Padres defienden la vida de su hijo; médicos insistían en abortar

Cracovia.— Olga y Paweł Dębowski se casaron tras una relación de noviazgo, y tras un tiempo, decidieron ser padres, sin lograrlo fácilmente.

Olga se embarazó dos veces, sin que se lograra concretar. En su tercer embarazo, la pareja estaba llena de ilusión de poder tener al fin a su bebé.

En la semana 20, la pareja fue a hacerse una ecografía. Durante la visita, los médicos detectaron algunas anomalías en el desarrollo del bebé.

Los Dębowski fueron remitidos a otras pruebas, esta vez más detalladas.

Los análisis confirmaron anomalías genéticas en su bebé, por lo que los médicos le propusieron a la pareja asesinar a su hijo con un aborto.

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“(El médico) me dio una palmadita en el hombro y añadió: “Seguirá teniendo hijos sanos”. Sentí que me trataba objetivamente, sin empatía ni compasión”, explica Olga en una entrevista.

La pareja vivía entonces en Reino Unido. Por tanto, tenían derecho a matar legalmente a su hijo incluso hasta el momento del nacimiento.

Sin embargo, los padres decidieron defender la vida del pequeño pese a la insistencia de los médicos.

“Me di cuenta del tipo de asesinato al que me iba a enfrentar. No habría podido llevar una vida normal después de aquello”, dice Olga.

Olga explicó que en cada procedimiento los médicos le insistían en la opción del aborto. Sin embargo, su respuesta fue firme: “no estamos de acuerdo”.

Los padres regresaron a Polonia, para tener a su bebé que nació el 16 de agosto de 2019. En esa fecha  la mayoría de los augurios de las pruebas genéticas no se confirmaron.

El pequeño Franek sólo nació con un pie zambo -sólo uno- que con el tiempo y tratamiento adecuado fue enderezado.

JAHA