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Los que hoy lo lloran y/o están tristes, ¿tienen idea de lo que hicieron de Cuba, él y el heredero?
Si efectiva y sinceramente lo lloran y han entristecido por la muerte de quien fue, sin duda, el peor de los dictadores que América Latina ha conocido y padecido, sería porque lo que ese par de tiranos hizo de Cuba, o son unos cínicos y desvergonzados.
Con ese par, hoy en día, no puede haber medias tintas. La verdad de lo que hicieron con Cuba y en lo que la convirtieron, tardó en ser conocida a cabalidad; sin embargo, desde hace años, y a costa de grandes sacrificios de miles de cubanos y sus familias, y de perder la vida muchos otros en aras de darle libertad a sus compatriotas, esa verdad fue conocida y difundida en el mundo.
¿Quién podría afirmar hoy, que lo que es Cuba desde hace muchos años, es desconocido? ¿Un cínico y falto de honradez intelectual? ¿Un cómplice consciente de ello, o un ingenuo?
La verdad, es que los pocos que defienden todavía hoy las atrocidades mil, y los asesinatos ordenados o cometidos por el heredero, le hacen un flaco favor al pueblo cubano.
Sin embargo, por encima de tanto que falta todavía por conocer de las fechorías de ese par de dictadores, hay algo que no podemos dejar de ver: Hoy empieza el proceso de transición a la democracia en Cuba.
¿Cómo será éste? ¿Igual al que se dio en la hoy extinta URSS, o en los países que conformaron lo que conocimos como Europa Oriental? ¿Se parecerá al proceso que viven la República Popular China y la República de Vietnam? ¿Acaso será un proceso similar al que vimos en Chile?
La forma podrá variar, pero lo que es un hecho incontrovertible, es el proceso de transición que llevará, en pocos años, a un pueblo aún más sometido y oprimido que cualquier otro que haya sufrido la tragedia de vivir bajo una dictadura en América Latina.
¿Qué haremos en México frente a dicho proceso? ¿Diremos que los intentos por que Cuba construya su democracia, es una conjura neoliberal o imperialista? ¿Habría todavía alguien en México, con una visión tan infantil y pedestre, que lo afirmare? Sí, los hay, y no son pocos.
Lo más interesante de lo que veremos en las próximas semanas o meses sin duda, será la conducta del heredero de la dictadura; ¿qué hará? ¿Cooperará haciéndose a un lado, y permitirá la transición? ¿O se aferrará al poder y a mantener el gobierno dictatorial fundado por el finado, y que él ha heredado hoy?
¿Estará consciente del hecho, de que si una buena parte de la cúpula no se rebeló en vida del hoy finado, era por el poder que todavía aquél detentaba el cual, en modo alguno ha sido heredado de manera automática? ¿Estará consciente de sus limitaciones, y de la escasa fuerza que tendrá en la nueva correlación, tanto en el aparato estatal como en el militar?
¿Acaso piensa que lo que le funcionó hace casi sesenta años, los fusilamientos y juicios sumarísimos, son viables y productivos en los tiempos que corren? ¿No vio las imágenes de la caída del Muro, y las de la muerte de Ceausescu y su esposa? ¿Acaso ignora cómo fueron los últimos años de Enver Hoxha, el autócrata, y dictador albanés?
¿Por qué no seguir el ejemplo de un colega suyo, Augusto Pinochet? ¿Por qué no convocar un plebiscito, e irse después a un exilio dorado? Le convendría, de ser un poquito inteligente, ir a pasar los pocos años que le quedan de vida, en la nueva Rusia zarista, con Vladimir Putin.
La nueva etapa es la interesante; la tristeza y llantos fingidos de no pocos, darán paso -muy pronto- a la cruda realidad de millones de cubanos. Flotará la podredumbre ocultada por años; se conocerán los casos de la peor de las corrupciones, la que se practica en un país sometido y explotado por una camarilla de sedicentes revolucionarios.
Cualquier semejanza con lo local, es simple coincidencia.
Preparémonos pues, porque muchas de las honras que fueron veneradas durante decenios, caerán a pedazos en los meses que vienen. Cuidado también porque, el espectáculo será apto, solo para adultos con amplio criterio.
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