Un mes de psicosis trumpiana

La psicosis trumpiana que vemos en la CDMX, ¿la vemos también en el resto del país? ¿Por qué no?

Hoy se cumple el primer mes del gobierno del Presidente Trump.

¿Ha caído usted, en ese juego perverso de vender la gobernación de aquél como el fin, si no del mundo, sí de México?

Por el contrario, si usted no la hubiese vendido, pero sí comprado acríticamente, y tomado como verdad axiomática que la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos es, para decirlo claro, la debacle final de México, ¿qué piensa hoy, a un mes de la toma de posesión de quien, para no pocos, es El Quinto Jinete del Apocalipsis?

Es más, ¿piensa usted que la psicosis que priva en la CDMX -prácticamente en todos sus espacios mediáticos-, priva también en el resto del país?

De pensar eso, ¿cuáles son sus argumentos para pensar eso? ¿En verdad piensa que centenas de miles de agentes económicos privados, de los cuales, no pocos han venido exportando e importando bienes diversos hacia y desde Estados Unidos, viven hoy con el Jesús en la boca por la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos?

¿Qué pensaría usted si le dijere, que las grandes preocupaciones de esos agentes económicos privados, no son las decisiones y opiniones de Donald Trump, sino el desempeño de burócratas incapaces y corruptos, que abundan en las estructuras de los tres órdenes de gobierno?

¿Qué me diría si le dijere, que aquellos temen más a las decisiones tomadas desde una oficina en la CDMX por un burócrata, cuyo único objetivo es elevar la recaudación para contribuir con esos recursos -que serían mucho mejor administrados por el que los generó con su trabajo y esfuerzo-, para sufragar el alto costo de la deuda del sector público Federal, y para seguir manteniendo un gasto público dispendioso e ineficaz en extremo?

¿Qué pensaría si le dijere, que las peores amenazas para el futuro del país y el crecimiento de nuestra economía, no son las decisiones y opiniones de Donald Trump?

¿Aceptaría que ese papel está reservado desde hace decenios, por el Congreso de la Unión que, desde hace decenios, ha rehuido legislar en beneficio de la modernización de México?

Dejemos pues toda esa avalancha de planteamientos apocalípticos relacionados con la gobernación de Donald Trump, y mantengamos siempre presente, que los factores internos son los que determinan, al final del día, el éxito o fracaso, y la modernización o el estancamiento de un país y su economía.

No se deje sorprender, menos de ser engatusado por quienes, con esa retórica catastrofista, lo único que buscan es que usted olvide que nuestros graves problemas estructurales, con Trump o sin Trump, ahí siguen; a la espera de que los enfrentemos y elaboremos las soluciones adecuadas y urgentes a las que aspiran, desde hace muchísimos años, prácticamente todos los mexicanos.

Dejemos que de Donald Trump se encarguen los ciudadanos de Estados Unidos; más de 60 millones de ellos votaron en su favor, de manera legal, democrática y pacífica.

Que ahora, ante lo que están viendo y enfrentando, de la misma manera lo saquen de la Presidencia, si es que quisieren. No olvidemos que la responsabilidad de la llegada de aquél es de ellos, así como también lo será su salida.

Angel Verdugo
@AngelVerdugoB

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