Análisis y Opinión

Mexicolectivo y la unidad

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Por Antonio Maza Pereda

Continuando la conversación de la semana pasada, sobre la propuesta de Mexicolectivo, buscando crear una visión para el futuro de nuestro país, parece que hay el propósito de lograr una cierta medida de unidad entre los participantes de este grupo y los que se adhieran a su propuesta.

Antes de poder entrar a las ideas concretas, que ya se están empezando a capturar en esta aplicación, hay que cuestionarnos si realmente es posible aspirar a la unidad del electorado. Más aún: valdría la pena cuestionar si es verdaderamente necesario. Lo que se necesita es tener un conjunto de principios comunes, unos mínimos acuerdos qué nos permitan construir la democracia que estamos buscando.

Es muy probable que todos podamos tener bastante unidad en cuanto a una visión de país. Una visión que puede ser de corto o de largo plazo. Sin embargo, en términos generales, sería muy raro encontrar quien no esté de acuerdo en qué queremos tener una mejor economía, seguridad, paz interior, reparto justo de la riqueza y otros conceptos parecidos.

Tal vez podamos tener mayores diferencias en cuanto a las prioridades. Mientras algunos pudieran tener como prioridad la paz interior, para otros posiblemente la prioridad estuviera en un reparto equitativo de la riqueza, como un prerrequisito para tener paz interior. Posiblemente los primeros argumentarían que no se puede crear riqueza de manera sostenida mientras no se tenga paz. Y es importante que cada quién defina con claridad cuáles son esas prioridades. U otras.

A partir de estas preferencias habrá que estar aproximadamente de acuerdo en cuanto a los grandes objetivos. Lo cual ya es más complicado. En alguno de los documentos de Mexicolectivo se habla, por ejemplo, de tener un aumento del producto interno bruto del 5% anual. No faltará quien piense que 5% es demasiado poco y otros piensen que 5% es difícil de obtener en el corto plazo.

Pero aún tendríamos que estar de acuerdo en cuál es la estrategia, cuál sería el modo cómo alcanzaríamos ese crecimiento de la economía. Posiblemente habría algunos qué dirían que eso sólo se puede lograr sí facilitamos muy ampliamente la participación privada en la economía, en todas las actividades productivas. Por otro lado, seguramente habrá quien piense que el único modo de lograr ese tipo de crecimiento es poniendo toda la economía bajo el mando del gobierno. Y aún habría algunos que pensarían que la mejor solución estaría en una mezcla del sector público y sector privado en la economía.

El punto es que podemos ponernos más fácilmente de acuerdo en una visión, y conforme vamos bajando hasta los detalles nos encontramos con que no estamos teniendo acuerdos. Y así como puse estos ejemplos podríamos tener muchos otros. Por ejemplo: ¿De qué manera logramos la paz interior?, ¿Cómo transformamos nuestro sistema judicial para evitar la horrible tasa de impunidad que estamos padeciendo? ¿Cómo reduciremos sustancialmente la corrupción: por el medio chino de fusilamiento de los corruptos, o por medio de una profunda educación cívica, para que la existencia de la corrupción sea impensable para la ciudadanía?

El asunto es que las ideologías hacen complicado llegar a los acuerdos. Y no podemos aspirar a qué todos acepten la misma ideología, no al menos en un sistema democrático. Esa es la razón por la cual, en los sistemas totalitarios, a los disidentes se les elimina, se les encarcela o se les exilia. Métodos que no son impensables para algunos ideólogos.

Claramente tenemos que aspirar a obtener acuerdos, preferiblemente de largo plazo. Nuestros planes nacionales de desarrollo, que nominalmente son sexenales, generalmente tardan un año en desarrollarse y tienen el horizonte de la duración que tenga el gobierno que se acaba de elegir.

Con lo cual tenemos un plan que en la realidad es de 5 años cuándo se aprueba; pero conforme avanza una administración gubernamental, el plan se va quedando anticuado y solamente tiene un horizonte cada vez más limitado. Hoy, nuestro actual plan nacional de desarrollo solamente es válido para los años 2023 y 2024. No considera los cambios importantísimos qué tuvimos durante los años del 2020 al 2022. Estamos trabajando con un plan de cortísimo plazo.

Nuevamente, no es manera de tener una planeación nacional. Pero mientras sigamos teniendo el concepto de darle todo el poder al Presidente (la presidencia imperial) y se le va arrebatando poco a poco, conforme va avanzando el proceso de sucesión presidencial, seguiremos teniendo una planeación deficiente.

El tema central de una democracia es partir del concepto de qué nunca será posible tener una total unanimidad en los grandes y pequeños temas del gobierno. Posiblemente harán falta más iniciativas similares a la de Mexicolectivo para tener una gran variedad de opciones. Y por esa razón tenemos necesidad de procedimientos muy robustos para lograr acuerdos qué, sin ser resultado de la unanimidad, sean funcionales. Porque se emiten los votos por una ciudadanía informada y consciente y además quiénes no resultaron favorecidos por la mayoría de los votantes, aceptan qué ese resultado es válido. Para lo cual, desgraciadamente, todavía nos falta bastante.

https://cuentalarga.blogspot.com/2023/02/mexicolectivo-y-la-unidad.html

@mazapereda

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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