Vaticano pide a OEA defender el valor de la vida y la familia

Lima.— El Vaticano reconoció el trabajo de Organización de Estados Americanos (OEA) como facilitador de dialogo y colaboración entre los estados miembros, donde el intercambio de ideas y compromisos ayudaría para defender los derechos fundamentales desde el respeto y el encuentro.

Durante la 52 Asamblea de la OEA en Perú, subsecretario de la Sección para los Estados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, Monseñor Miroslaw Wachowski, hizo un llamado a valorar la dignidad inherente de cada ser humano como imagen de dios, defender el valor de la vida, la familia, la igualdad de derechos de la mujer, del niño, del migrante, de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad; así como respeto por la libertad religiosa.

Dijo que, en su rol de observador permanente, la Santa Sede sigue de cerca cuanto se discute y valora en este ente multilateral con vistas a seguir colaborando juntos y poner fin a la desigualdad y discriminación desde la dignidad y la fraternidad.

NO A IMPOSICIONES

Monseñor Miroslaw Wachowski advirtió que los ordenamientos jurídicos, políticos o económicos emanados de los organismos multilaterales no pueden olvidar que al ser humano, con toda su dignidad.

“Este hemisferio sabe de conquistas y libertades y de luchas, sin embargo no debería caer en una uniformidad como consecuencia de una nueva forma de colonización ideológica, esta desarraiga la tradiciones, la historia y sus valores más profundos, descuidando a menudo los deberes hacia los mas débiles y frágiles”.

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VALOR A LA DIGNIDAD

La Santa Sede enfatizó que valora y protege la dignidad de toda persona cualquiera que sea su estado personal o circunstancia, porque el aporte de cada uno no se limita a una contribución material, sino que representa un don especial e irrepetible, un mensaje de esperanza y la fortaleza para salir adelante.

“De este modo el respeto al valor que nuestra sociedad le prestan a las personas donde se encuentra su vulnerabilidad determinará el tipo de sociedad que queremos ser para lograr una dimensión integradora tan fundamental en un mundo cada vez mas globalizado es necesario recordar que el fin último de nuestras sociedades es fortalecer a la persona humana”.

El papa Francisco ha asegurado que la discriminación sigue estando presente en varios niveles de la vida social, se alimenta de los prejuicios, al ignorancia y una cultura que lucha por comprender el valor inestimable de cada persona.

Finalmente, Monseñor Miroslaw Wachowski dijo que existe la oportunidad de trabajar y colaborar en el desarrollo de una cultura de la inclusión en la que nadie se sienta descartado, ni marginado. Todos con sus diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose, e iluminándose recíprocamente.

ebv