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Solo queda aguantarlos; espero no destrocen lo poco que han dejado del país
Al revisar los decretos publicados hoy en el Diario Oficial, relacionados todos con los nuevos precios y nueva metodología para calcularlos -de las gasolinas Magna y Premium y el diésel-, junto con la versión estenográfica de la conferencia de prensa ofrecida por el Secretario de Hacienda, no puede uno menos que sorprenderse por el cinismo exhibido, al tratar de ocultar el elemento central de dichos aumentos: El nuevo nivel del IEPS.
Durante este diciembre, el IEPS aplicado en el precio de $13.98 (Litro de Gasolina Magna), fue de $2.60. A partir de enero del año próximo, ese monto subirá a $4.30 y además, fijo durante el año. ¿El aumento? Un 65% del aplicado durante diciembre de 2016.
Aquél IEPS de $2.60 representaba el 18.6% del precio total de $13.98. A partir de enero, el IEPS de $4.60 vendría a representar el 28.8% del precio promedio de $15.99 de la gasolina Magna.
La Secretaría de Hacienda, mejor dicho el gobierno Federal, nos envía con esta decisión, un claro mensaje: El año electoral de 2017, me impide reducir o mantener el precio de las gasolinas y el del diésel.
¿Aumentará la inflación? ¡Sí, y qué?
Lo curioso de todo este enredo y verdades a medias o mentiras totales, es el siguiente: Por más esfuerzos que hagan por tratar de ocultar de lo que se trata la elevación de los precios de los tres combustibles, no po logran.
Es tal el temor a reconocer el porqué, que el mismo Secretario de Hacienda en su conferencia de prensa de hoy por la mañana, ni por accidente menciona el nuevo monto del IEPS a aplicarse durante el año completo de 2017.
En consecuencia, el ganón -como ya es costumbre en esto del IEPS-, será Hacienda que requiere más y más recursos para seguir gastando a lo loco, y con ello tratar de mantener clientelas políticas, y obtener de ellas sus votos.
Por otra parte, la nueva fórmula tiene seis términos mientras que la aplicada este año, sólo cuatro.
Ya habrá oportunidad de conocer más detalles de esto, que como usted piensa, es un atraco más del gobierno Federal al no estar dispuesto a recortar en serio donde sí sobran recursos: en el Gasto Público.