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Guatemala: Niegan crisis por corrupción

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Guatemala.- Tras conocerse la posible implicación de uno de los hijos y un hermano del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, en un caso de corrupción, el portavoz del Gobierno descartó que exista una crisis en el Ejecutivo.

En declaraciones a la prensa tras la reunión semanal del gabinete, Heinz Heimann se mostró tajante al negar cualquier aprieto en el seno del Gobierno y negó también la existencia de una estrategia para cerrar filas a favor de Morales.

Desde que la semana pasada el propio mandatario hiciera público que un hijo y un hermano suyos prestaron declaración de forma voluntaria por una posible vinculación con un caso de corrupción en el Registro General de la Propiedad (RGP), muchos de los ministros se pronunciaron a su favor.

Estas muestras de apoyo, dijo Heimann, son algo personal de cada funcionario y no forman parte, en ningún caso, de una maniobra para secundar y defender al presidente, aunque la actuación de los familiares, insistió, es algo ajeno al jefe de Estado.

Un hijo y un hermano de Morales, José Manuel Morales Marroquín y Samuel Everardo Morales, respectivamente, sobre quienes pesa ahora una prohibición de salir del país, se presentaron ante la Fiscalía, a pesar de no haber sido acusados formalmente, para dar respuesta de forma voluntaria a una posible vinculación con una empresa.

Tal y como contó Morales en un mensaje a la nación el martes, la única vez que habló del caso, sus familiares quizá tuvieron “alguna relación por cotizaciones de alimentos” con la firma Fulanos y Menganos S. A., implicada en la trama en el RGP.

Fulanos y Menganos S.A. es una entidad que salió a la luz el pasado 1 de septiembre, cuando la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) desarticularon una red de corrupción en el RGP que defraudó más de 3 millones de quetzales (unos 397,324 dólares) y por la que está procesada casi una veintena de personas.

La investigación desveló que entre enero de 2012 y mayo de 2015, se autorizó la firma de 16 contratos laborales anómalos, conocidos como “plazas fantasma”, los cuales recibieron más de 3 millones de quetzales como remuneración por un trabajo no realizado, aunque no asistieron físicamente a su puesto de trabajo.

En este marco, a la empresa Fulanos y Menganos se le pagó para dar servicio de desayuno a unas 524 personas por un importe de 90 mil quetzales (11,964 dólares), aunque finalmente el evento no se realizó.

El abogado defensor, Gustavo Barreno, defendió la pasada semana en una entrevista en exclusiva con Efe la inocencia de ambos familiares, y aseguró que las acusaciones vertidas forman parte de un ataque político contra Morales, quien asumió el poder el pasado 14 de enero con un discurso acérrimo contra cualquier acto de corrupción. (EFE)

refm

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