos o tres temas que al obsesionan”.
El documento explora las muchas juventudes que se constatan en la cultura contemporánea: “Existe una pluralidad de mundos juveniles” y enumera algunas de sus complejidades: “situaciones de violencia y guerra… muchos jóvenes son ideologizados, aprovechados como carne de cañón para destruir, amedrentar o ridiculizar a otros… pero son más numerosos los jóvenes que padecen formas de marginación y exclusión social”.
El pontífice no deja fenómeno sin mirar. Incluso el de los abusos sexuales y la violencia contra las mujeres. Ante las jóvenes, el Papa reconoce que sólo una Iglesia viva puede reaccionar “prestando atención a las legítimas reivindicaciones de las mujeres que piden más justicia e igualdad. Puede recordar la historia y reconocer una larga trama de autoritarismo por parte de los varones, de sometimiento, de diversas formas de esclavitud, de abuso y de violencia machista”.
Además de pedir a los jóvenes reflexionen sobre el peso de las tradiciones, el desarrollo de la identidad, la sexualidad, los avances tecnológicos y el mundo digital, el papa Francisco pide a este sector: “No dejes que te roben la esperanza y la alegría, que te narcoticen para utilizarte como esclavo de sus intereses. Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa”.
El cuarto capítulo está dedicado al anuncio del Evangelio a los jóvenes; el quinto, al camino de la juventud hacia la madurez; el sexto a la memoria y a la tierra; finalmente, el séptimo es una glosa pastoral para atender a los jóvenes; el octavo versa sobre la vocación; y el noveno sobre el discernimiento. Todo para concluir en un deseo: “Seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos… y cuando lleguen donde nosotros no hemos llegado, tengan paciencia para esperarnos”.