Planeación estratégica: un pilar en la gestión empresarial

Ciudad de México.— Con la actual situación que se vive debido a la pandemia, las empresas se enfrentan a diversos riesgos estratégicos y operacionales, por lo que deben actuar de forma rápida, pero asertiva para tomar decisiones.

Esa transformación debe ser analizada y diseñada a partir de una revisión de un especialista en gestión directiva, con un reenfoque en el proceso de planificación estratégica que contemple las características de cada organización, su estructura, sus procesos, sus capacidades y su modelo de negocios, entre otros aspectos.

En este 2021, expertos en materia empresarial consideran necesaria una planeación estratégica por dos razones principales: el presupuesto y redefinir las empresas para lo que viene en el 2022.

Los especialistas hacen énfasis en que hay que comprender que la pandemia cambió patrones de consumo, la actitud de los clientes, y para adaptarse hay que analizar estos cambios, planificar objetivos y tener una estrategia clara para lograrlos.

Ángel García-Lascurain, socio director de la compañía Advanced Management Consulting Group (AMCG), consultora de planeación estratégica y gobierno corporativo, explica que la planeación estratégica consta de tres etapas: planeación, ejecución y gestión, cada una de ellas, con características y procesos diferentes, que cada caso puede necesitar, dependiendo el momento.

“Tenemos que analizar primero cuál es el momento que tiene la empresa, qué está viviendo la empresa, en su mercado, tanto en su contexto externo, qué temas por ejemplo regulatorios le están impactando de competencia, etcétera, todo eso hay que analizarlo. Pero también temas internos, cambios, recursos”, detalla el directivo de AMCG.

El experto agrega que una vez que se ha determinado el momento que vive la empresa, es posible que necesite cualquiera de las etapas mencionadas. En el caso de la planeación, se definen objetivos, llamados visión o visión estratégica, para establecer qué se busca lograr, ya sea crecer, diversificarse, aumentar la rentabilidad o cualquier otro objetivo.

En la segunda etapa, el de la ejecución, precisa que se desdobla la estrategia a la estructura organizacional y se implementan los objetivos de cada área para contribuir al resultado final. Este proceso de implementación, también llamado alineación de operaciones estratégicas, pone en marcha las acciones planteadas para alcanzar las metas.

Y en la etapa tres, la de gestión, se evalúa si la estrategia está funcionando o no; se da el seguimiento de la implementación y se mide el cumplimiento de los objetivos de la estrategia, así como el desempeño de la misma, para saber si la planificación está bien o requiere alguna mejora.

García-Lascurain recordó que hay ocasiones en las que los objetivos están definidos, pero no se sabe cómo implementar la estrategia o cómo escoger las métricas correctas para saber si se obtienen los resultados deseados, por lo que una asesoría en planeación estratégica ayudará a las empresas a encaminar todas sus acciones y recursos al cumplimiento de las metas.

Por último, el líder de AMCG afirma que la planeación estratégica funciona para todo tipo y tamaño de organizaciones “porque la lógica es la misma, saber definir a dónde quiero llegar, poderlo implementar y poderlo administrar es una lógica que aplica a cualquier organización, grande, pequeña, de cualquier sector, entonces no hay límites”.