¡A batallar por las firmas! ¿Cuántos lo lograrán? ¿Dos, tres, ninguno?

A partir de este lunes 16, la realidad estará tocando todos los días a las puertas del War Room de tres o cuatro aspirantes a convertirse en candidatos independientes; no más. Los otros, compañeros de ruta.

Los requisitos establecidos en la legislación por parte, más que de los 628 legisladores integrantes de ambas Cámaras del Congreso de la Unión, por las dirigencias de los tres partidos grandes, tienen como únicos objetivos, los siguientes:

1. Dificultar al máximo la conformación de nuevos partidos; e
2. Impedir o establecer obstáculos -casi imposibles de salvar-, a ciudadanos que por una u otra razón buscan una candidatura a un puesto de elección popular, al margen de las estructuras de algún partido con registro.

Hay que decirlo claro: Han sido los tres partidos grandes (PAN, PRD y PRI) muy exitosos, en la concreción de ambos objetivos. Hoy, la democracia mexicana ha sabido impedir mediante el uso de la ley, la formación de nuevos partidos y el surgimiento de más y más candidaturas sin partido, que no independientes.

¿Están contentos los dirigentes e impulsores de los obstáculos que hoy vemos a las candidaturas sin partido? Pues si no lo están, bien que lo disimulan.

¿Podría alguien afirmar sin ruborizarse, que esa forma de ver la ley como instrumento de conservación de privilegios para los pocos en detrimento del fortalecimiento democrático, es positiva para el desarrollo político y la formación de una verdadera cultura cívica y democrática?

Pienso que no; quien así lo hiciere, tendría que ser un cínico irredento, para defender y argumentar en favor de supuestos beneficios para el país y su desarrollo político. Sin embargo, aun cuando usted lo dudare, le diría que los hay, y no son pocos.

¿Qué veremos en la boleta el 1 de julio del año próximo? ¿Tres o cuatro candidatos sin partido, al lado de los tres candidatos de varios partidos agrupados? ¿Estaría usted seguro de que los sin partido serían tres? En mi caso, no estaría tan seguro de ello.

Si en un descuido ninguno logra satisfacer los requisitos establecidos en la legislación vigente, ya sabe usted quiénes son los responsables: Los mismos que nos tienen sumidos, desde hace decenios, en el atraso estructural más ofensivo, tanto en lo económico como en lo político: Los partidos políticos.

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JAHA