¿Piensa usted en el año próximo, o simplemente vive el día?

Hace ya muchos años, cuando trabajaba en la hoy extinta Secretaría de Programación y Presupuesto, desarrollamos algunas frases relacionadas con la planificación las cuales, si bien iban en contra de la ortodoxia del gobierno de ese entonces –José López Portillo en la Presidencia y Carlos Tello-Ricardo García Sáinz-Miguel de la Madrid en aquella Secretaría-, reflejaban de manera objetiva lo que en realidad pensaban los mexicanos acerca de la planificación y aún hoy, sin duda, lo siguen haciendo.

Una de ellas decía: El mexicano que vea más allá de los próximos tres días, es un traidor a la Patria. ¿Piensa que la frase no refleja nuestra visión acerca del futuro?

Si piensa que esa frase nada dice de nuestra actitud hacia el futuro, le pregunto entonces: ¿Está interesado en construir su futuro? ¿Sabe de la realidad de su ahorro para su pensión? ¿Tiene asegurada una vejez digna? ¿Le preocuparía en este momento, que al llegar a su retiro cuando cumpla 65 o 70 años, no fuere a contar con tener una pensión y el servicio médico asegurado?

Por fortuna, el tema de las pensiones en particular, y el del futuro incierto que espera a decenas de millones de mexicanos durante los últimos años de su vida, están hoy en el centro de una discusión acerca de la salud de las finanzas públicas. Sin embargo, aun cuando el tema empieza, como dije, a discutirse, nadie parece querer decir la verdad de lo que nos espera, y menos del problema político que deberemos enfrentar, quizás a partir del año 2015.

¿Quién se va a atrever a decirle a millones de mexicanos que están en la formalidad, que el monto de la pensión a la que tendrán derecho será, en el mejor de los casos, del orden del 28 al 30% de su último salario? Y aquí debe aclararse, que este porcentaje es para los que se pensionen con el sistema creado en 1997.

También, ya deberían los responsables del Sistema de Ahorro para el Retiro -el SAR-, decirles claramente que el porcentaje aportado, el 6.5, únicamente alcanzaría para aquella parte de su último salario.

Hoy, si bien se habla de esto último, no hay una campaña masiva que permita que millones de trabajadores y empleados tomen consciencia de su pensión y de la necesidad, en caso de que quisieren elevarla al 45-50% de su último salario, su aportación debería ser del orden del 15 al 18%.

Por otra parte, debe promoverse un dato importante respecto al porcentaje aquél, el del 6.5%. De éste, el trabajador únicamente aporta el 1.25% y el Patrón el 5.0% y el resto: 0.25%, el Gobierno Federal.

En consecuencia, ¿por qué alguien habría de esperar una pensión alta, cuando su aportación prácticamente es nula?

Por otra parte, para los que estén en lo que se denomina IMSS Transición -a serles aplicada la Ley del IMSS 1973-, el tope será de 25 Salarios Mínimos. Es decir, aun cuando el salario mensual que reciban pudiere rebasar dicho monto, la cotización máxima corresponde también a ese nivel de 25 SM, el cual se conoce como Salario Topado.

Como puede darse cuenta usted, su pensión o si lo prefiere, su futuro, es por demás incierto, aun cuando usted esté en la economía formal. ¿Imagina usted qué futuro les espera a las decenas de millones de mexicanos en la informalidad, tanto en lo económico como en lo que tiene que ver con los servicios de salud?

El futuro, como usted puede darse cuenta, es algo serio. ¿No piensa que llegó la hora de empezar a pensar en él?

Que no haga mella en usted que lo llamen traidor porque decide pensar más allá de los tres días.

¿Por qué le comento esto en los días decembrinos, días de fiesta por definición? Para que recuerde que, en este sufrido país, nuestro futuro, por desgracia, no va a ser una fiesta sino más bien, una tragedia.

ebv