Opinión
El que pierde la vergüenza…
Ciudad de México.— Cada día que pasa nos damos cuenta de que nuestros actuales gobernantes y funcionarios públicos ya perdieron toda vergüenza. Como alguien muy sabio decía: los chairos son chairos hasta que pueden darse la vida de F1F1’s.
Antonio Attolini, acérrimo defensor de la 4T, quien fuera miembro del movimiento #YoSoy132 y reclutado por el Estado cuando el 4 de octubre se incorporó a la Coordinación Técnica de Vinculación Internacional del IMSS, un puesto altamente involucrado con el deporte según parece, ya que asiste a la fórmula 1 como invitado VIP al palco de la CODEME, más bien qué tejes manejes tendrá ahora para que lo inviten.
Qué acaso no aplaudía a morir cada que decían que no se renovaría el contrato de la F1. No cabe la menor duda de que la vergüenza ya la perdió.
Que habrá pasado en la negociación para que el gran premio se mantenga 3 temporadas más, es difícil saberlo, lo que sí es más que obvio es la manita de puerco les hizo a los empresarios, al grado de que Alejandro Soberón le agradece su ayuda, ¿ayuda de qué?, ¿qué les pidió a cambio de esto?, me suena a una burda extorsión.
Eso sí, los boletos que le regalaban a la CDMX este año se los dieron a niños del programa PILARES, los niños asistirían a un evento F1F1 y no fueron usados por altos funcionarios de la ciudad, por fin algo bueno, aunque Claudia Sheinbaum se dio tiempo para darse una vuelta.
El gobierno de la CDMX lanza ataque contra el cártel Unión Tepito y a los pocos días sueltan a todos los detenidos. Todos aquellos que en manifestaciones han dañado monumentos y agredido, robado y destruido propiedad privada siguen libres sin ninguna multa o de perdida los hubieran puesto a barrer y limpiar. Y podemos seguir con los bloqueos de policías, taxistas, estudiantes, camioneros y demás grupos que han paralizado varias veces la ciudad.
Mientras, los doctores que piden material para curar a sus enfermos y se manifiestan en la calle son retirados con el uso de la fuerza pública y el colmo, un grupo de presidentes municipales van a Palacio Nacional a pedir audiencia y son retirados con gas lacrimógeno.
En tanto Claudia Sheinbaum se dedica a tomarse selfies con Sergio “Checo” Pérez y a recorrer el Autódromo Hermanos Rodriguez, como si lo interesara aprender algo de este deporte F1F1. La ciudad deshaciéndose en sus manos y ella con el volante de un F1, ya perdió la vergüenza.
Y ya para cerrar con broche de oro mi querido viejito lindo, que al parecer no le da la menor vergüenza que su gente haga lo que le venga en gana sin avisarle y no toma cartas en el asunto, reconoce que no sabía nada de Ovidio, hijo del Chapo Guzmán, y no hay porqué no creerle, él nunca dice mentiras, él mismo reconoció que no tomó la decisión de soltarlo porque iba echándose una pestañita y estaba incomunicado en el vuelo comercial a Oaxaca, pero que si le daba su apoyo.
Y sin la menor vergüenza a través de los medios honrados e impolutos alineados a la 4T, como Lord Molécula, Antonio Attollini, Akerman y varios más, transforman esta grave derrota en un aclamado triunfo, y honran a quien no tomó esta decisión, y reitero dicho por él mismo, y hasta lo quieren proponer como candidato al Premio Nobel de la Paz.
Qué falta de vergüenza propia después de poner al pueblo sinaloense en jaque por su ineptitud, ahora querer colgarse la medalla de humanista.
Cuánta razón tenía mi padre cuando me decía: “quien pierde la vergüenza, no sabe lo que gana”.