Columna Invitada

Apoyos sociales

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Por Antonio Maza Pereda

En las campañas electorales del 2024, en México, se trató el tema de los apoyos sociales. Muy rápidamente, los candidatos de oposición dijeron que se continuarían, sin mayores modificaciones. Con lo cual no se discutieron a fondo. No se discutió ni el alcance ni el costo que tiene el modelo de Estado Benefactor. Pero es claro que esto tiene un alto costo en término de impuestos y requiere que la sociedad cumpla de manera estricta con esas cargas fiscales.

La idea original es dar a todos los habitantes del país una base de apoyos que les permitan, al menos en teoría, que todos puedan tener acceso a desarrollarse al máximo de su capacidad. Lo que no queda claro es cómo evitar algunos problemas de este tipo de apoyo.

Como el paternalismo, donde el ciudadano es tratado como menor de edad, sujeto a que “papá gobierno” le asigne cuál debe ser su papel en la sociedad. Claramente, no está en nuestro interés tener una minoría dedicada a controlar a una mayoría infantilizada.

Otro es el tema del clientelismo. El gobierno se vuelve un dispensador de favores, cambiando apoyos sociales por votos, amenazando a quienes benefician con que, en caso de que voten por otras formaciones políticas, perderán sus apoyos. Nada nuevo: ya Octavio Paz hablaba del “ogro filantrópico”: un Estado opresor que, a cambio de votos, era dispensador de beneficios. Temido como un ogro, pero aceptado como un benefactor.

¿Habrá modo de resolver estas contradicciones? ¿Podemos como sociedad evitar el paternalismo y el clientelismo? No a corto plazo. Hay que profundizar en el tema, modificar el diseño de estos apoyos y asegurar el desarrollo de actividades de filantropía privada, en cantidad suficiente, para evitar el papel opresor que pueden ejercer los gobiernos.

¿Se usan los apoyos sociales en nuestro país para influir en las elecciones? ¿Hay el riesgo de paternalismo en nuestros apoyos sociales? ¿Cómo evitar esos riesgos?

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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