Columna Invitada
Escenarios 2024
Por Antonio Maza Pereda
Claramente es muy pronto para empezar a hacer pronósticos sobre los resultados de las elecciones federales del 2024. Frente a una oposición que parecía pasmada, una 4T en plan francamente triunfalista, en los últimos días nos encontramos una situación diferente. Las “corcholatas” de la 4T en pie de guerra, con el resultado de aumentar el conocimiento de una precandidata que no había sonado en los medios y que era prácticamente desconocida para una gran parte del electorado. Gracias al ataque de las “corcholatas” y el esfuerzo del señor Presidente por desprestigiar a la ingeniera Gálvez, ahora su nombre está en boca de muchos que francamente no la consideraban en el panorama.
Pero es cierto, estos son sólo algunos datos. No hay información suficiente como para hacer algún pronóstico decente. Sin embargo, el método de los escenarios sí se puede aplicar en este caso, debido a que los escenarios clásicos no pretenden medir probabilidades, no calculan márgenes de error y únicamente exponen las posibilidades. Independientemente de que sean mucho o poco probables.
Una vez establecidos los escenarios se puede hacer el intento de establecer cuáles serían los impactos en caso de que se diera cada uno de ellos. Básicamente es un proceso de reflexión que pretende decir cuáles serían las consecuencias en el caso de que ocurriera alguno de dichos escenarios. Obviamente, a estas alturas de la precampaña, podría haber una gran cantidad de escenarios posibles. Pero para ir abriendo boca, podríamos pensar solamente en cuatro de ellos.
• La 4T gana la presidencia y el Congreso, el escenario que algunos le llamarían “del carro completo”. Básicamente estaríamos regresando a la situación del 2018, con la diferencia de que la 4T estaría gobernando la mayor parte de los Estados. Como consecuencia, habría que anunciar nuevos proyectos sociales para complementar los ofrecimientos del 2018. Se procedería a la demolición de los contrapesos al poder ejecutivo, con lo que se construiría una vez más un Maximato como el que tuvo el presidente Plutarco Elías Calles, en cuya época el pueblo decía: “Aquí vive el presidente y el que manda vive enfrente”. Habría que actualizar la narrativa, pensando en que las culpas de las fallas ya no se podían asignar tan fácilmente a los anteriores gobernantes. La estabilidad y gobernabilidad estaría mucho en función de Andrés Manuel y su capacidad de intervenir con los nuevos gobernantes.
• La 4T ganara la presidencia, pero perdiera el congreso. Tendríamos un escenario de presidencia acotada de la 4T. La oposición insistiría en una revisión del gasto público en los años del 2018 al 2024, Se procedería a la reconstrucción de los contrapesos. Muy probablemente, dado que las campañas no se basarían en quitar los apoyos sociales, se fortalecerían esos apoyos. Las elecciones intermedias se volverían muy importantes, sobre todo porque la 4T estaría buscando recuperar su posibilidad de tener una amplia gobernabilidad.
• La 4T pierde la presidencia, pero gana el Congreso. En este caso, la oposición sería quien tendría una presidencia acotada. La 4T buscaría la protección de los funcionarios de la anterior administración, el Congreso sería el principal contrapeso del ejecutivo y, por supuesto, se fortalecerían los apoyos sociales buscando revalidar el triunfo en las elecciones intermedias.
• La oposición gana la presidencia y el Congreso. Difícilmente se tendría un regreso a los años 2000 al 2018. Podría haber la probabilidad de un modelo similar al de Donald Trump. El exilio, voluntario o no, de algunos dirigentes de la 4T a Cuba o Venezuela debido a un intento de la oposición por descabezar la 4T. Además, la oposición podría estar muy confiada pensando en que Andrés Manuel ya no tendría capacidad de influir en la política nacional.
Claramente puede haber otras opciones y otras consecuencias. Lo que presento a ustedes, mis estimados lectores, son algunos elementos para abrir una discusión. No pretendo tener la verdad absoluta, mi punto de vista no es el de un politólogo sino únicamente el de un ciudadano de a pie que trata de reflexionar y que pide a otros ciudadanos sin poder que lo enriquezcan con sus comentarios.
En general, en México pocas veces se ha dado el caso del voto dividido, qué es lo que se propone con este juego de escenarios. No es que nunca haya ocurrido. Cuando el Partido Acción Nacional consiguió la gubernatura de Chihuahua, ocurrió que, en el siguiente proceso electoral, los votantes eligieron a la oposición. La lógica de los ciudadanos que siguieron este método tanto en las elecciones estatales como en las municipales, es que de esa manera los gobernantes se cuidarían mucho de hacer trapacerías, al saber que la ciudadanía escogería a sus opositores para la siguiente administración pública. ¿Será acaso este el método de los ciudadanos para ponerle obstáculos a los gobiernos autoritarios? Como dije al principio, todavía es muy pronto para pronosticar.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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