¿Qué hará usted con sus autos y vivienda actual?  

La ocurrencia más reciente del Jefe de Gobierno de la CDMX, tiene que ver con un elemento de la infraestructura de esta caótica ciudad, los estacionamientos.

Desde hace algunas semanas, el Instituto Mexicano para la Competitividad comenzó a promover una visión acerca de los estacionamientos y su papel en esta ciudad la cual, por decir lo menos, sorprendió a más de uno.

Esta campaña, muy limitada por decir lo menos, dio por resultado que a la hora de anunciar oficialmente las nuevas normas en relación con los estacionamientos y los cajones en edificios privados, sorprendiera.  

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Cuando digo que a más de uno sorprendió el anuncio del Jefe de gobierno en senda ceremonia, no me refiero, evidentemente, a los habitantes en general de esta ciudad sino a quienes requieren utilizar estacionamientos para guardar sus vehículos durante el día mientras, por razones profesionales, deben trasladarse de un lugar a otro.

La carencia de espacios o la oferta limitada frente a la demanda creciente de espacios públicos en edificios dedicados a prestar ese servicio, o de cajones como usted guste, molesta a quienes deben perder tiempo en la búsqueda de un estacionamiento público, o de un espacio en alguna calle para estacionar su vehículo.

La visión promovida en las infografías y documentos elaborados por el IMCO -presentados en forma tal que su lectura es casi imposible-, y dados a conocer en su página o parcialmente en varios tweets, casi pasó de noche. Hoy, al ser anunciadas las nuevas reglas, el tema es prácticamente desconocido.

¿Cuál es lo que me parece relevante de la argumentación elaborada al respecto? En pocas palabras, diría que su alejamiento de la realidad cotidiana, en esta CDMX y el área conurbada en lo que se refiere al uso del automóvil y la necesidad de estacionarlo.

¿Será entendido y aceptado el argumento que en Paris esto y lo otro? ¿Quién, de buena gana, aceptará que un departamento nuevo que adquiera en el futuro, el cual habría sido construido de acuerdo con las nuevas reglas, no tuviere cajones de estacionamiento porque, el departamento a adquirir es de una superficie menor, si no estoy equivocado, a los 120 m2?

¿Y qué sucede si en ese departamento viven cuatro personas -padres y dos hijos-, y cada una, por razones de su trabajo, poseen un auto? ¿Lo dejarías en la calle, lo venderían y se trasladarían en transporte público?

Utilizar ejemplos como el de Paris, para justificar una visión como la propuesta en las nuevas reglas en materia de cajones de estacionamiento, es desconocer, no únicamente la realidad de esta ciudad sino la historia de Paris en materia de transporte público.

Sin duda, cada uno de nosotros tendrá su visión de lo anunciado; ¿qué quedará de esto último? ¿Efectivamente contaremos con un servicio público de transporte que satisfaría las necesidades de los millones de personas -tanto de la CDMX como del Área Metropolitana del Valle de México-, que se desplazan en millones de autos todos los días?

Estoy seguro de que lo anunciado por el Jefe de Gobierno dará mucho de qué hablar en las próximas semanas. Mientras concretamos ese profundo cambio cultural (¿Cuántas generaciones necesitaremos para eso?), dejo algunas preguntas para ver si nos ofrecen las respuestas.

1.- Dijo de manera casi solemne el Jefe de Gobierno, en su twitter: En la CDMX, la población necesita un lugar para vivir, no un sitio para guardar su automóvil, por eso promovemos Menos cajones Más ciudad. En consecuencia, ¿venderá sus autos y sus departamentos?

2.- ¿Cuántos metros cuadrados de lugar para vivir se nos permitirá en la CDMX? ¿Los altos y los obesos, tendrán derecho a poseer más superficie que los flacos y los chaparros?

3.- ¿Quién normará las características de esos lugares para vivir?

4.- Los que se encargaron de elaborar los estudios técnicos que soportan las nuevas medidas, ¿tienen un solo auto por familia? ¿Qué harán con los otros, en caso de tener más de uno?

5.- ¿Qué harán con esos departamentos de 150 o más m2? ¿Los venderán para adquirir un lugar para vivir?

Por último, espero no equivocarme, pero casi estoy seguro que esta ocurrencia de quienes se sienten parisinos, irá a dar al cuarto de los tiliches como miles de ocurrencias de gobernantes que, en aras de estar en los espacios mediáticos, no dudan en festinar y proponer ocurrencias que al final del día, el único resultado es quedar en ridículo.

Si usted tuviere interés en el tema, y su familia posee varios vehículos y tenía pensado vender su departamento actual para compra uno más grande y con tres cajones de estacionamiento, piénselo y lea la Gaceta Oficial de la CDMX: http://data.consejeria.cdmx.gob.mx/portal_old/uploads/gacetas/b1a0211fbbff641ca1907a9a3ff4bdb5.pdf

Los documentos del IMCO los encuentra en: www.imco.org.mx

Ahora bien, si no le corre prisa, espere a noviembre cuando el Jefe de Gobierno abandone el puesto y se vaya a buscar el sueño guajiro de ser candidato a la Presidencia de la República, y luego ganar la elección el 1 de julio del año 2018.

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Termino recordando aquellas palabras del Profesor Bejarano, con las cuales cerró su intervención en el Pleno de la Cámara de Diputados, cuando enfrentó su desafuero. Dijo, con la voz de pito que lo caracteriza, y elevando la voz casi gritó: ¡Nadie me quitará el derecho a soñar!

De la misma manera, el Jefe de Gobierno y el Dr. Pardinas son libres de soñar todo lo que quieran. Sin embargo, a la ocurrencia ésta de los estacionamientos y las nuevas medidas regulatorias, poca vida le auguro.

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